FIN A LA EDUCACIÓN DE MERCADO. Trabajadores de la educación nos organizamos contra la "normalidad" de Piñera

Millones dicen que Chile despertó, que cambió, colocándose en sintonía con procesos y jornadas de movilización del continente como Ecuador, pero también en el resto del mundo, Francia, Hong Kong son algunos de los ejemplos, millones que han salido contras los ajustes que quieren hacer cargar sobre los hombros de las y los trabajadores.

La disposición a movilizarse ha sido multitudinaria frente a la herencia de la dictadura y la farsa de democracia, donde los actuales partidos tradicionales, tanto de la derecha como de ex Nueva Mayoría que fueron parte fundamental de mantener la estructura del modelo impuesto a fuego por la dictadura, todo esto hoy está en jaque, como una enorme olla a presión que reventó, y esta gran fuerza liberada, aún fluye de múltiples maneras, desde las masivas marchas unas pacíficas y otras que han desafiaron el toque de queda y enfrentaron la represión, hasta las asambleas y comités que empiezan a mostrar un camino para fortalecer la organización y movilización para echar abajo toda esta herencia de la dictadura, un gran ejemplo de esto es lo que ocurre hoy en las asambleas dentro del Comité de emergencia y resguardo en el Colegio de profesores de Antofagasta.

¿Qué estrategia para continuar la paralización y fortalecer la lucha a nivel nacional?

En esta asamblea se votó continuar la paralización y un llamado tanto el colegio de profesores a nivel nacional, así como los diversos sindicatos a impulsar una paralización nacional, ya que los dos días de llamado a huelga general, por parte de la CUT, fueron muy importantes, pero insuficientes para derrotar al gobierno.

Si bien hoy en muchas comunas no hay clases por las movilizaciones, el Colegio de Profesores a nivel Nacional, dirigido por Mario Aguilar del Frente Amplio, no llama a un paro indefinido, así mismo la CUT, dirigida por el Partido Comunista, dejado pasar el tiempo antes de volver a realizar un nuevo llamado huelga general, que esta vez es sólo de 24 horas.

Es que, detrás de los partidos tradicionales que hoy se encuentran en la oposición como la Democracia Cristiana (DC), Partido Radical (PR), Partido Por la Democracia (PPD), Partido Socialista (PS), el Partido Comunista (PC) y el Frente Amplio (FA) han puesto sus objetivos en reformar el régimen, así en pequeño se expresa en las asambleas, todo aquel que se ha comenzado a organizar a visto cómo los militantes del PC ha planteado continuar con los cabildos en las clases normales, transformándose en un sostén más de la “normalidad” que aspira el gobierno y mantener las estructuras de fracmentación de los trabajadores organizados en distintos sindicatos.

Es que hoy, el centro de su política está en llevar esta gran fuerza al laberinto del parlamento y a la acusación constitucional, donde el centro no es fortalecer la movilización sino conseguir los votos parlamentarios, su objetivo es buscar un nuevo pacto social, que inclusive puede tomar la asamblea constituyente, pero desde un punto de vista de conciliar este nuevo pacto, sin tocar los pilares estructurales, sin barrer con toda la herencia de la dictadura.

Organización desde las bases para derrotar al gobierno

Desde Nuestra Clase, hemos confluido e impulsado en las votaciones de asambleas mantener un estado asambleario permanente con un comité de coordinación que unifique a trabajadores de la educación, apoderados y estudiantes, que sea abierto y que supere la suma de las directivas que toman decisiones encerradas en cuatro paredes. Para romper la normalidad que quieren imponer hay que superar las limitantes de las directivas sindicales, hay que revolucionar la organización de las y los trabajadores integrando a quienes en el proceso se han destacado en la movilización como expresión genuina de una importante vanguardia.

En el Colegio de Profesores de Antofagasta se impulsó un comité de emergencia y resguardo, la sede no sólo ha entregado resguardo, primeros auxilios y apoyo jurídico a los manifestantes golpeados por la represión, sino que ha sido un centro de organización de asambleas de distintos sectores de trabajadores, estudiantes y apoderados.

El domingo 27 de octubre se convocó se realizó una gran asamblea de trabajadores de la educación, junto con apoderados, también contó con la presencia de algunos estudiantes, secundarios y universitarios, asistieron delegadas de asistentes de aula, centros de apoderados y delegados de docentes, una asistencia de casi 400 personas, quienes votaron mantenerse en paro y en estado asambleario hasta que se vaya Piñera.

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En este sentido, se votó fortalecer una gran movilización para terminar con todo este régimen heredado de la dictadura, para imponer una asamblea constituyente libre y soberana, para que así el pueblo realmente pueda debatir y decidir todo, pues las migajas propuestas por Piñera en sus anuncios no tocan ni un ápice del modelo neoliberal ya que esto requiere enfrentar privilegios de las grandes multinacionales y grupos económicos multimillonarios que saquean los recursos naturales y acuñan grandes ganancias a costa del pueblo trabajador, gracias al modelo neoliberal que ha beneficiado por décadas al gran empresariado y sometido a la miseria a millones, con sueldos y pensiones de hambre, endeudamiento, educación y salud precaria, contaminación, falta de vivienda y un largo etc., es decir, no quieren ningún cambio estructural, piensan que, con un cambio de gabinete de cambio de asientos, las demandas del pueblo, trabajadores, mujeres y juventud que se manifiesta en las calles, están satisfechas, por el contrario mantuvo una la ministra cubillos lo que es un insulto para quienes nos movilizamos por la educación.

La educación de Pinochet tiene que caer

Desde Nuestra Clase, siempre hemos sido partidarios de acabar con la educación de mercado, que tiene en un estado deplorable la educación pública, esta herencia de la dictadura fue perfeccionada por los gobiernos de la ex concertación y la nueva mayoría, con medidas parches y sin tocar el negocio educativo, es por eso que hoy a miles de trabajadores se encuentran endeudados por el CAE, aranceles de carreras universitarias que superan el sueldo mínimo, por tanto, un derecho inaccesible para el conjunto de la población, becas llenas de condiciones, pruebas estandarizadas como el SIMCE o la PSU, liceos y colegios abandonados y hacinados, que muchas veces supera los 40 estudiantes por sala, establecimientos que no cumplen con las instalaciones mínimas, salas hacinadas, financiamiento a través de subvención escolar, y una larga lista de características de una educación miserable.

Consideramos que para democratizar los liceos y escuela, es necesario que los directores y toda autoridad educativa sea electa por la comunidad, apoderados, trabajadores, docentes y estudiantes. Que los consejos escolares sean resolutivos, para así garantizar la educación que queremos, para ello, el financiamiento deber directo desde el Estado, en base a las necesidades educativas de cada establecimiento.

Los trabajadores de la educación también somos maltratados por la educación de mercado, el traspaso de los establecimientos del estado a las municipalidades en los años 80s, dejó una tremenda deuda a los profesores, ya 14 mil profesores han fallecido esperando su pago, la subcontratación a trabajadoras fundamentales en las escuelas como son las manipuladoras de alimentos o auxiliares, los contratos a plazo fijo, asistentes sin contrato y a honorario, sueldos construidos con bonos, agobio laboral de trabajo administrativo que hay que continuar trabajando en casa, un suma y sigue, combinado con el endeudamiento, el acceso a la vivienda, las bajas pensiones, el alza de la vida, la salud y la educación de nuestra familias. Hay que avanzar a la unidad de todos los trabajadores de la educación, en organismos unificados para dejar de estar dividido por área.

En este sentido, los últimos años de movilizaciones, hemos sido testigo de las viejas fórmulas de dirigir, con marchas folclóricas de presión, mesas de diálogo y negociación, proyectos que se demoran una eternidad en el parlamento y salen cocinados por el senado. Hay que ser claros, estas viejas políticas de conquistar nuestras demandas están completamente obsoletas y se ha demostrado que son inútiles. Es necesario que recuperemos nuestros organismos de aquellos que han transformado la dirigencia sindical en una tribuna de claudicación de nuestras fuerzas y disposición. Hacia ese objetivo es que levantamos Nuestra Clase, e invitamos a todos los trabajadores de la educación que se propongan estos objetivos a impulsar una gran agrupación nacional que se organice para conquistar todas nuestras demandas y las del conjunto de las y lo trabajadores, las mujeres y la juventud.