Los trabajadores estatales agrupados en el Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG) tomaron el edificio de la alcaldía municipal y las calles en torno al centro de Chilpancingo como medida de protesta para exigir aumento salarial al gobernador priista del municipio.

Gabriel Bagundo México | @g_bagundo
Viernes 16 de junio de 2017
Foto: La Jornada
Desde las primeras horas del martes 13 de junio, cerca de 800 trabajadores organizados en la sección 28 del SUSPEG tomaron las instalaciones del palacio municipal, edificios públicos aledaños y las calles del primer cuadro de Chilpancingo.
El SUSPEG es un gremio con vida sindical y política activa. Durante el 2014 las bases de los trabajadores del estado de Guerrero se movilizaron en las calles de Guerrero exigiendo la presentación con vida de los 43 normalistas de Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos por el Estado y sus militares.
Durante meses también estuvieron en las calles junto a la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Estado de Guerrero (CETEG), espacio sindical desde donde se coordina el magisterio democrático del estado, quienes fueron una de las primeras secciones sindicales del magisterio combativo en ponerse en pie a nivel nacional contra la Reforma Educativa del Peña Nieto.
Los trabajadores del SUSPEG exigen al presidente municipal Marco Antonio Leyva Mena, y a Héctor Avilés Leyva, quien preside la Secretaría de Finanzas y Administración Municipal, el cumplimiento de un incremento del 15% salarial y el 30% en prestaciones. El presidente municipal de Chilpancingo –relatan los trabajadores- sólo se ha escondido.
El estado de Guerrero es uno de los estados con los más altos índices de pobreza y marginación en el país, mientras que los grandes negocios turísticos se apropian de casi toda la derrama económica que genera la principal actividad empresarial del estado: el turismo. Por eso, el triunfo de los trabajadores del SUSPEG en lucha por aumento salarial sería un triunfo para todos los trabajadores de la región que requieren urgentemente e un ingreso digno para mantener a sus familias.
Esta lucha se da en el marco de un aumento de la inseguridad en las calles de la capital y del estado, de diversas movilizaciones en contra de la violencia a periodistas, del recrudecimiento de los feminicidios, y del señalamiento vínculos en el gobierno de Guerrero con el crimen organizado.
El estado de Guerrero necesita urgentemente de una política de empleo y oportunidades educativas que ofrezca espacios para desarrollarse a miles y miles de jóvenes que ante la falta de ellas son cooptados a las violentas filas del narcotráfico. La violencia en el estado genera terribles escenas de homicidios, juvenicidios y feminicidios que la población pobre y trabajadora del estado sufre diariamente. En cambio, el gobierno del estado reprime maestros, normalistas y organizaciones en lucha. Tanto el gobierno del estado, como el gobierno local, han sido señalados en diversos medios por sus vínculos con el narcotráfico.
Distintos medios de comunicación han reportado que en lo que lleva en el ejercicio de funciones, el presidente municipal de Chilpancingo Marco Antonio Leyva Mena, ha gastado millones de pesos en promover su imagen personal. Pero a los trabajadores del estado les dice que “no hay dinero”.
Es fundamental que las organizaciones sindicales, sociales y todas las que se reclaman opositoras al Estado a nivel regional y nacional, exprese ampliamente y con movilizaciones la solidaridad con la lucha de los trabajadores de la sección 18 del SUSPEG.