Viernes 11 de septiembre de 2015
Cerca de 4000 trabajadores de Ford de la ciudad de São Bernardo do Campo, en el cordón industrial del ABC Paulista, decidieron este jueves (10) en asamblea iniciar una huelga por tiempo indeterminado contra los más de 200 despidos anunciados por la empresa el miércoles. Según la propia dirección del sindicato la cantidad de despidos aún es incierta, los dirigentes afirman que fueron sorprendidos por la decisión de la multinacional, ya que en marzo de este año habían firmado un acuerdo con la empresa que preveía estabilidad para todos los empleados de la planta hasta 2017. Entre los despedidos hay trabajadores que estaban alejados por medio de banco de horas y suspensiones (lay-off).
La cláusula de estabilidad que el sindicato negoció en marzo con la empresa preveía también, además del congelamiento en los reajustes y el alejamiento por banco de hora a cambio de la estabilidad hasta 2017, una cláusula donde la empresa estaría autorizada a negociar despidos en caso que hubiese crisis nacional en el sector automotriz, algo que en marzo de este año ya se preveía, con despidos en diversas automotrices del país y en especial en la región del ABC. Ahora la dirección de la CUT resolvió utilizar otra táctica, la huelga para conquistar el Programa de Protección del Empleo (PPE), que implementa la reducción de la jornada laboral con reducción salarial y aporte de fondos públicos para el pago de salarios. Como en la Mercedes-Benz, que después de siete días de paro, el sindicato cerró un acuerdo con la empresa para implementar el PPE y otras medidas de ataque a los derechos laborales. Sin embargo, la Ford ya declaró abiertamente no tener ningún interés en adherir al programa, "ya que no atiende a las necesidades de la planta".
Según la empresa, la intención es reducir la cantidad de trabajadores para adecuarse a la nueva realidad de demanda del mercado automotriz. Actualmente son producidos por hora 35 autos y 13 camiones, cuando normalmente eran producidas 55 unidades por hora, la intención de la empresa es reducir esa producción hasta enero de 2016 a 28 autos y mantener 13 camiones por hora, algo que según el propio dirigente del sindicato José Quixabeira de Anchieta, Paraíba, ocasionaría un excedente de 284 empleados. Desde el comienzo del año la empresa y la dirección del sindicato vienen negociando diversos acuerdos como vacaciones colectivas, programas de retiro voluntario (PDV), suspensiones (lay off) que afectan a 160 empleados hasta octubre, y el alejamiento por medio de banco de horas de 59 personas desde febrero.
En junio la empresa contrató a 268 trabajadores tercerizados, que prestaban servicios de abastecimiento de línea de montaje, recepción de materiales y operación de apiladoras. Al mismo tiempo, otros 210 que ya poseían vínculo laboral con la automotriz fueron re ubicados internamente para actuar en el área de logística. Entre estos, 57 estaban suspendidos desde mayo y volvieron a la fábrica. Algo que demuestra la estrategia que la multinacional viene utilizando para ampliar sus lucros, utilizando la crisis para descargar más ataques sobre el conjunto de los trabajadores.
Por otro lado, la dirección del sindicato buscó durante todo el año tranquilizar a los trabajadores con pésimos acuerdos cerrados entre cuatro paredes con la empresa, y ahora se encuentran en una situación bastante difícil, donde los sindicalistas de la CUT defienden que la única alternativa para luchar es hacer una huelga para pelear por el PPE, donde solo los trabajadores saldrían perdiendo con la reducción de salarios por un plazo muy corto y dentro de un paquete que incluye pérdida de derechos elementales.