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Red Internacional
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DEBATE PREVISIONAL EN SALUD. Trabajadores de la salud y el retiro del 10% ¿cuál será nuestra posición ante el debate de las pensiones?

El día que se llevó a cabo la votación que terminó por aprobar en la cámara de diputados el retiro del 10%, varios hospitales y otros establecimientos de salud se mantuvieron informados y expectantes a cada una de las intervenciones parlamentarias y sus decisiones, pero ¿Qué tenemos que decir y decidir las y los funcionarios de la primera línea de esta pandemia?

Lunes 20 de julio de 2020

Es así como ante el resultado a favor del retiro en la cámara baja, aplausos y voces de alegría se hacían notar en los distintos rincones del emblemático hospital de la zona sur de Santiago como lo es el Barros Luco y en otros centros de salud del país. Mismos y mismas trabajadoras que estos meses han sido una trinchera ante la pandemia, a pesar de las malas gestiones de insumos, de los protocolos de prevención, del fallecimiento de colegas o la grave situación de salud de otros.

Todo lo que en su conjunto ha significado golpes emocionales y físicos ante extenuantes turnos, con cientos de bajas por cuarentenas o contagios y con nuevo personal que hace lo que está a su alcance pero que requieren capacitación que finalmente asumen las y los más experimentados, sumando más sobrecarga laboral que los ha tenido al borde del colapso psicosocial.

Y no contamos la persecución, agobio y censura por parte de las jefaturas en un intento de disciplinar a quienes han estado en la primera línea, no solo de la pandemia, sino también durante la revuelta que inició en octubre bajo las consignas de Huelga General, Asamblea Constituyente, Fuera Piñera y en la vasta red de brigadistas que a lo largo y ancho del país atendían al pueblo trabajador mientras se enfrentaba a la represión del Estado con militares y carabineros en las calles.

Con toda esta mochila que el escuálido sistema de salud y el gobierno cargaron sobre los trabajadores del Barros Luco y otros niveles asistenciales de la salud pública, la sola posibilidad de poder decidir sobre parte de sus ahorros les viene a amilanar tanto estrés y necesidad, pues muchas (especialmente mujeres) han tenido que asumir el costo de las suspensiones y despidos en sus familias, o el mismo padecimiento de COVID-19, ellos mismos o sus familias.

Por esto, ante el alineamiento de senadores de la UDI como Moreira, del PPD como Lagos Weber y de la DC quienes con pocas diferencias refieren que apoyan el proyecto de ley pero que harán indicaciones que frenen la posibilidad de retirar fondos a quienes no han visto afectados su puesto de trabajo o su salario, aludiendo también al sector de funcionarios públicos como parte de estos "indemnes" trabajadores ante la crisis.

"Letras chicas" que recuerdan que hay que ir por más

Un duro recordatorio de que a pesar de todo el escenario político del último año no ha cambiado el régimen que persiste bajo los lineamientos de una constitución impuesta de forma antidemocrática por la derecha chilena y el capital extranjero, manteniendo en el parlamento, el presidente y el tribunal constitucional la "última palabra" y marginando a las y los trabajadores quienes desde al 2016 han dado su veredicto ante el tema: NO MÁS AFP.

Cuestión que generó dudas en torno al retiro e indignación a nivel nacional y reflejado en servicios del hospital, como el de Alimentación, quienes de manera espontánea comenzaron a confeccionar y pegar carteles con consignas como "Bono a la primera línea de esta pandemia", "Con mi plata yo decid, 10% para todos". Poniendo en evidencia que el problema de controlar los propios recursos generados con el trabajo deben pasar por el poder de las y los propios funcionarios y no por la casta política altamente cuestionada, pero que mantiene su poder por sobre las necesidad y decisión de la mayoría trabajadora.

También saben de primera mano que los intereses de los empresarios detrás de nuestros ahorros son defendidos "con uñas y dientes". Ante esta resistencia empresarial, del gobierno y los capitalistas sólo nos queda retomar las banderas de un sistema de reparto, solidario y controlado por trabajadores y jubilados, poniéndole fin a las AFP y estableciendo el poder de decisión efectivo sobre los ahorros.

Este horizonte esta planteado desde la revuelta, donde esto se impuso en las calles, junto al fin de todo un sistema heredado desde la dictadura, es decir, el mercado de la salud, la vivienda, la salud laboral, los recursos naturales, etc; y así retomando las luchas y consignas de octubre del 2019 debemos agruparnos y organizarnos por una Asamblea Constituyente, Libre y Soberana conquistada mediante la movilización coordinada.

Así se proponen las y los trabajadores, estudiantes y pobladores agrupados en el Comité de Salud y Seguridad levantado desde la Fenats del Barros Luco (junto a otros comités de la región) que además levantan la exigencia a las grandes sindicales (CUT, Colegio de Profesores, ANEF, asociaciones y federaciones de Salud Pública como la CONFUSAM y las disgregadas FENATS) para que se pongan del lado del pueblo trabajadora y organicen un Paro Nacional para conquistar con nuestras propias fuerzas el fin del régimen que nos dejó el pinochetismo y que han mantenido tanto la derecha como la ex Concertación.