Mientras el gobierno de AMLO insiste en que los despidos en los sectores estatales son necesarios para ahorrar, a la Guardia Nacional y las fuerzas armadas no se les aprieta el cinturón y sí a las mujeres, pues en su mayoría son las despedidas del sector estatal. Por eso este 8 de marzo salimos a las calles contra los despidos, la precarización y los feminicidios.
Viernes 4 de marzo de 2022
La pandemia profundizó la violencia y la precarización sobre las mujeres. Vimos recaer el cuidado de los hijos e hijas, familiares enfermos y de adultos mayores sobre nosotras, multiplicando también la carga de las labores domésticas.
Esto es producto de la naturalización de roles de género del sistema patriarcal capitalista que oprime y explota a las mujeres al cargar sobre ellas las tareas que garantizan la reproducción de la vida, lo que proporciona más ganancias a los capitalistas a partir del ahorro que significa el hecho de que las mujeres realicen estas labores de manera “gratuita”.
Las mujeres fuimos también las principales afectadas en la oleada de despidos y recortes, muchas compañeras tienen que tener dos trabajos para complementar sus ingresos y cubrir lo básico; el trabajo a distancia ha generado horas extras las cuales no se pagan y significó garantizar nuestras herramientas de trabajo como: equipos de cómputo, internet o teléfonos celulares, los cuales tuvimos que proveer y que generaron gastos no contemplados, cómo altos recibos de luz y el pago de servicios de internet más "veloces" y caros.
Asimismo en este periodo presenciamos un aumento de los feminicidios, las desapariciones de mujeres y los crímenes de odio. En nuestro país diariamente asesinan a 11 mujeres y desaparecen entre 11 y 12. Esto no es de ninguna manera algo que deberíamos naturalizar.
Sin embargo, no todas padecimos de la misma forma la pandemia, fuimos las más pobres las que nos quedamos sin trabajo, sin servicios y de salud y más gastos, al tiempo que algunas, las patronas, no pagaron salarios, despidieron compañeras y exigieron más trabajo por el mismo sueldo o incluso von sueldos recortados. En esta histórica crisis los capitalistas más grandes vieron crecer sus riquezas mientras millones entraron en pobreza. La crisis la vivimos diferente por ello decimos desde Pan y Rosas, el género nos une, pero la clase nos divide.
Despidos en el gobierno de la 4T
A pesar de que el gobierno de la 4T mantiene una discursiva que dice defender nuestros derechos mantiene a su vez un desdén hacia el movimiento de mujeres y sus demandas y, hacia las trabajadoras estatales, en particular, ha mantenido una constante ofensiva, incluso antes de la pandemia. A través de la austeridad republicana ha efectuado miles de despidos en todas las dependencias, los cuales han recaído el 60% a mujeres y en dependencias con Notimex 85%.
Recientemente trabajadorxs comunitarios de los programs de cultura de la CDMX se han organizado par exigir su permanencia en dichos programas pues más del 60% no fueron incorporados este año y exigen también se les garanticen derechos laborares.
Mientras los despidos se argumentaron por ahorro, la Guardia Nacional y fuerzas armadas, ha tenido un aumento presupuestal millonario del 70% (26mmdp). También ocurre con otros programas como el de Apoyo a las Infancias en Entidades Federativas y el de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género y sus Hijas e Hijos que recibieron a penas un 0.04% de incremento presupuestal mientras crecen las bases del ejército y el dinero para compra de armas.
Somos parte del movimiento de mujeres en las calles
Las mujeres estamos en la primera línea tanto de los trabajos esenciales, como en el sector salud, los servicios, los trabajos de cuidado, que son gremios altamente feminizados, como también, en los procesos de organización y lucha para buscar frenar las ofensivas generalizadas, defender y conquistar nuestros derechos.
Contra estás penurias que vivimos, trabajadoras se han organizado, como las huelguistas del SUTNOTIMEX (80% mujeres), que tienen 2 años de huelga, las trabajadoras de la salud que lucharon por insumos, las trabajadoras de los programas culturales de la CDMX, que justo en estos momentos se encuentran en un emplazamiento a diálogo con las autoridades peleando su reinstalación y de muchos otros sectores.
Vimos también la marea morada del 8M del 2020 en el que cientos de miles de mujeres en México y el mundo, hicimos retumbar las calles y durante la pandemia, a pesar de la política del gobierno para pasivizar nuestra lucha no abandonamos las calles.
Por esto el próximo 8 de marzo, tenemos una cita de honor, es el momento de ser millones marchando por la conquista de nuestros derechos, contra la violencia y la precarización y por el triunfo de los conflictos laborales, de los que hoy somos protagonistas.
Somos quienes sostenemos los servicios de esta ciudad y el país; con esta fuerza podremos organizar una gran campaña contra los despidos y por plenos derechos para frenar los despidos y conquistar nuestros derechos en el sector estatal.