Total despreocupación por sanitizar los buses, castigos a los trabajadores por el solo hecho de enfermarse, grandes recortes en los salarios al supuestamente adherirse a la “Ley de Protección del Empleo” siendo que son empresas que generan millones de pesos y que además son subvencionadas por el Estado, y prácticas totalmente antisindicales. Los problemas que aquejan a los trabajadores de la Red Metropolitana de Movilidad (ex transantiago), principalmente de la empresa RedBus Urbano.
Martes 23 de junio de 2020
Desde el comienzo de la cuarentena es que han sido variadas y diversas las formas en las que los empresarios y el gobierno, apoyados por el parlamento y la oposición, han pisoteado y precarizado a la clase trabajadora. Ya hay más de un millón de cesantes y más de 600 mil suspendidos de sus salarios a lo largo de la crisis sanitaria. Empresas multimillonarias tales como McDonald, Starbucks, Ripley, Cencosud y entre muchas otras se han acogido a leyes como la mal llamada Ley de Protección del Empleo que ha precarizado a miles de familias. Han habido casos más mediatizados como lo fue el escándalo de Latam, donde se despidieron a más de 1.700 trabajadores.
Ante todas estas injusticias, aprovechamientos y desidias empresariales no se restan las empresas de micros/buses del transporte público, en este caso de la empresa RedBus Urbano, donde los trabajadores han denunciado -anónimamente por la razón a ser despedidos y ser víctimas de la dictadura patronal- varios atropellos de parte de la empresa, en este reportaje hemos querido recoger algunos de ellos.
Despreocupados totalmente de sanitizar:
Los trabajadores denuncian la escasa preocupación por parte de la empresa en cuanto a las condiciones básicas para los trabajadores. “Para ellos solo somos un número más”, dice uno de ellos.
“No hay medidas de sanitización, las máquinas giran, giran y giran, y jamás he visto que sean sanitizadas”, acusa.
Explican que hay un total y grave abandono a los trabajadores, “cuando a un chofer lo bajan porque está contagiado con el virus, le echan un poco de amonio cuaternario a la micro y nada más, además no lo podemos ocupar porque lo tienen con candado. No nos pasan para sanitizar la cabina, quieren que nosotros costeemos eso con plata de nuestros bolsillos”.
(imagen que muestra el amonio cuaternario bajo candado)
“Al principio limpiaban un poco los buses con una máquina, pero de a poco se fue haciendo menos, primero cada tres días, etc. Después no vi más, no sanitizan. A lo más le pasan un paño. Nosotros tenemos que encargarnos de hacerlo. Además de que gastamos de nuestra plata para comprar alcohol gel para usar en la pega. Lo único que hacen es entregarnos mascarillas. Yo creo que después de cada vuelta en el bus, deberían sanitizarlo para luego volver a salir, eso no se hace”, esto tomando en cuenta que ya son entre 10 a 15 trabajadores que ya se han contagiado del virus solo en ese depósito. Estas son algunas de las denuncias por parte de los trabajadores de esta empresa de buses del transporte público, que recordemos, son las mismas micros que debe tomar toda la clase trabajadora para poder movilizarse a sus trabajos, exponiéndose a ellos y a sus familias.
Con respecto a este mismo tema de la sanitización, también se refieren acerca de la falta de entrega de alcohol gel, insumo básico y totalmente necesario para prevenir contagiarse del COVID19. “Hay una botella donde se puede sacar un poco, pero no para llevar y andar trayendo, y esto es grave porque uno lo necesita para desinfectarse cuando tiene que cambiar letreros o tocar cosas que pudieron ser tocadas por otras personas”, explica uno de los choferes. Esto significa que no pueden, por ejemplo, sacar en un paño para echarle al volante, después de que otro chofer ocupó el bus.
En cuanto al jabón también hay graves denuncias puesto que no tienen un libre acceso a él para prevenir el contagio, ya que el lavado constante de manos es una de las formas más eficiente de cuidarse, ‘“no está en el baño, hay que ir a pedirlo a una oficina para sacar”, dice un chofer. Para variar, “hay más falta de higiene, el baño está hediondo, mojado, parece baño de pozo”, concluye.
Ante estas situaciones, la empresa se rehusó a darnos información.
(imagen de los baños)
Castigo por enfermarse:
Algo muy importante, es que la empresa hace una especie de “bonificación” a los que asistieron a trabajar en todas las jornadas correspondientes. Este “gran favor” por parte de la empresa consiste en que los trabajadores pueden recibir un adelanto de su sueldo en la quincena, lo que serviría para poder ordenarse mejor con el dinero. Sin embargo, basta con enfermarte y estar con la licencia laboral correspondiente, aunque sea un día, y aunque sea el día 14 (es decir, un día antes de la quincena) para perder ese beneficio. Ante esto, cabe decir que en una situación de pandemia como la que estamos viviendo hoy es muy fácil enfermarse y tener una licencia, o que un familiar se enferme y acceder a licencia preventiva, entre otras situaciones similares.
“Desde siempre, cuando alguien se enferma antes del día 15 del mes, nos castigan sin pagarnos el adelanto en la quincena, sin importar si ya trabajaste todos los días y te dan licencia el día 14”, explica uno de los trabajadores.
Además dicen que por esta misma razón es que hay quienes están trabajando de todas maneras con síntomas de coronavirus, para esperar a que pase el día 15, “porque o si no no nos pagan y tenemos que aguantar hasta fin de mes para recibir plata. Si no morimos de coronavirus morimos de hambre. Más encima que uno se contagia trabajándole a estos empresarios y está arriesgando contagiar a los demás por su desidia. En plena pandemia nos castigan con plata por enfermarnos”, dice.
Con respecto a esto mismo, no recibir el adelanto que se tiene pronosticado puede ser muy perjudicial para la economía de los trabajadores, puesto que como la empresa se adhirió (supuestamente, como explicaremos más adelante) a la “Ley de Protección del Empleo”, y los trabajadores sufren de un recorte de salario bastante importante.
Aunque esta situación ya suena mal, donde los trabajadores son literalmente castigados por enfermarse, y aún en una pandemia mundial, no es todo: el castigo de quedar sin quincena no es solo por ese mes en que se tuvo licencia, sino que, como nos explican los trabajadores, son tres meses sin ese goce. y ojo, reiteramos: por enfermarse.
“Ley de Destrucción del Empleo”
Adhiriéndose a “Ley de Protección al Empleo”, la empresa rebaja los sueldos de los trabajadores en un 17,5% (para un trabajador que gana $600.000, la rebaja es de $105.000), donde parte de esa rebaja sería complementada con cargo al Seguro de Cesantía, sin embargo los trabajadores denuncian que no se les está devolviendo.
En primera instancia dijeron que el dinero llegaría el pasado 20 de junio, sin embargo, les volvieron a dar una excusa a los trabajadores, explicándoles que les llegaría entre el 20 y el 30 del mismo mes.
Esto, sumado a lo explicado anteriormente, provoca que los trabajadores se encuentren en una situación extremadamente precaria. Es decir, trabajan en una empresa que no los cuida, arriesgando a enfermarse, que les baja los sueldos considerablemente, los castiga por enfermarse sin el adelanto de la quincena y que además los tiene sin recibir el complemento del Seguro de Cesantía.
Es por esta manera burocrática y explotadora de tratar a los trabajadores, que estos mismos explican que se sienten inseguros de si es que realmente la empresa se adhirió a la Ley de Protección del Empleo, o simplemente se está llevando a sus abultados bolsillos todo ese dinero recortado del sueldo de los trabajadores en una situación de crisis. Este dinero es bastante tomando en cuenta la cantidad de trabajadores que tiene la empresa, la que supera los 2.500, recortando más de $100.000 por persona.
Nos bajaron el sueldo siendo que trabajamos exactamente lo mismo. Además descontaron ese porcentaje (17,5%) que se supone que lo recibiríamos de nuestro seguro de cesantía y aún no lo recibimos, ¿quién se está echando esa plata al bolsillo?, cuestiona uno de los choferes.
Sin embargo, es claramente necesario cuestionar el hecho de que es una empresa que genera ingresos de 70.910 millones de pesos (cifra de 2018, en la actualidad no debe variar mucho) y que aún así, como otras empresas millonarias, se adhiere (supuestamente, como explicamos) a una ley que permite suspender trabajadores y recortar sueldos para que sean pagados por el Seguro de Cesantía, como para que no se vayan a quiebra.
Por otro lado es importante destacar que la Red Metropolitana de Movilidad (ex Transantiago) no es totalmente privada, sino que recibe una importante subvención por parte del Estado, y aún así se adhiere a dicha ley.
¿Y los sindicatos?: Prácticas antisindicales y maneras de despolitizar el transporte público
Dentro de las seis empresas de la Red Metropolitana de Movilidad (ex Transantiago) existen un estimado de 1.500 sindicatos en un universo de 15.000 trabajadores aproximadamente, donde la mayoría son creados por las mismas empresas para evitar la real organización de sus trabajadores. Además denuncian que existen casos donde un trabajador pertenece a 2 sindicatos. “Cuando tu entras a una empresa, si tu no te adhieres a los sindicatos que la empresa tiene, te hacen un descuento de $80.000. Una forma que tienen de presionar. Tienen sindicatos corruptos que son de ellos mismos“, cuenta un trabajador.
Otro chofer confesó que “los sindicatos dejan bastante que desear. Todos estamos en distintos sindicatos. Ni siquiera avisaron que se nos iba a reducir el sueldo (mayo), ni fueron capaces de llamar, poner algún cartel o algo. Nos enteramos del recorte cuando ya estábamos a fin de mes sacando cuentas”.
“Yo creo que tenemos que tener más comunicación entre los mismos trabajadores y los sindicatos. Por ejemplo yo estoy en uno y ni siquiera se quien es el presidente, nunca lo he visto. A ellos les importa que le demos los $6.000 pesos mensuales y nada más. Además ni siquiera llaman para saber si los trabajadores que estén en cuarentena preventiva o con Covid19 necesitan algo. Con suerte en septiembre nos entregan una caja de mercadería. No puedo rescatar cosas buenas del sindicato”, afirma otro trabajador.
“Los sindicatos no hacen nada. Además nos jodieron con plata, nos descontaron el sueldo y los sindicatos, nada. El sindicato está ahí para servirle a la empresa, nada más.”
Estos relatos pueden reflejar la visión de por lo menos un número importante de choferes del transporte público que han visto afectados sus sueldos y sus condiciones laborales durante la pandemia. Quienes además denuncian que las dirigencias sindicales no han jugado ningún rol durante este tiempo, que muchas veces son impuestos por la misma empresa con dirigentes de su lado y que no funcionan bajo la democracia y organización de las y los trabajadores de base. Esto en realidad no es nuevo, y es que las empresas prefieren comprar a un par de burócratas para mantener a los sindicatos inservibles y que los trabajadores no se puedan organizar.
Como bien sabemos, en los últimos años se han producido varios paros y movilizaciones desde este sector, logrando organizar a cientos de trabajadores a través de la Coordinadoras de Trabajadoras y Trabajadores del Transantiago, como cuando comenzaba a llegar la pandemia a Chile y el gobierno no tomaba ninguna medida seria para evitarlo, donde más de mil choferes paralizaron exigiendo medidas sanitarias mínimas, así como también la reincorporación de trabajadores despedidos.
Cada vez que se movilizan ha repercutido enormemente en el funcionamiento de Santiago. Y es que cumplen un rol estratégico, transportan a las masas trabajadoras a sus empleos, sin ellos la producción no puede continuar. Justamente por esto, los empresarios hacen uso de todos los vicios legales de esta bella democracia para ejercer su descarnada dictadura patronal. Controlan sindicatos, compran a dirigentes que traicionan a sus compañeros, y hoy, amparados por las leyes que Piñera con los demás partidos del régimen han votado, bajan los sueldos, suspenden, despiden y permiten que se contagien más trabajadores de Covid19.
Autoorganización: La necesidad impostergable de recuperar los sindicatos
Si bien los trabajadores explican que ha habido algo de organización independiente de la empresa, como lo han sido completadas o porotadas para así intentar ayudar a sus compañeros que se encuentran mal económicamente, no han podido organizarse con la disposición de lucha en contra de este sistema desigual y precarizador, que ha obligado a la clase obrera a cargar con esta crisis. “Como trabajadores hemos discutido varias cosas pero nos ha costado porque no falta el que no está de acuerdo y no se puede. Si nos vamos a parar todos, tenemos que ser todos. Eso ha costado por miedo a perder el trabajo”.
Esto se explica por la dictadura patronal implantada en las empresas, donde a los trabajadores movilizados simplemente se les es expulsado de ella. Incluso, en las empresas que conforman Red, pasa algo muy particular, y es que a los trabajadores que son despedidos de una de estas por temas políticos, queda “en línea” para las otras empresas que el trabajador es “revoltoso” y así no te vuelven a contratar en ninguna de las otras empresas de micros.
Y también se explica por las conductas antisindicales llevadas a cabo por la empresa. Por eso es necesario construir una organización que esté unida para pelear en contra de esas burocracias sindicales en todas las empresas, pues como explica uno de los trabajadores, “el problema no es el sindicato, sino que las dirigencias del sindicato”. Es necesario recuperar esos sindicatos, unificarlos y activarlos para seguir el camino de la huelga general, como lo fue 12 de noviembre del año pasado, en donde el gobierno se vio totalmente acorralado puesto que los trabajadores detuvieron la economía, y que rápidamente fueron salvados por los demás partidos del régimen, desviando la lucha a un acuerdo nacional de una nueva constitución pactada por ellos y bastante limitada que no nos ofrece verdaderos cambios.