El ex ministro de Economía -que viene asesorando al Gobierno en la negociación de la deuda- presentó un plan económico que incluya una reforma laboral.
Miércoles 12 de agosto de 2020 08:59
Foto: Roberto Lavagna, Gerardo Martínez y Sergio Massa.
Roberto Lavagna se puso en movimiento. Y, otra vez, fue para defender los intereses patronales. Este martes presentó públicamente un plan de medidas para la pospandemia que incluye una reforma laboral abierta. Es decir, el ex ministro de Economía de Néstor Kirchner propone más trabajo precario e inestable.
El documento, titulado pomposamente, “Pilares de un programa de crecimiento con inclusión”, propone un plan de reactivación económica que se basa en la precarización del trabajo. Allí se plantea la necesidad de hacer “convivir dos sistemas: el actual y uno nuevo que contemple los cambios ocurridos en el presente siglo” en referencia al mundo de las relaciones laborales.
En el texto presentado se lee: “CREAR TRABAJO PRIVADO voluntario y diseminado requiere formular el OBJETIVO en el marco de dos SISTEMAS:
• EL SISTEMA QUE HOY EMPLEA, en blanco y con normas propias de la economía del bienestar de la II post guerra mundial, al 49,5 % de los asalariados privados. Este Sistema debe ser respetado integralmente por el principio de los derechos adquiridos.
• UN NUEVO SISTEMA, en blanco y con normas precisas, que responda a los cambios educativos, tecnológicos y productivos del siglo actual. Lo más importante es que permita que el otro 50%, el de los trabajadores que actualmente están desempleados, subempleados, pseudo empleados (parte importante de monotributistas), etc., puedan trabajar dignamente”.
Cuando se sale de las frases genéricas y se pasa al mundo de los hechos, la propuesta precarizadora de Lavagna queda blanco sobre negro. El ex ministro plantea que “hay un método rápido para avanzar: el sistema que rige en la industria de la Construcción (Libreta de Trabajo, que supone aportes a un fondo de desempleo). Luego se puede perfeccionar. Pero por aquello de que lo perfecto es enemigo de lo bueno, hay que actuar rápido. Ya llevan demasiados años excluidos”.
El mecanismo que propone el ex candidato presidencial consiste en un aporte que realiza el empleador para constituir un fondo que le permita despedir sin indemnizar. Se trata de un fondo que se constituye con un aporte mensual del 12% del salario durante el primer año. Ese monto, depositado en una cuenta bancaria, genera intereses para el trabajador. .
El “modelo” que propone el ex ministro es el de un sector donde reinan la informalidad y la precariedad laboral. Hoy paralizado por la cuarentena, se trata sin embargo de un sector donde las muertes y los (mal llamados) accidentes laborales son moneda corriente.
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