Ante la falta de dotación "continua y sostenida" de medicamentos e insumos de bioseguridad y frente a la situación de vulnerabilidad a la que están expuestos, las y los trabajadores de salud de dos centros hospitalarios en Montero, emitieron un voto resolutivo exigiendo a los tres niveles de Gobierno las garantías y condiciones adecuadas para ejercer su labor.
Domingo 12 de abril de 2020
Foto: El Día
Tras conocerse que cinco trabajadores de salud del área de laboratorio del Hospital Alfonso Gumucio dieron positivo al Covid-19, los trabajadores y trabajadoras de dos centros hospitalarios “Alfonso Gumucio Reyes” y del "Servicio Pediátrico René Balderas López" emitieron un voto resolutivo el 9 de abril.
Entre las siete demandas de los trabajadores de salud está la petición de renuncia inmediata del Director y la Jefa de Enfermeras, ya que éstos no velan ni garantizan en última instancia la vida de las y los trabajadores ya que no hacen las gestiones correspondientes para dotar de los equipos e insumos de bioseguridad que son urgentes y básicos para enfrentar la pandemia: resguardas sus vidas y poder salvar las que llegan a sus manos.
Así mismo exigen “garantías para (que) el personal contagiado y en situación de caso sospechoso de coronavirus, reciba atención médica continua con calidad y calidez (...)” ya que las condiciones para una atención de calidad en el mismo hospital son totalmente deficitarias.
Otro de los problemas con los que vienen lidiando los trabajadores de salud es la falta de asignación de un medio de transporte que pueda llevar a los trabajadores de su domicilio al centro hospitalario. Durante este periodo señalan que han estado movilizándose con sus propios recursos.
La crisis por la que atraviesa el sistema de salud de Montero no es reciente ni es un caso aislado, sino que es parte de un problema estructural ya que a nivel nacional este sector ha estado completamente desatendido por los gobiernos anteriores y mucho más por el actual Gobierno de facto. Hoy, en vez de centrar los recursos y las políticas públicas en reforzar el sistema de salud los recursos aparentemente están destinados a solventar el despliegue militar y policial por las calles.
El Gobierno de Áñez y las fuerzas armadas incluso se dan la tarea de destinar recursos para que un cura suba a un helicóptero a rociar agua bendita. Desde ese mismo helicóptero que rocía agua bendita en noviembre del año pasado se lanzaron granadas lacrimógenas durante las masacres como la de Sacaba en Cochabamba.
Mientras se redactan las últimas líneas de esta nota, los informativos meridianos anunciaban que los trabajadores en salud habrían entrado en diálogo con las autoridades y preveían una posible solución a las demandas que habían emitido en su voto resolutivo (cuyas imágenes circularon en redes sociales). Mismo en el que "conminaban" a que si no se daba respuesta renunciarían de manera colectiva.
Desde el jueves 9 de abril el laboratorio de análisis ha dejado de atender, está completamente cerrado. La ciudad de Montero hoy vive su encapsulamiento y a partir del martes todo el departamento de Santa Cruz será totalmente militarizado.
Estas medidas son tomadas mientras se enfrenta la pandemia sin un laboratorio de análisis, con miles de familias pasando hambre detrás de la puerta de cada vivienda y con un alto contingente de militares y policías desplegados allá afuera dispuestos sin duda a hacer uso de la fuerza bruta como lo han demostrado anteriormente.
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