Mientras José Luis Ammaturo, presidente de la cámara de las PyMES metalúrgicas, llama a una mesa de dialogo con los trabajadores, en Tres de Febrero sus empresas despiden.
Sábado 21 de enero de 2017 11:03
Según declaraciones publicadas en el portal Ámbito Financiero el 19 del corriente, el empresario “denunció” que: “las empresas más pequeñas, es decir nuestras PyMES, a pesar de no haber tenido un buen año económico, han hecho un esfuerzo importante comprendiendo la situación de nuestros empleados, mientras que las grandes empresas y sus instituciones vinculadas -que cuentan además con amplios recursos provenientes de cargas en los salarios de los trabajadores- han tenido un criterio diferente, haciendo prevalecer su situación particular”. Ammaturo es un sin vergüenza.
La PyME: Potente y Máxima Explotadora
Es que la supuesta denuncia que dice sobre las “grandes empresas” deja entrever que las PyMES son las mayores precarizadoras de la mano de obra. En este sentido en nuestro distrito, no solo la PEUGEOT, una multinacional francesa viene despidiendo a miles de trabajadores desde el 2014; sino que las PyMES que victimiza Ammaturo también lo hacen. Y no solo eso. Éstas tienen a sus trabajadores con el 40% del sueldo en negro (que además no llega a cubrir el costo de la canasta familiar) sin dar las categorías correspondientes, mi posibilidad de elegir delegados.
En este medio ya hemos publicado variasdenuncias sobre las condicionesde trabajo en el gremio metalúrgico de Tres de Febrero. Pero en lo que va del 2017 la persecución patronal, paso a ser despido discriminatorio. Aduciendo que hay supuestos “bajos rendimientos”, “oídos sordos” a supuestas advertencias e incluso supuestas “quejas de clientes” despiden a trabajadores que tienen que hacer changas fuera del horario laboral para llegar a fin de mes y llevar el pan a sus familias. Mientras avanzan los despidos Caló dice que seguirán con prudencia y no harán ningún paro.
Caló, el vocero de esas PyME
A esto se refiere Ammaturo con “mesa de diálogo”, sentarse con las direcciones sindicales para ver como flexibilizan y despiden. Y lo deja clarito el dirigente Caló cada vez que puede. Esta semana fue en las puertas del Ministerio de Trabajo de Triaca, con la amenaza de 500 despidos en Banghó, donde en vez de exigir su reincorporación inmediata, reclamaba para la patronal que le bajen impuestos, sino iban a despedir. Nosotros queremos los sindicatos para los trabajadores, no para los patrones. ¡Basta de despidos! Eso sería un buen comienzo para un “Feliz 2017”.
Corresponsal UOM Tres de Febrero