Técnicos escénicos se movilizaron a Plaza Congreso para reclamar por la reapertura de las actividades artísticas y culturales con protocolo de seguridad y por sus condiciones laborales.
Jueves 12 de noviembre de 2020 18:00
El miércoles 11 a las 18h, frente al Congreso de la Nación, las y los trabajadores del espectáculo se concentraron, con la característica indumentaria negra de escenario que les distingue, para reclamar por la reapertura de actividades con público y protocolo. Junto a los ambiles (baúles de trabajo) se congregaron un centenar de trabajadores y trabajadoras autoconvocados.
Tras el parate originado por la cuarentena obligatoria, quienes trabajan sobre los escenarios empezaron a organizarse a través de las redes sociales e inspirados en las movilizaciones que se vienen dando a nivel mundial bajo el lema: ̈Alerta Roja ̈ salieron a la calle con el objetivo de visibilizar y denunciar la precaria situación laboral del sector.
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El espectáculo sobre los hombros de trabajadores precarizados
Las y los trabajadores del sector no pueden trabajar desde el inicio de la cuarentena. Técnicos y artistas vienen denunciando que se encuentran en una situación alarmante ya que, al ser contratados exclusivamente para espectáculos específicos que no se están brindando, desde el mes de marzo no perciben ingresos.
La gran mayoría son trabajadores “freelance” que emiten facturas a empresas para realizar toda la operación técnica y producción de los eventos en el rubro. Aún trabajando durante muchos años para la misma empresa, éstas obligan a las y los trabajadores a facturar como monotributistas para ocultar la verdadera relación de dependencia laboral existente y evadir sus responsabilidades como empleadores.
Los “invisibles’’ dentro del espectáculo también lo son para los derechos laborales. Elles son quienes arman los escenarios, trasladan los materiales, montan las luminarias y el sonido, la gran mayoría con muchos años de experiencia, mientras las empresas recaudan millones a costa de su esfuerzo.
La situación económica que atraviesa el sector obliga a centenares de técnicos y técnicas a subsistir haciendo changas. Parra, técnico de iluminación, nos cuenta que para sobrevivir tuvo que salir a repartir con una bicicleta para las apps que explotan a miles de jóvenes y desocupados en las más extremas condiciones de precarización.
Tras la movilización de actores realizada esta semana sobre calle Corrientes, el gobierno se vió obligado a aprobar el retorno a la actividad teatral y musical con público presencial en las salas, demostrando que el camino es la lucha y la movilización.
Con la ciudad abierta para todas las actividades, es justo también el reclamo de los técnicos por la ampliación a todos los espacios culturales, circos, plazas, parques, salones de eventos, recitales, etc., con los protocolos de seguridad correspondientes; así como la exigencia a los gobiernos, cómplices de la precarización encubierta de las empresas, de regularizar la situación laboral y el otorgamiento de subsidios para paliar la grave situación de todos los y las trabajadoras del espectáculo, el arte y la cultura (en “blanco”, precarizados, independientes o monotributistas forzados) que bien podría otorgarse y ampliarse a todos quienes lo necesitan si avanzaran con el cajoneado impuesto a las grandes fortunas en lugar de arrodillarse ante el FMI promoviendo más ajuste y miseria al pueblo trabajador.