Frente a las amenazas de ajuste y despido de la industria automotríz en Alemania que podría tan solo en Audi dejar a más de 1500 empleados y sus familias en la calle, los trabajadores que se encuentran en huelga tomaron como medida esconder más de 200 llaves de modelos de autos de lujo en defensa de sus puestos de trabajo.
Miércoles 11 de septiembre de 2024
A principios de julio el dueño de la fábrica de Audi en Bruselas anunció una reestructuración de la planta poniendo el fin a la producción del Audi Q8 e-tron, el único modelo que se fabrica en las instalaciones, una decisión que supondría el despido de unos 1.500 empleados en una primera fase, según el plan que remitió la dirección a los sindicatos.
A modo de protesta las llaves fueron confiscadas por los trabajadores que desde el jueves pasado exigen claridad sobre el futuro de la fábrica de automóviles, después de que el martes se supiera que el Grupo Volkswagen no quiere fabricar un nuevo modelo en Bruselas.
Frente a la acción tomada por los huelguistas, la dirección de la fábrica amenazó con emprender acciones legales contra los trabajadores que este lunes llevaron a cabo la medida de presión contra los magnates de una industria multimillonaria como lo es Audi.
Esta situación se enmarca en La crisis que Volkswagen (la automotriz líder en el país) alcanzó un punto más crítico en 90 años y que llega a una situación de inflexión con el anuncio de la cancelación del programa de seguridad en el empleo para el 2029. Pero lo que para los dueños de Volkswagen es una situación que ya no se podía paliar con “simples medidas de recortes de gastos” podría significar por lo bajo la pérdida de 120.000 puestos de trabajo, más el cierre de varias sedes, al menos una planta de vehículos y una planta de componentes.
Mientras los trabajadores de Audi en Bruselas toman en sus manos medidas de presión como impedir la salida de los autos terminados y sin terminar para sentar a la empresa y que les den respuestas claras, los trabajadores de Volkswagen anuncian: “Lucharemos con todas nuestras fuerzas, si es necesario, en un duro conflicto, para preservar todos los centros y los puestos de trabajo de nuestros compañeros” - menciona Thorsten Gröger, del sindicato IG Metall - lo que podría significar un fenómeno de unidad muy importante para los trabajadores de la industria automotriz en Alemania.
