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Red Internacional
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Brasil. Trabajadores de Ford protestan en Brasil contra el cierre de tres plantas

En la mañana del martes, trabajadores de la automotriz Ford protestaron en Camaçari, estado de Bahía, tras el anuncio del cierre de tres plantas de la empresa que dejaría a miles de operarios sin empleo.

Miércoles 13 de enero de 2021 09:47

Foto: Rafael Martins / AFP

Motivados por el anuncio del cierre de tres plantas de la automotriz Ford en Brasil, realizado el pasado lunes 11, los trabajadores de la fábrica de una de Camaçari hicieron una manifestación este martes.

El cierre de la planta de la automotriz en Camaçari, ciudad de la región metropolitana de Bahía, resultará en el despido de al menos 12.000 trabajadores, según el sindicato, que son empleados de Ford (5.000) o empresas que producen directamente para él.

"Los propios ejecutivos de Ford nos dijeron que era por la inestabilidad económica y la incertidumbre del Gobierno federal", aseguró, el presidente del Sindicato de Metalúrgicos de Bahía, Julio Bomfim.

Bomfim dijo que la decisión de Ford es un "crimen" contra 12.000 empleos directos e indirectos y pidió que se investigue la concesión de créditos estatales y exenciones impositivas otorgados a la empresa.

En 2019 Ford ya había cerrado la planta de São Bernardo do Campo, en San Pablo.
Las reformas llevadas adelante por el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro durante la pandemia de coronavirus permitió a las empresas acceder a determinados mecanismos que les facilitan el despido de trabajadores.

Hasta el momento, las principales centrales sindicales del país no han anunciado un plan de lucha para evitar despidos.

Cierres y beneficios a los empresarios en época de pandemia

Ford anunció el lunes el cierre de 3 fábricas en Brasil como parte de una reorganización de la empresa en América Latina. Las fábricas están ubicadas en Camaçari, en Bahía, Taubaté, en el estado de São Paulo y Horizonte, en Ceará. Después de más de 100 años en Brasil, la empresa terminará inmediatamente la producción en dos de sus fábricas.

La empresa alega, entre otras cosas, los impactos de la pandemia y asegura que buscará minimizar los impactos del cierre de producción en el país. Sin embargo el cierre tiene lugar en un país que terminó el año 2020 con más de 11 millones de desocupados y el 41,6% de su población en el sector informal, según datos oficiales.

Consultada por La Izquierda Diario, Maíra Machado, docente de la red estadual en Santo André y militante del Movimiento Revolucionario de Trabajadores, señaló "Dados estos números y la realidad que enfrentamos los trabajadores por el aumento del costo de vida, alto desempleo e informalidad, es absurdo que Ford diga que está tratando de reducir los impactos, mientras deja a miles de familias en la calle. Y sabemos que los impactos van más allá de los trabajadores de Ford, también implican el despido de fábricas vinculadas a la cadena productiva".

En 2019, con el cierre de la planta de Tobatão en São José dos Campos, más de 3.000 trabajadores fueron despedidos. Sin embargo, se calcula que el impacto alcanzó otros 24 mil puestos de trabajo, mostrando cómo golpea a todo el sector, principalmente en la industria de autopartes.

Aun en plena crisis, durante el año 2020, Ford logró “sorprender” con las utilidades acumuladas en el 3er trimestre. Durante ese período la emrpesa informó haber obtenido una utilidad neta de 2.400 millones de reales, es decir, 6 veces más que en el mismo período de 2019. Y a pesar de esas ganancias extraordinarias, Ford dice que no puede mantener sus actividades en Brasil.

Machado comenta que la decisión de la empresa estaría "respaldada por la reducción en la compra de autos populares, que disminuirían la productividad. sin embargo, toda la maquinaria, incluida la que afirma haber estado inactiva durante ese período, podría haberse convertido para producir los materiales necesarios ante la pandemia.
Faltan camas, respiradores y una serie de insumos y materiales que se puedan producir, garantizando así puestos de trabajo para sus empleados y ampliando la contratación, para enfrentar la pandemia".

El Gobierno de Bolsonaro, que siempre ha defendido que "es difícil ser jefe en Brasil", ha implementado reformas laborales y de seguridad social para atender los intereses de los empresarios, así como otras normativas facilitando despidos durante la pandemia.

"Ante esto, es más urgente que nunca que las centrales sindicales vinculadas a los sindicatos de Ford Factory, empezando por la CUT, organicen un plan de lucha serio y que no se repita el acuerdo que garantizó los despidos en 2019. La fuerza de los sindicatos y las centrales sindicales debe servir para rodear a estos trabajadores de solidaridad y fortalecer su organización para enfrentar este ataque", concluyó Machado.