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Red Internacional
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Desmantelamiento. Trabajadores de Ancap resisten el proceso privatizador que impulsa el gobierno

Desde hace meses trabajadores de la petrolera estatal Ancap vienen tomando medidas de lucha, para resistir las maniobras privatizadoras del gobierno. La ofensiva sobre el área de producción de portland y sobre el servicio de combustible en los aeropuertos chocó con la movilización y medidas de fuerza tomadas por FANCAP. El próximo 18 de noviembre vence el plazo de una tregua negociada por la discusión del combustible aeroportuario.

Martes 15 de noviembre de 2022

Como en otras áreas del Estado, y en especial sobre las empresas de administración pública, el gobierno de Lacalle Pou impulsa una ofensiva sistemática, para despedazar el patrimonio de todos los uruguayos, en beneficio de sus amigos del “mercado”.

En los últimos meses en la petrolera estatal Ancap se puede apreciar esto, en por lo menos tres áreas: el sector portland, Alur (empresa paraestatal con acciones mayoritarias de Ancap dedicada a los biocombustibles) y los servicios de provisión de Aero combustibles en los aeropuertos.

En los casos mencionados el esquema se repite, la operación barnizada con el discurso de la “ineficiencia” busca imponer o la reconversión (como en Alur) para una gestión al servicio del mercado, la asociación a marcha forzada y bien turbia con un privado como en el portland, o directamente el desmantelamiento de la actividad como en los combustibles aéreos en favor de un capitalista amigo del gobierno como el empresario argentino Eduardo Eurnekián dueño de la operativa en el aeropuerto más importante del Uruguay el Internacional de Carrasco y del segundo más importante: el de Laguna del Sauce de Punta del Este, junto a otros aeropuertos concesionados recientemente a favor del empresario por parte del gobierno de Lacalle Pou.

Se puede ver entonces que el plan de desmantelamiento de la actividad de Ancap, que impulsa el gobierno en distintas áreas en las que hasta ahora actúa, es un hecho y se impulsa a toda marcha, intentando pasar por encima de los y las trabajadores y de los intereses generales del país.

El portland

En los últimos meses el directorio de Ancap dominado por la coalición multicolor ha impulsado un proceso de “asociación” con capitales privados bajo la pretendida excusa del peso deficitario del área y de que es insostenible la producción de portland en el país.

Falacia insostenible, dados los amplios recursos naturales con los que cuenta el país en ese sector, como la piedra caliza. Además de que varias empresas brasileñas ya han manifestado su interés de hacerse cargo del negocio que pretende el gobierno regalarles.

Fancap el sindicato de trabajadores denunció el proceso como inconstitucional. El sindicato alega que se viola el artículo 188 de la Constitución, donde se requiere ley (votada por tres quintos de cada Cámara) para poner en marcha un cambio de estas dimensiones para un ente estatal.

Ancap posee dos plantas de portland una en Paysandú y otra en Minas, que ocupan a alrededor de 550 trabajadores. Según las declaraciones de los dirigentes sindicales, este proceso de privatización camuflado pone en riesgo la ocupación de cerca de 300 familias que están bajo contratos tercerizados.

Los Aero combustibles

En las últimas semanas el gobierno se dispuso a liquidar el servicio que hasta ahora presta Ancap en los aeropuertos (suministro y distribución), en torno a los combustibles usados por los aviones. El avance de la medida en Punta del Este en donde ya hay un acuerdo y se negocia el retiro de Carrasco, todo en favor del mencionado Eurnekián.

Había un ámbito de negociación entre el directorio y el sindicato para resolver los problemas de rentabilidad de este servicio. Pero en determinado momento el directorio fue en dirección de ignorar ese ámbito e ir por la liquidación de la actividad en manos de la petrolera estatal, poniendo en marcha la concesión en Laguna del Sauce.

Actualmente el precio del combustible para aviones que distribuye Ancap en los aeropuertos es inferior a la media regional. Desde el momento en que el servicio esté en manos de privados, mediante el alquiler de la infraestructura ya instalada por Ancap, el operador privado podrá fijar los precios a su propia discreción.

La reacción del sindicato fue inmediata, denunciando que esa medida del directorio estaba rompiendo la negociación colectiva. Por lo que se pasó a desplegar distintas medidas de lucha que pusieron en jaque la actividad aérea en el país. Ya que la medida fue un paro indefinido en esa misma área (suministro y distribución) en los aeropuertos de Carrasco y Laguna del Sauce.

La medida obligó a una tregua donde el gobierno retrocedió suspendiendo temporalmente la decisión y el sindicato se comprometió a retomar actividades en el lapso de la tregua negociada. La fecha límite será el próximo 18 de noviembre, en donde el directorio de la empresa deberá recibir la contra propuesta de los trabajadores.

La vista gorda del FA

En el lapso de estas conflictivas semanas, la pelea de los y las trabajadores de Ancap demostró la fuerza que tienen en sus manos los trabajadores, la medida de paro en un servicio estratégico como el abastecimiento de combustible aéreo, mostró como se le puede doblar el brazo a la patronal con medidas decisivas.

A pesar de la frialdad del Frente Amplio y el principal partido de oposición, que supuestamente se opone a estas políticas del gobierno. Desde las propias filas de Fancap se oyeron voces críticas en torno a la falta de respaldo del Frente Amplio a los trabajadores.
Laura Martínez la vicepresidenta de Fancap declaró recientemente señalando la “falta de presencia” y de un “posicionamiento” del Frente Amplio ante estos procesos. Agregando además que: “Hasta hoy los trabajadores hemos puesto todo lo que hemos podido para enfrentar esta situación, y lo seguiremos haciendo. Pero necesitamos que los representantes de la ciudadanía, especialmente aquellos que figuran en la actual oposición, tomen cartas en el asunto y ayuden a defender a Ancap. Los trabajadores no podemos solos, vamos a hacer todo lo necesario”.

La fuerza de la clase obrera

La resistencia obrera frente a esta ofensiva del gobierno, demuestra el potencial que tienen en sus manos los/as trabajadores, para luchar y vencer a estas políticas antiobreras y anti populares. Trabajadores de determinadas áreas de la economía como en el caso de Ancap, ocupan una posición estratégica, en donde las potenciales medidas de fuerza que pueden desplegar se pueden volver determinantes para derrotar los planes de un gobierno o de una patronal.

El paro en el sector de Aero combustibles es un ejemplo puntual de esto, como en otros ejemplos en la historia. Incluso de los/as mismos/as trabajadores de Ancap: desde las huelgas duras y solidarias en la década de los 50s del siglo 20 con el surgimiento del propio sindicato, pasando por la huelga general de 1973 contra el golpe de Estado, a las luchas contra las privatizaciones en la década de los 90s del siglo pasado.

La tradición de estas luchas y la confianza en las propias fuerzas, pueden ser un elemento muy importante a la hora de pelear por los intereses populares de nuestro pueblo, en esas manos y mentes obreras, que son las que realmente hacen funcionar toda la maquinaria de este mundo.

Desde ya, toda nuestra solidaridad y respaldo a la lucha de la justa lucha de los obreros y obreras de Ancap, la fuerza de la clase obrera, la solidaridad y la lucha, son las que nos darán el triunfo contra las políticas reaccionarias de este gobierno y más allá de esto, es lo que nos puede abrir el camino en la pelea por una sociedad más justa, en base a la derrota del capitalismo.