A continuación, reproducimos la declaración de la Corriente Socialista de las y los Trabajadores CST ante la crisis política que se vive en Perú, la cual ha dado un salto en las últimas horas a raíz del asesinato de dos jóvenes estudiantes por la policía nacional, esto ha obligado a Manuel Merino a renunciar a la presidencia de la República.
Domingo 15 de noviembre de 2020 14:16
Foto: Luis Maguiña
¡A las calles! La CGTP debe convocar a un paro nacional ya!
Luego del asesinato de dos jóvenes a manos de la policía, se produjo una seguidilla de renuncias del gabinete recién nombrado por Merino. Las movilizaciones, en su gran mayoría auto-convocadas y espontáneas se extienden en todo el Perú. La juventud en las calles viene haciendo gala de una gran disposición a la lucha y de valentía frente a la brutal represión que se da en Lima y en las principales ciudades del país. Es urgente que la Confederación General del Trabajadores del Perú (CGTP) llame a un paro nacional contra la brutal represión policial y estatal, y, para demoler hasta los cimientos la constitución fujimorista que ha permitido y alentado el surgimiento de una casta política completamente corrompida y divorciada de los intereses de las grandes mayorías del pueblo trabajador.
Es esta casta política de los Kuczynski, los Fujimori, los Vizcarra, los Merino y toda esa cofradía de políticos al servicio del imperialismo que han aprovechado la pandemia para enriquecerse a costa de las vidas, el dolor y el sufrimiento, del pueblo peruano. El Frente Amplio además de su burocratización no se ha distinguido de esta casta política y hoy recibe el repudio de los miles de movilizados. Esto es producto del carácter de su programa de colaboración de clases, y una estrategia respetuosa del ordenamiento jurídico fujimorista.
En las últimas horas las movilizaciones han pegado un salto y se profundizan. El odio de las y los trabajadores, la juventud y el pueblo en las calles hace sentir su hartazgo con esta casta política y una “democracia” que está al servicio del saqueo de los recursos naturales y de profundizar la explotación de los trabajadores, del campo y la ciudad, y de la exclusión y opresión de los pueblos indígenas y de las grandes mayorías populares.
Sin embargo, el Congreso hoy se apresta a aprobar una salida reaccionaria a la grave crisis ante la renuncia de Merino. El nombre de Gino Costa, representante de la bancada del Partido Morado, empieza a sonar como posible reemplazo de Merino. Nada más ni nada menos que otro representante de esa casta política profundamente corrupta y al servicio de las patronales y el imperialismo. Estas medidas desesperadas están intentando prolongar la vida de este régimen moribundo intentando llegar a las elecciones generales de abril del 2021 para que las mismas puedan descomprimir la caliente atmósfera política y reconducir las aspiraciones democráticas de millones detrás de alguna variante del régimen político actual.
Es urgente derrotar este plan reaccionario del congreso. Es urgente impulsar la lucha por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, para discutir qué país necesitan y quieren los trabajadores y el pueblo, para terminar con la injerencia imperialista y el saqueo de las trasnacionales sobre los recursos naturales, terminar con las leyes y disposiciones antiobreras y antipopulares implementadas durante todos estos años de neoliberalismo recargado, para discutir la propiedad de la tierra y los derechos agrarios de millones de campesinos y pueblos indígenas. La lucha por esta ACLS permitirá que millones de trabajadores comprendan que la misma solo podrá realizarse imponiendola con la movilización generalizada de todo el pueblo, mediante la huelga general política y convocada por un gobierno provisional de las organizaciones obreras, campesinas y populares en lucha.
Por eso desde la Corriente Socialista de las y los Trabajadores CST, llamamos a exigir a la CGTP y demás organizaciones sindicales y populares a la inmediata convocatoria a la movilización general de los trabajadores y a la huelga general para expulsar a esa casta corrupta y profundamente antidemocrática y antipopular, porque lo que está en juego es profundizar esta crisis para abrir e imponer, desde abajo, un proceso constituyente no a la medida de las castas parasitarias que se pugnan el control del Estado, sino un proceso constituyente libre y soberano para acabar con la reaccionaria Constitución de 1993 y con el régimen político que en esta se sostiene.
En esta pelea, la juventud tiene un gran puesto de combate como lo viene mostrando en las calles durante los últimos días. Ante la brutalidad policial represiva es urgente impulsar la organización de la autodefensa, del derecho a la protesta y por las libertades democráticas hoy amenazadas por esta casta política corrupta.
Hay que impulsar todas las formas de autoorganización de los trabajadores y el pueblo, basadas en la más amplia y profunda democracia de los que luchan, para impedir que todos los esfuerzos por tirar abajo esta constitución fujimorista sean nuevamente traicionados y negociados por la burocracia sindical y de los movimientos sociales como sucedió con la marcha de los 4 Suyos que expulsó a Fujimori pero que abrió el camino a Toledo. La juventud movilizada junto a los trabajadores y el pueblo debe forjar hoy una salida distinta y al servicio de las grandes mayorías trabajadoras.