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Internacional. Tras la manta, vidas en constante peligro

"Nosotros nos ganamos la vida de una forma que no nos gusta, cogiendo la manta, corriendo delante de la policía y recibiendo palizas". Estas son algunas palabras de los propios manteros en el acto de presentación del colectivo solidario "Tras la Manta".

Martes 8 de septiembre de 2015

Durante todo el verano se ha venido manteniendo e intensificando en Barcelona un conflicto de caracter migratorio por parte de ‘Barcelona en Comú’, impulsando una campaña de persecución policial contra los trabajadores de top-manta.

La alcadesa de la ciudad Ada Colau, mantiene una política de doble rasero en cuanto a la emergencia migratoria. Por un lado se pone al frente, junto a las otras ciudades “por el cambio”, de las exigencias a la Unión Europea sobre las leyes migratorias capitalistas. Y por el otro, profundiza la campaña de persecución contra los trabajadores ambulantes en el centro de la ciudad. Desde que ‘Barcelona en Comú’ accediera al Ayuntamiento, se han reforzado e intensificado las unidades y los operativos de la Guàrdia Urbana contra los manteros, además de permitir toda una campaña mediática en su contra.

A raiz de este incremento de la campaña policial contra los manteros a las órdenes de ‘Barcelona en Comú’, el sábado pasado se presentó el colectivo ‘Tras la manta’. Una plataforma desde la que se pretende brindar toda la solidaridad y ayuda a los trabajadores de top-manta.

Una de las responsables que conforman ‘Tras la manta’ explicó en la presentación que: “organizamos una red solidaria llamada ‘Tras la Manta’, porque tras ella también existen personas con nombres y apellidos con sentimientos e ilusiones. Ponemos a disposición de nuestros compañeros un Teléfono de alarma para cuando estén siendo identificados, agredidos o intimidados por la policía, acuda la mayor cantidad de gente para solidarizarse”.

Desde ‘Tras la manta’ exigen también a ‘Barcelona en Comú’ que se posicione claramente de una vez y que pongan fin al conflicto contra los trabajadores de top-manta. Además llaman a que: “la sociedad civil, los movimientos sociales y partidos políticos se posicionen contra el conflicto que se está generando. La policía está acosando y agrediendo a nuestros compañeros para conseguir la imagen en el momento en que ellos se rebotan contras sus agresores para profundizar la campaña mediática. Actualmente el centro de Barcelona está tomado por la policía”.

En la presentación se puso también de manifiesto los problemas de reglamentación por los que pasan los manteros: “las personas con antecedentes y sin documentación en regla como pueden ser ellos no pueden aspirar a ningún contrato y empleo. Las detenciones truncan todo su trayecto vital y sus aspiraciones a reglamentar toda su documentación”.

El colectivo ‘Tras la manta’ también denuncia y apunta a la sociedad capitalista como eje del problema con los manteros: “Barcelona es una ciudad capitalista en la cual la gente compra y vende. Este verano se ha decido que la venta ambulante es un problema. La venta ambulante existe porque catalanes, españoles y turistas quieren comprar bolsos que parezcan de channel pagando 10 euros”.

Ya en el tramo final de la presentación, algunos trabajadores que han sido perseguidos, identificados y golpeados durante estas semanas, denunciaron la presión a la que están sometidos, así como la campaña policial y mediática.
Khadim, un joven trabajador de top-manta que el pasado jueves fue golpeado por la policía durante una redada, explicaba: “nosotros no tenemos ningún problema con el Ayuntamiento de Barcelona ni con la policía. Cuando nos piden los papeles, si los tenemos los damos. Todo lo que hacemos es por nuestras familias, no podemos dejar que nuestras familias pasen hambre. Por eso luchamos y por eso trabajamos en la venta ambulante, porque no queremos robar para comer, queremos dinero limpio. Dicen que somos peligrosos, aquí no hay nadie peligroso”.

“El jueves me pillaron a mí, yo soy vendedor y ese día salí de mi puesto para comprar comida y me paró una pareja de la policía. En ese momento yo no tenía los papeles y entre los dos empezaron a pegarme. Esto no es normal, estamos allí por nuestras familias, no estamos allí para robar, matar o vender droga. Es la primera vez que me pegan, pero será la última porque voy a luchar. Voy a luchar porque me duele la imagen que se da de nosotros. Además, la justicia siempre da la razón a la policía y eso tampoco es normal”.

Por su parte otro trabajador ambulante Pape, denunció la imagen y las mentiras que se ciernen sobre el colectivo: “siempre se dice que los top-manta son una mafia, entre los manteros no hay mafias, nosotros vamos a Badalona a comprar los bolsos para luego venderlos. ¿Dónde están los mafiosos? los productos vienen del puerto de Barcelona, no hay mafia dentro de los top-manta. Si tienes dinero para comprar, puedes vender. Algunas veces pierdes dinero y otras no tienes nada para vender. Nosotros nos ganamos la vida de una forma que no nos gusta, cogiendo la manta, corriendo delante de la policía y recibiendo palizas. No queremos persecuciones, queremos tolerancia. Nos gustaría ganarnos la vida de una forma más digna, pero es difícil encontrar trabajo. No somos mafiosos ni somos criminales”.

“La policía sabe nuestra situación y vienen a provocar preguntando por los papeles. Tienen derecho a preguntar, pero ellos ya conocen a muchos de los que no tienen papeles. Nosotros nos tenemos que proteger y defender de las provocaciones de la policía, su intención muchas veces es enseñar a la opinión pública una imagen negativa nuestra. Pero estas situaciones las podemos cuidar hasta cierto punto, las provocaciones en verano siempre van a más y luego pasa lo que pasa”.

Pese a los esfuerzos de los diferentes colectivos, la campaña de persecución contra los manteros sigue intensificándose. Hasta el punto de que apenas unas horas después de la presentación del colectivo ‘Tras la manta’, el centro de Barcelona era nuevamente cercado por la policía bajo las órdenes de Gala Pin, una de las regidoras de ‘Barcelona en Comú’ y el responsable de Seguridad del Ayuntamiento Amadeu Recasens.

El desmesurado operativo de los antidisturbios de la Guàrdia Urbana provocó que tras largas horas de persecuciones por las calles, los trabajadores de top-manta decidieran abandonar sus puestos y refugiarse en sus domicilios.

Ante el incremento de esta campaña represiva, es más necesario que nunca seguir tejiendo una red de solidaridad con los trabajadores de top-manta. Y desde la unidad de acción enfrentar las políticas reaccionarias y capitalistas.