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Red Internacional
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Migrantes. Tragedia migrante: 53 muertos en Texas y 23 en Melilla, dos postales de la barbarie capitalista

Autoridades estadounidenses dieron a conocer que aumenta a 53 personas las cifra de migrantes fallecidos en un tráiler en San Antonio, Texas. Mientras tanto en la frontera de Marruecos con el Estado español fueron asesinados 23 migrantes subsaharianos. La migración, la guerra y el hambre son expresiones de la descomposición del sistema capitalista.

Viernes 1ro de julio de 2022

Dos noticias que han dado la vuelta al mundo: 53 personas que murieron encerradas en un tráiler abandonado, migrantes mexicanos y centroamericanos que intentaban llegar a Estados Unidos escapando del hambre y la violencia. Casi al mismo tiempo, en la frontera de Melilla al norte de África mueren 23 migrantes a manos de la policía al intentar cruzar la vaya que les impedía cruzar a territorio español.

Las noticias sobre migrantes asesinados, encontrados en fosas comunes o reprimidos por el ejército y la policía, son cada vez constantes en un mundo que atraviesa fuertes crisis económicas, alimenticias y climáticas.

Los gobiernos de forma totalmente hipócrita culpan a “mafias” que trafican con personas, cuando la realidad es que son las fuerzas represivas las que siguiendo órdenes desde arriba torturan y masacran seres humanos que huyen de la miseria.

El capitalismo muestra su verdadero rostro en imágenes que estremecen a cualquiera que observe más de cerca la situación. Un sistema que explota recursos y seres humanos con el único fin de aumentar la ganancia de un puñado de grandes millonarios.

La humanidad no merece este sistema de hambre y muerte. El desarrollo de las fuerzas productivas actuales podría ponerse al servicio de terminar con la pobreza otorgando a todos un trabajo y la posibilidad de desarrollarse libremente, en lugar de esto, el despilfarro de la burguesía en lujosos hoteles y campos de golf, convive con la escasez de agua y de productos básicos en cada vez más zonas del mundo, mientras crece la violencia.

La barbarie capitalista de la que hablaba Rosa Luxemburgo se muestra cada vez más abierta, con muertes de seres humanos que intentan llegar a los países privilegiados que se favorecen de la explotación de los países periféricos y dependientes, pero también con la masacre en escuelas en Estados Unidos, el aumento del feminicidio en México, la guerra en Ucrania, la sequía en el norte de África, el crecimiento de la homofobia y el racismo en Europa y en el mundo o el aumento de la indigencia en múltiples países.

La clase trabajadora nativa y migrante, los pueblos originarios y todos los sectores oprimidos deben comprender que el problema es el capitalismo, pero también que no es una fatalidad que este sistema nos lleve cada vez a un mundo con más desigualdad y miseria, depende de nosotros, los trabajadores que producimos el mundo organizarnos para transformar esta realidad.

La barbarie avanza, hay que enfrentarla.