Reproducimos el comunicado de trabajadoras y trabajadores del Cenpat-Conicet de Puerto Madryn, en el denuncian al proyecto por ilegítimo e inconsulto, y señalan los graves peligros socioambientales que implica el oleoducto proveniente de Vaca Muerta impulsado por el gobierno nacional.
Martes 10 de octubre de 2023 14:57
El 1 de Enero del 2024 comenzará la construcción del “Oleoducto Vaca Muerta Oil Sur y Terminal de Carga de Petróleo e Instalaciones Asociadas” de la empresa YPF en la zona de Punta Colorada [Río Negro]. La misma constará de dos monoboyas de carga de crudo para buques petroleros a siete kilómetros de la costa en el Golfo San Matías, muy cerca de Península Valdés. Entendemos que este es un megaproyecto más de los varios que pretenden instalarse en nuestros territorios incumpliendo procesos genuinos de participación democrática. La instalación de este megaproyecto generará cambios radicales en nuestra matriz socio-productiva, en las características de nuestras rutas y ciudades pero, principalmente, afectará nuestro territorio, poniendo en riesgo los bienes comunes, la integridad de los ecosistemas y la calidad de vida de las comunidades.
Existe sobre este megaproyecto un estudio de impacto ambiental realizado por una consultora privada. Este estudio es sesgado, fragmentado, incluye una línea de base incompleta y tiene múltiples errores metodológicos. La audiencia pública del día jueves 17 de agosto en Sierra Grande fue fraudulenta y escandalosa porque el material de lectura fue inaccesible, no se permitió la participación de les Chubutenses y se completaron las bancas con gente que fue a abuchear e impedir las intervenciones de las voces críticas al proyecto. Compañeras trabajadoras del CENPAT intentamos asistir y se nos impidió la entrada siendo amedrentadas por patotas sindicales de la UOCRA. Por estas razones repudiamos la Audiencia Pública e invitamos a todas las organizaciones e instituciones, incluido el CCT CONICET-CENPAT, a manifestar públicamente el carácter ilegítimo de la audiencia.
En línea con esto, nosotres como trabajadorxs del sector científico, queremos compartir nuestra preocupación por el avance de este proyecto y el rol de las instituciones científicas. En el CENPAT existen múltiples líneas de investigación en la zona de afectación del proyecto y a la vez abunda literatura científica que alerta sobre los impactos negativos sociales y ambientales en las zonas donde este tipo de actividades se desarrollan. Hasta el momento, las instituciones científicas regionales no han emitido ninguna respuesta a los reclamos solicitados por las comunidades y por los propios miembros de las instituciones. Desde este colectivo denunciamos esta falta de respuestas como un acto de violencia institucional y abandono hacia la ciudadanía. Desde este colectivo repudiamos la celebración de convenios que ponen a disposición servicios y capacidades para un proyecto ilegítimo.
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Repudiamos los avances extractivistas que traen aparejados la vulneración de los derechos humanos como los gravísimos hechos de represión, detenciones y criminalización de la protesta, que se vienen padeciendo en Chubut y en otros puntos del país. Repudiamos una ciencia reduccionista, incapaz de mirar por fuera de los recortes disciplinares, incapaz de reparar en múltiples dimensiones y escalas y siendo funcional a monitoreos y líneas de base legitimadoras de proyectos de muerte. Repudiamos una ciencia cómplice de la devastación de los ecosistemas y las comunidades.
Sostenemos que las comunidades en territorio somos capaces de decidir nuestras prioridades de desarrollo según nuestros deseos, necesidades y expectativas. No necesitamos “que nos vengan a salvar” de ningún atraso o subdesarrollo, poniendo en riesgo los bienes comunes que sostienen la diversidad de economías regionales, como el turismo y la pesca. Queremos que nuestras voces sean escuchadas y principalmente que la comunidad científica reflexione sobre su papel de legitimación en este tipo de proyectos extractivos a lo largo y ancho del país. Como colectivo de trabajadorxs en ciencia le decimos NO al oleoducto, reivindicamos la ley 3308, el resguardo de la biodiversidad y la autonomía de las comunidades costeras del Golfo San Matías para decidir sobre su propio territorio. Por eso hoy, 4 de octubre, decimos basta de zonas de sacrificios, basta de extractivismos, basta de mentiras, basta de devastación social y ambiental, ciencia al servicio del pueblo y no de las corporaciones, por un mar libre de petroleras.
Un colectivo de trabajadorxs del CENPAT