Sábado 13 de diciembre de 2014
Un hombre está en su oficina; tiene una bolsa de compras, la abre y saca una blusa de mujer. se la va a probar cuando una alumna lo interrumpe; la guarda avergonzado y piensa que es una locura. Esta escena es una buena imagen de lo que pasan miles de personas que sienten que su cuerpo es el equivocado y viven ocultando lo que desean ser y lo que sufren por el miedo a la discriminación, al abandono.
La escena pertenece a la serie norteamericana Transparent y su triple juego de palabras. TRANS y PARENT, padres trans(género) pero también transparencia, visibilidad. Y ese es uno de los principales logros de esta serie de Amazon, visibilizar una realidad oculta por los discursos de normalidad y del Sueño Americano.
El personaje de Transparent, Mort/Maura, es un hombre que decide a los 70 años convertirse en lo que siempre sintió que debía ser, una mujer. Padre de una hija mayor (Sarah) que está casada con un hombre pero que tiene una amante mujer (su compañera de secundaria), un hijo (Josh) que no logra relacionarse afectivamente con ninguna mujer con las que se acuesta, aunque les pregunta si lo aman mientras tienen sexo, y una hija menor (Ali) mantenida por él porque le da lástima que sea tan inútil. Y una ex esposa que vive en un asilo con su pareja y que es la única que entiende lo que siente. Ahora como Maura se encuentra en el dilema de cómo le va a contar a sus hijos su cambio abrupto de apariencia, su nueva vida como mujer.
¿Será aceptado por sus hijos? no lo sabe, ¿será aceptado por la sociedad? tampoco lo sabe, pero tiene la necesidad de ser transparente, de no ocultarse más.
En Transparent se trata la sexualidad de forma integral. El descubrimiento del deseo y del sexo en la adolescencia por Josh que mantiene una relación desde los 14 años con la que fuera su niñera, diez años mayor que él. El ocultamiento de la relación, aunque parece que todos lo saben, oculta el abuso físico y emocional de la relación erótica que establece la niñera con Josh, que lo marcará negativamente al momento de relacionarse con otras mujeres en su adultez. La marca de ese abuso, negada por todos incluidos él, lo lleva a buscar en la mirada de las mujeres con las que tiene sexo un sentimiento de amor verdadero. El descubrimiento de la homosexualidad también en la adolescencia de Sarah no se oculta, aunque ella decida casarse con el hombre del que dice haberse enamorado, hasta que el amor de la adolescencia vuelve para quedarse y enamorarla nuevamente. Esta relación lésbica sólo se oculta en tanto infidelidad y es aceptada normalmente por todos pero presenta conflicto en su esposo, que no puede aceptar la idea de que su mujer vuelva a ser lesbiana. El amor entre Mort y su esposa, que lo lleva a pedirle poder vestirse de mujer para tener relaciones, aunque a ella le parece raro, visibilizando que la transexualidad no es lo mismo que homosexualidad o relación homoerótica. En un momento tierno y divertido, su ex mujer le dice a Maura que ellas eran un matrimonio igualitario antes de que se pusiera de moda. La búsqueda de aventuras sexuales de Ali la lleva a vivir con dos hombres a los que invita a drogarse con la excusa (oculta) de hacer un trio aunque ellos se dan cuenta y la echan, y a seducir a un hombre transgénero (con vagina aún) por puro morbo. Aspectos como estos y muchos otros son tratados con total crueldad y realidad en Transparent. Pero vayamos a lo que la hace una serie distinta y que es el motivo de este post.
En forma de flashback se muestra la historia oculta a la sociedad de Mort y su transformación a Maura. La escena con la que inicié este artículo muestra lo que los discursos hegemónicos de sexualidad normal causan en las personas que están por fuera de ella. Mort no es gay, no es un hombre al que le gustan los hombres y por eso se viste de mujer, él ama a su esposa y le gustan las mujeres, Mort es una mujer lesbiana en el cuerpo de un hombre. Si pensamos en lo difícil que significaba en los 80 decir que eras gay, imaginemos pensar lo que significaba decir que eras una mujer en el cuerpo de un hombre y encima una mujer que ama a otra mujer. Doble problema. Pero para Mort no era un problema el amor hacia su esposa, lo que le es difícil es poder transformarse en mujer en un contexto de total discriminación hacia los travestis y trans. Mort se compra ropa de mujer y pelucas, se las prueba, se mira al espejo, pero todo en la oscuridad, en la privacidad y soledad de su habitación o de su oficina en la Universidad. Porque él es titular de cátedra de Historia en la universidad y con una familia judía normal, un hombre respetado. Sin embargo la misma fuerza opresiva de la sociedad que lo lleva a ocultarse es la que provoca canales alternativos para los "diferentes", así conoce a otro hombre en la sección de revistas prohibidas de una tienda. Ese es su primer contacto con un Otro igual a él, con sus mismos deseos y problemas, y se siente menos solo. Alquilan una habitación en un hotel y se visten, se maquillan y se ponen la peluca, y salen de la habitación como Maura y su amiga, por primera vez en su vida. Parecen niñas con juguete nuevo, se sienten libres, se ríen, los mozos las tratan como mujer, todos ven dos mujeres tomando algo en un bar. Pero es sólo un momento, un espejismo porque Maura debe volver a calzar los pantalones, debe desmaquillarse y volver a su casa como hombre. Esa experiencia es trascendental porque allí nace Maura; era ella, como siempre había querido, había sido tratada como siempre sintió que debió ser, era vista como ella se veía en realidad. Maura se volvió transparente a Mort, Maura existía.
En otro flashback este hombre le cuenta sobre un campamento para gente como ellos, y no duda en ir sacrificando aún el bar mitzvah de su hija menor. En la llegada al campamento, como hombres aún, es la apertura a un mundo de maravilla para Mort. Hay hombres vestidos de mujer por todos lados, caminando libremente, tomando algo, bailando, es un espacio abierto sin oscuridad, es un espacio transparente. Pero hay algo que lo hace diferenciarse de los demás mientras habla con ellos: Maura quiere ser Maura para siempre, quiere cambiar su sexo definitivamente. Se da cuenta de que ellos sólo son hombres que les gusta vestirse de mujer, no hay una conciencia de transformación de género o cambio de sexo en ese momento, por eso le dicen que es una locura ir tan lejos porque ninguno de ellos quiere ser una mujer totalmente. Es más, uno de ellos, el único en realidad, lleva a su mujer al campamento porque ella acepta que a su marido le gusta vestirse de mujer a veces. Cuando termina el campamento todos vuelven a ser hombres, menos Maura que decide conducir como Maura aunque su amigo le dice que es peligroso.
Volviendo a la actualidad de la serie, Mort decide por fin dejar de ocultarse y se convierte en Maura, aunque se lo oculta a sus hijos pero no a su ex. Conoce a una trans más joven de la que se hace amiga y que la ayuda en su transformación: le ayuda a elegir la ropa, las pelucas aunque decide dejarse su pelo largo, el maquillaje, la postura, la forma de hablar. El acompañamiento de su amiga trans es fundamental para Maura porque ella sabe que a su edad su tiempo se acorta. Sus hijas se enteran primero, y aunque tengan sus dudas lo acompañan y lo aceptan. Y ven lo peor de la sociedad: Maura va al baño de mujeres y unas niñas escandalizadas le dicen que se vaya porque es un hombre.
La historia de Maura es la historia de muchas personas, aunque sabemos que la mayoría es mucho más dolorosa y trágica. En estos días presenciamos la transfobia de la sociedad porteña a partir del proyecto de ley (de 2012 pero cajoneado) para dar un subsidio a personas trans de más de 40 años. Mucho se ha dicho sobre el monto pero poco se habla del porqué del proyecto. Sabemos que apenas una 200 personas trans recibirían el subsidio, personas como Maura, que (sobre)viven a la transfobia oculta del Estado y la sociedad. Muchos bromeaban diciendo "bueno, me pongo una peluca y unos tacos y cobro $8.000" como si ser transexual y travesti fuera algo divertido, fuera una gracia para pasar el momento. Transparent muestra la crueldad y el sufrimiento de lxs trans, el dolor del ocultamiento y el miedo a la visibilidad. La transfobia vertida en estos días en los medios de comunicación no es otra cosa que la permanencia de un discurso hegemónico sobre la normalidad sexual creado por la medicina, la psicología y la religión, la falta de respeto a la diversidad sexual, la falta de respeto al Otro en tanto otro, la desinformación y la falta de conocimiento de la realidad trans, la invisibilidad trans, y la violencia implícita y explícita de los órganos del Estado.