Los dueños de la industria de la salud y los medicamentos están entre los grandes ganadores, junto a los bancos y las empresas energéticas en esta primera parte del ajuste de Milei. Existen, por lo menos, 7 razones para que las y los trabajadores de la sanidad, nos encontremos en la calle el lunes y martes de esta semana.
Domingo 28 de abril de 2024 20:29
En las movilizaciones de este lunes y martes, las y los trabajadores de sanidad tenemos 7 razones para ganar las calles contra la Ley Ómnibus y la reforma laboral. Los dueños de la industria de la salud y los medicamentos están entre los grandes ganadores, junto a los bancos y las empresas energéticas en esta primera parte del ajuste de Milei.
1) Mientras en muchos casos vacían y precarizan clínicas enteras, despiden, pagan en cuotas los salarios o aumentan nuestros ritmos de trabajo, los empresarios de una salud mercantilizada, gobierno tras gobierno, amasan incalculables fortunas otorgadas por los beneficios que Milei les dio desde el 20 de diciembre con el DNU 70/23 y la desregulación total de la medicina prepaga, además de la producción de medicamentos. Como si fuera poco, después de haber aumentado un 165% sus cuotas desde enero hasta hoy, amparados en el propio DNU, rechazaron la disposición del gobierno a que retrotraigan el porcentaje de aumento. Si estos empresarios tienen tanta crisis económica, que la demuestren.
2) Hoy, en muchas clínicas y sanatorios, ni siquiera se pagan los aumentos paritarios de febrero y marzo, por no estar homologado por el ministerio de Capital Humano. Desde el sindicato (ATSA), se realizaron durante el verano, tímidas medidas de fuerza, incluyendo un falso paro, solo en algunos lugares que, luego permitió el acuerdo con las Cámaras Empresarias para lograr un acuerdo para esos meses y la reapertura del dialogo en abril, pero se olvidaron de enero. Con respecto al mes de abril, se atajan y en un comunicado hablan de, “seguir movilizándonos contra la intransigencia empresarial”, frente a una “frágil economía del sector”. Claro, es que mientras convocan a una movilización para el 1 de mayo y, un paro para el 9 del mismo mes (sin movilización), la CGT con Daer a la cabeza, se sentó a negociar con el gobierno la reforma laboral que estará incluida en el paquete de la nueva Ley Ómnibus. Nosotrxs no tenemos nada que negociar, no queremos que nos extiendan los meses de prueba (todxs sabemos que ya existe) o que se legalicen las fraudulentas horas banco, tampoco que se premie a los empresarios condonándoles las deudas por tener trabajo no registrado, mientras nosotrxs tendremos que pagar nuestro fondo de desempleo. Le decimos, “no a la reforma laboral y exigimos la Ley de Insalubridad con urgencia”.
3) Basta de planeros vip. Los empresarios deberían decir a donde fueron a parar tantos años de ganancias récord con programas de beneficios impositivos y otros como el de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), FESCAS y REPRO. Un festival de subsidios para “sostener” una industria “en quiebra”, siete u ocho parásitos que no paran de comprar nuevas clínicas o abrirse nuevos horizontes de negocio. Alberto Roemmers, magnate de los laboratorios que se encuentra entre los principales ganadores en lo que va de la era Milei, acumulando una fortuna de 2600 millones de USD o Claudio Belocopitt de Swiss Medical, dueño del 40% de América TV y renunciado presidente de la UAS (cámara empresaria), son algunos de los principales beneficiados. La plata está, la tienen ellos. Peleemos por un aumento urgente de salarios, acorde a la inflación y que nadie cobre por debajo de la canasta familiar. Nos manifestamos contra el pluriempleo, exigimos la reducción de la jornada laboral y reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados.
4) El vaciamiento de la salud pública, como podemos ver en el cierre de las concurrencias en la CABA, siempre serán en pos de favorecer negocios amigos, con derechos elementales como la salud, que no tiene por qué dejar ganancias. Desde los 90 hasta acá, el desguace de todo lo público, de la mano del FMI, el Banco Mundial, incluyendo en ello el sistema de salud, tuvo como contraparte la emergencia de emporios de la “medicina privada” como Swiss Medical, Osde, Galeno, Medicus, Omint, etc. A estos mercenarios hasta les descubrieron cuentas en paraísos fiscales. No podemos ser las y los trabajadores, quienes sostenemos las clínicas y sanatorios funcionando todos los días, los que paguemos con peores condiciones laborales y salarios miserables, la “crisis” de estos pulpos con sed de ganancia, que esperan con cuchillo y tenedor que se vote la reforma laboral para extender aún más las ya deplorables condiciones de contratación como en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT), donde se está despidiendo y finalizando los contratos y pagando el sueldo en cuotas.
Son múltiples las denuncias de lugares donde se paga el salario en cuotas, se adeuda el aguinaldo o comienzan los cierres y vaciamientos, como sucedió en la Clínica de los Virreyes, o está ocurriendo con despidos en la Clínica San José, con sueldos en cuotas como en el sanitario de Favaloro y Otamendi. Ante cierres o despidos masivos, defendemos los puestos de trabajo.
5) Entre otras nefastas medidas, en la nueva Ley Ómnibus, esta incluido el aumento de la edad jubilatoria para las mujeres a 65 años y se elimina totalmente la posibilidad de pagar la moratoria si no te hicieron los aportes o, trabajaste en negro. Así, 9 de cada 10 mujeres se jubilaban con esta modalidad. Se extiende hasta los 10 días antes del parto la posibilidad de trabajar cursando el embarazo de manera optativa, lo que va a dar lugar a represalias en caso de negarse. Sabemos que ese chantaje no es nuevo, existe con las enfermeras hace tiempo en nuestro sector altamente feminizado. Nuestras vidas y nuestros cuerpos valen más que sus ganancias.
6) Encontramos en la Posta de Salud y Cuidado, un lugar donde organizarnos democráticamente frente a la persecución patronal en donde trabajamos, ya que no se permite la más mínima organización de sus trabajadores (en algunos casos, ni siquiera la filiación sindical), nos venimos organizando desde abajo en dependencias públicas y privadas, uniendo nuestra fuerza a los sectores que salen a pelearla. Porque estamos convencidos de que no podemos pelear por separado, de que el ataque es conjunto y la respuesta debe ser igual. Ponemos nuestros conocimientos al servicio de atender a los luchadores. Nos organizamos de manera independiente de todos los que salen beneficiados de la destrucción de la salud pública y denunciamos que hay algunos pocos vivos que se están beneficiando.
7) Sabemos que esta situación no ocurre solo en nuestro sector y que los dirigentes sindicales, en casi todos los casos, son cómplices y solo toman algunas medidas cuando la bronca en las bases, los empieza a desbordar. Como se vio la enorme bronca que mostró el paro de la UTA en las cabeceras de las líneas de colectivos, donde decenas de colectiveros mostraron la fuerza que tienen cuando toman medidas. Como cada vez que, aunque tímida, la Celeste y Blanca convocó a alguna medida y tuvo un alto acatamiento por parte de lxs trabajadorxs. Tenemos que exigirles que rompan la tregua, no hay nada que negociar y que, desde la CGT, se pongan a la cabeza de unir la fuerza enorme que tenemos.
No alcanzan los paros aislados, por sector, ni tampoco cada tanto tiempo o sin movilización, necesitamos un plan de lucha para tirar abajo todo el plan de Milei y Caputo, la nueva Ley Ómnibus y el protocolo represivo de Bullrich.
El 24 de enero, 8 de marzo, 24 de marzo y el pasado 23 de abril, quedó claro que la fuerza está, hay que organizarla y sacarla a la calle. Seamos miles en el Congreso durante el tratamiento de esta “nueva” Ley de Bases, en las jornadas del lunes 29 y martes 30, para visibilizar este ataque feroz contra toda la clase trabajadora.