Tras el cierre de sucursales y la imposición de elevados ritmos de productividad, los trabajadores bancarios pararon este jueves 7, y volverán a hacerlo este viernes 8, durante las últimas dos horas de la jornada laboral.
Jueves 7 de enero de 2021
A través de un comunicado de la asociación Bancaria conducida por Palazzo, se dio a conocer el cese de tareas este 7 y 8 de enero en sucursales del Santander y del BBVA. Los motivos son el cierre de sucursales con amenaza de reducción de personal y las exigencias de productividad que alargan la jornada laboral.
Los bancos son de los principales precarizadores de nuestro país. Hace años que cierran sectores bancarios de atención al público, ventas y cobranzas telefónicas para luego volver a abrirlos en empresas tercerizadas con las mismas tareas bancarias. En este movimiento se ahorran hasta un tercio de los salarios. De esta manera avanzan sobre los derechos conquistados de los bancarios para precarizar y flexibilizar sus tareas. En los últimos días varios de estos calls centers bancarios tercerizados reclamaron por el bono de fin de año llegando al paro como hicieron en Provincia Net. En este caso es el mismo gobierno de la Provincia de Buenos Aires el que precariza y terceriza a sus trabajadores.
Otro malestar en el sector bancario es el término de las licencias por maternidad. Muchas trabajadoras son madres que tienen que pasar extensas jornadas y no tienen con quién dejar a los hijos. A su vez, a las que hacen teletrabajo en tercerizadas directamente les han negado esta licencia teniendo que atender el teléfono constantemente y hacerse cargo de los chicos al mismo tiempo y en el mismo espacio.
Las amenazas y presiones de los banqueros para avanzar sobre los derechos de los trabajadores no son una sorpresa. Fueron el sector que más ganó durante los 4 años de macrismo, Santander en el cuarto lugar de las empresas más beneficiadas y BBVA en el noveno lugar. Durante la pandemia, mientras el país llegó al 40,6% de personas bajo la línea de pobreza, los bancos aumentaron sus ganancias. Sólo en 2020, la banca privada ganó más de $450 millones por día. Aún así, tampoco se les cobró el impuesto a las grandes fortunas promovido por el gobierno.
La Comisión Gremial Interna de Santander y BBVA están convocando cese de tareas contra el cierre de sucursales y la amenaza de reducción de personal. Estos ataques, aún a cuenta gotas, muestran la voluntad de la patronal bancaria de no perder un solo peso de los millones que ganaron durante todos estos años. La Bancaria, denuncia la militancia macrista de un sector de los banqueros, pero ahí no radica el único problema. El hecho de que vengan ganando como pocos, y que el Gobierno no haya tomado una sola medida para afectar la ganancia de estos sectores, envalentona a los CEOs de estas grandes firmas. Las amenazas de cierre y reducción de personal van en este sentido.
Por eso, la fuerza para pararle la mano a estos gigantes de las finanzas está en los propios trabajadores bancarios y en su unidad con todos los sectores en lucha, con el resto de los trabajadores y los sectores populares. Con los tercerizados que pelean por el contrato que corresponde y por todos sus derechos.
Para enfrentar estos ataques y los que vengan hay que poner toda la fuerza del gremio con acciones y paros para darle un mensaje claro a los banqueros: Ni un despido más, retorno a la licencia por maternidad, y basta de terciarización en el sector.