Hay al menos 45 personas muertas, en lo que debía ser una “zona segura” para la agrupación de desplazados.
Miércoles 29 de mayo de 2024
En medio de la escalada de violencia que ha desatado Israel en el territorio Palestino de Gaza, que desde octubre del año pasado ya suma la macabra cifra de 36 mil asesinados, durante esta semana la prensa internacional y fuentes provenientes de Rafah, al extremo sur de la región, informaron de un cruento ataque en el campamento de desplazados en la zona, con imágenes que no tardaron en llegar a las redes, mostrando el nivel de violencia y crueldad empleados por el Estado sionista.
El ataque dejó la cifra aproximada de 45 personas muertas, números que durante el paso de las horas podría acrecentarse debido a la cantidad de heridos y a las condiciones precarias en que se encuentran debido al constante bloqueo y ataque por parte del ejército israelí.
Consultado por el ataque, y ante la condena internacional generalizada por el cruento y cruel desenlace, el primer ministro Benjamín Netanyahu sostuvo que todo fue “un trágico percance” y que “estamos investigando el caso, esa es nuestra política. Para nosotros cada daños civiles involucrados es una tragedia”.
Estas declaraciones llegan en el momento más crítico del conflicto, en el que Israel como potencia pro imperialista ha empleado métodos de guerra y de desplazamiento ya ocupados desde 1945 y perfeccionados en experiencias como el ‘Holocausto Silencioso’ en Guatemala, donde este país asesoró la masacre indigena durante los años ochenta y noventas, bajo el obvio amparo de los Estados Unidos.
Detalles del ataque y la necesaria movilización por palestina
Según informaron fuentes del ejército israelÍ, y publicadas por la Agencia EFE, esto fue un “operativo preciso basado en inteligencia” y que buscó dar con dos supuestas cabezas de Hamás presentes en edificios cercanos. No obstante, diverso material gráfico ha demostrado el constante asedio que sufren los civiles en este conflicto ,siendo víctimas de ataques indiscriminados y otros métodos que solo forman parte de la constante política del terror sionista.
Es necesario que nos articulemos en una gran fuerza de la clase trabajadora y popular para movilizarnos y denunciar la limpieza étnica que el Estado de Israel busca institucionalizar en la Palestina ocupada, ante los ojos del mundo y las grandes potencias capitalistas como Estados Unidos, que ven en la región otra fuente de inversión, pasando por encima de la vida de miles de civiles, entre ellos una gran mayoría de niñas y niños.
Extendiendo las huelgas generales y paros en solidaridad en fuerte movimiento anti imperialista, para terminar con el genocidio en la perspectiva de una palestina libre del imperialismo, obrera y socialista, donde árabes y judíos puedan convivir en paz y unidos.