La Federación Nacional de Sindicatos de Enel denunció que la empresa inició una ola de despidos, bajo la excusa de que tendría una deuda pendiente, la que estaría siendo saldada a costa de los trabajadores. Esto sucede mientras que, la empresa está en manos de italianos, ha incrementado sus ganancias a un 46%.
Domingo 15 de diciembre de 2024
La nueva administración de la empresa, inició una ola de despidos y además desconoce beneficios históricos conquistados por los trabajadores, bajo el fundamento de que cuentan con una grandiosa deuda. Motivo por el cual buscan reducir los gastos asociados a la calidad de vida de los empleados y sus familias.
Esta situación habría comenzado desde que la empresa, en manos italianas, se trasladó al nuevo Edificio Corporativo en Las Condes. Tras esto, el sindicato solicitó la fiscalización de permisos de funcionamiento a distintos organismos, detectando una serie de incumplimientos que derivaron en multas y mejoras para cumplir con las normas vigentes, e instaurando un clima “de temor interno entre los trabajadores, temiendo ser despedidos en cualquier momento”.
Como sucede año tras año, las empresas se ven en la potestad de dejar a miles de familias sin sustento para aumentar sus ganancias. Mientras los empresarios como sucede en este caso con Enel, se enriquecen a costa de la explotación de sus trabajadores, ahora se les despide bajo la excusa de la deuda como si fueran desechables. Las “pérdidas” se socializan, pero las ganancias son privadas.
Esto sólo significa menos trabajadores trabajando más. Sin embargo, ya conocemos las consecuencias, además del estrés y el mayor cansancio, suelen darse más condiciones para el aumento de enfermedades laborales, el deterioro de la salud mental general de los trabajadores y lo que lo hace aún más indignante es que el aumento de las ganancias no se reparte con estos, sino que los salarios se mantienen mientras los precios de servicios básicos como este aumentan y los grandes empresarios se hacen cada vez más ricos.
Cabe recordar que durante este año la compañía eléctrica estuvo en medio de la polémica por los cortes de electricidad a consecuencia de los acontecimiento climáticos, pero esto no afectó en nada sus ganancias. Incluso hace unos meses el CEO de Enel se refirió a los cortes de luz en Chile, señalando que ese tipo de situaciones son inevitables y comparándolo con Florida (EE.UU), donde según él se han quedado hasta dos semanas sin luz y nadie se ha quejado. Demostrando el desinterés de parte del máximo ejecutivo de la empresa generadora y distribuidora de electricidad hacia las familias afectadas durante los eventos de mal tiempo acontecidos durante este año.
Esta situación muestra la reacción de los empresarios por mantener sus negocios intactos y descargar en este caso la deuda sobre los hombros de los trabajadores. Ante la grave situación es urgente levantarse contra los despidos, que vienen ocurriendo tanto en el sector público como privado, cuyo causante es el sistema que sustenta las exuberantes ganancias del gran empresariado y el trato inhumano que sufren millones de trabajadores.
A la vez es necesaria la nacionalización de las empresas eléctricas bajo control de trabajadores y técnicos especialistas, para garantizar que este servicio esencial esté en función de las grandes mayorías y no del lucro empresarial, que solo favorece a unos pocos a costa de los bolsillos de las familias trabajadoras y el pueblo.