Mariano Valdés fue detenido ayer junto a su número dos, el subcomisario Alberto Bellagio, ambos sospechados de encubrir y falsear la escena de un confuso tiroteo que había denunciado como un ataque mafioso en su contra.
Sábado 21 de septiembre de 2019 20:09
El 9 de septiembre el ex comisario de la Policía Federal de Santa Fe, Mariano Valdés, fue baleado en la autopista Rosario- Buenos Aires, en medio de un confuso episodio. El auto en el que se desplazaba Valdez, junto a la suboficial Rosana González, recibió 10 impactos de bala, y uno de ellos complicó la salud de Valdés que permaneció internado hasta días posteriores.
El hecho se denunció como un robo y un ataque mafioso en contra del ex comisario, y fue refrendado como tal por la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien aprovechó para atribuirlo a su presunta “lucha contra las mafias”. “Estamos preocupados porque vemos indicios de un típico ataque de bandas narco criminales. Vamos a ir a fondo en la investigación por la necesidad de frenar los ataques que intentan amedrentar a quienes conducen la lucha contra el narcotráfico en Santa Fe”, planteó Bullrich el 10 de septiembre, en diálogo con Aire de Santa Fe.
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Pero en tanto avanzaron las pericias, el relato de Valdés y su acompañante perdieron coherencia y otras hipótesis entraron en escena. La segunda especulación estuvo vinculada a un supuesto problema personal y “pasional” entre el ex comisario y su acompañante. Esto fue descartado por la fiscalía, luego de contrastar testimonios y pruebas periciales. Acto seguido, Bullrich pasó de tratar de víctima a llamar “mentiroso encubierto de Policía” al ex jefe federal.
En tanto, la última hipótesis, que derivó en la detención de Mariano Valdés y su segundo, Alberto Bellagio, presume que encubrieron la escena y adulteraron pruebas. Previo a su detención, el ex jefe de la PFA y la suboficial González habían sido apartados de sus cargos. En lugar de Valdés fue designada Roxana Raquel Romero.
El fiscal Matías Edery, interviniente en la causa que investiga la justicia santafesina, señaló en rueda de prensa el viernes por la tarde que Valdés “se habría bajado y habría tenido un encuentro con personas que conocía”. Y agregó: “Hubo una charla, luego una discusión y el enfrentamiento que termina con él herido. Pero el enfrentamiento se da en la parte posterior y continúa adentro del auto con el comisario repeliendo y entrando porque le estaban disparando”.
Valdés y Bellagio fueron arrestados después de que se realizaran allanamientos en la delegación de la Policía Federal en Santa Fe. En palabras del fiscal, fueron detenidos “por una serie inconsistencias e incumplimientos de sus deberes de funcionario público que se fueron detectando en el trascurso de la investigación”. Edery explicó que “faltan elementos y evidencias de la escena del hecho” y que hubo “participación de diversos integrantes de la fuerza”. Bellagio, subcomisario de la fuerza federal, estuvo en el lugar la misma noche de los disparos.
En tanto se espera la audiencia imputativa la próxima semana para precisar lo ocurrido, los escándalos policiales copan nuevamente la plana santafesina, contra todo el artefacto gubernamental encabezado por Bullrich que se ufana de “combatir a las mafias”.
Las fuerzas federales fueron el subterfugio que encontraron los distintos gobiernos para encauzar la crisis policial en la provincia, que involucra también a la justicia y al poder político. Primero el kirchnerismo intentó con la gendarmería, en acuerdo con el Frente Progresista. Luego fueron Macri y Bullrich quienes, también con el aval del ejecutivo provincial, introdujeron a la Policía Federal tras la remoción de oficiales que fueron procesados por la justicia federal por narcotráfico.