El lado B del mundial. Trabajadores inmigrantes en Qatar obligados a endeudarse para ser contratados

Los países del Golfo Pérsico se caracterizan por contratar trabajadores migrantes para las obras de construcción y otros trabajos bajo un sistema llamado “kafala” que emula condiciones de semi-esclavitud. Desde que Qatar ganó hace 10 años el privilegio de ser la sede de la Copa del Mundo, en las obras de infraestructura murieron más de 6.500 trabajadores migrantes de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka.

Ahora una investigación de The Guardian da cuenta de cómo trabajadores, principalmente de esos países, debían pagar miles de dólares -a agentes ilegales en sus países de origen- para asegurarse ser contratados. Esto pasa en casi todos las áreas laborales que emplean trabajadores de bajos recursos, pero sobre todo eran empleados para la construcción de los estadios, rutas y servicios de hotelerías entre otros.

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En Qatar más del 90% de la fuerza laboral es inmigrante (solo aproximadamente 250 mil personas son de origen qatarí), unas dos millones de personas, una gran cantidad de ellos sometidos a condiciones inhumanas, . Además de estar bajo el sistema de Kafala (N.R: significa "garantizar". Es un sistema del derecho islámico por el cual un trabajador necesita tener un patrocinante para ingresar a trabajar en el país y ese empleador puede cancelar su permiso de residencia en cualquier momento, lo que inmediatamente convierte al trabajador en un ilegal).

Este régimen de Kafala es tan oprobioso que hasta la FIFA tiempo atrás tuvo que exigirle a este Estado -una monarquía absoluta- que garantice los derechos laborales. Después de que se conocieron las condiciones a las que eran sometidos los inmigrantes, el emir Hamad Al Thani modificó la legislatura y supuestamente el país abandonó el sistema Kafala, pero la práctica subsiste.

Ahora salió a la luz el cobro de grandes cifras que las personas se veían obligadas a pagar, soñando con un trabajo mejor que la precariedad absoluta que tenían en sus países de origen.

El periódico inglés informa que este sistema de pago "adopta diferentes formas, pero a menudo las empresas o los intermediarios en Qatar y los agentes de contratación en los países que envían mano de obra se confabulan para obligar a los trabajadores a pagar por su propio contrato. Los honorarios se pagan a los agentes en los países de origen de los trabajadores antes de la partida".

Esto trabajadores tienen que endeudarse para poder pagar esas contrataciones en Qatar. Muchos venden sus pertenencias, o algún terreno que puedan tener. Por ejemplo los trabajadores oriundos de Bangladesh y Nepal (que son aproximadamente un tercio de la fuerza laboral inmigrante en Qatar) pagan tarifas de U$S 3.000 a U$S 4.000 y de U$S 1.000 a U$S 1.500 respectivamente. Como una vez llegados, el salario que reciben es de más o menos U$S 275, les lleva un año de trabajo pagar su contratación.

Esto es ni mas ni menos que una de las más aberrantes caras del capitalismo. Como Qatar viene estando a la vista de todos por el mundial y ahora que solo faltan algunos meses para el comienzo, mucho más, sale a luz este régimen de semi esclavitud. Lo mismo sucedió con el Kafala y por eso Thani se vio obligado a modificar la legislación laboral.

Qatar es el tercer país con reservas mundiales de gas natural, por detrás de Rusia e Irán. Pero dos días anteriores al inicio de la guerra en Ucrania, terminaba en en ese emirato un foro de 11 países productores de gas, allí Qatar tuvo que aclarar que no podría sustituir a Rusia en las exportaciones de gas, si Europa lo requiriera (necesita para ello mayor infraestructura). Este año Estados Unidos lo desplazó y hoy es el principal exportador mundial de gas natural licuado (GNL).

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Pero esas exportaciones junto con las de petróleo le garantiza a la familia del emir, y a esa burguesía qatarí, que con sus familias, amigos, etc, constituyen gran parte de los 250 mil nativos, tener una fortuna y un modo de vida llena de lujos.

En el otro extremo se encuentran los trabajadores inmigrantes semi esclavos, sometidos a condiciones inhumanas y con deudas que contrajeron, cuando fueron a trabajar a ese país pensando en que podrían darles mayor bienestar a sus familias en sus países.

Por eso en el 2020 un sector de ellos salió a bloquear carreteras para exigir un pago justo y observan con atención las movilizaciones que comienzan en otras regiones, sobre todo en sus propios países.

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