La pelea que dieron sus amigos, amigas y familiares en las calles y en las redes sigue latente. Porque no alcanza con la prisión preventiva a German Bentos, el policía federal que lo asesinó:"queremos perpetua sin ningún beneficio". La juventud dice basta de gatillo fácil y violencia policial.
Lunes 24 de agosto de 2020 14:35
Alan Maidana, su nombre recorrió las redes y los medios de comunicación, incluso los grandes medios como Telefe y otros.
Los relatos del hecho ponen la piel de gallina de cualquiera que los escuche, los tiros, la ambulancia que no entró. Es desgarrador y a la vez la valentía de sus amigos y amigas, desde el disparo hasta hoy, su lucha es un ejemplo que recorre el barrio y de los cientos de pibes y pibas que dicen basta.
Que salieron a las calles, que armaron sus banderas, sus remeras, que se armaron a sí mismos de nuevo y que todos los días le dan una pelea a la vida.
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Horas transcurrían luego del hecho del 24 de mayo del corriente año, en el barrio San Mauro, allí en ese pasillo donde las y los pibes se juntan desde pequeños, allí donde los recuerdos de los juegos, las novias y los novios, los primeros besos, los primeros amores, las piñas y los abrazos, todo junto se entremezcla con el recuerdo demasiado vivo todavía de "nuestro amigo", dicen por ahí.
Y es que Alan era muy querido por todos sus amigos, porque era "un personaje que siempre te hacía reir".
"Estaba estudiando, terminando el secundario y quería trabajar. Estaba enojado porque no le habían asignado el IFE. Hicimos el curriculum y las copias para entregar a partir del martes", cuenta su mamá, Mariana.
"Alan era un loco de los animales, recuerdo que de chico no te dejaba matar una cucaracha, se la pasaba juntando bichos". Cuenta una vecina que lo vio crecer.
"Lo anotamos en la escuela secundaria agraria porque pensábamos que le iba a gustar estudiar ahí por los animales y cuando llegó el momento de faenar conejos, nos dimos cuenta que no había sido la mejor opción".
"Estaba cansado de que la policía lo persiga, por la ropa deportiva, por la visera. Un día se volvió descalzo porque la policía le sacó las zapatillas".
"En la escuela era el justiciero, se enojaba porque no le gustaba la discriminación hacia sus compañeros, tenia muchos compañeros de la comunidad Boliviana que sufrían discriminación, entonces él se peleaba por defenderlos y siempre quedaba en dirección".
"Volvía del trabajo, bajaba del colectivo en la 7 y caminaba dos cuadras hasta que lo veía ahí, en la persiana con los chicos ¡qué alegría verlos ahí! seguía más tranquila hasta casa".
Estos relatos son los que se escuchan cuando se habla de Alan Maidana, de quiénes lo conocen. El pibe de 19 años que tiene una historia, igual que la de cada pibe que es asesinado por la policía cada día. Alan tiene una familia, tiene amigos y amigas, que no van a dejar de pelear hasta que se haga Justicia: #JusticiaPorAlan.
Los pibes y las pibas levantan una campaña contra la discriminación y la criminalización de la juventud, porque los casos de gatillo fácil aumentan todos los días, y porque sus vidas siguen corriendo peligro, porque aún hoy la policía bonaerense sigue hostigando a las y los jóvenes.
En la provincia de Buenos Aires, el ministro Sergio Berni sale a hacer campaña mientras las armas de su policía están manchadas de sangre de los pibes del barrio. Las fuerzas de seguridad del país tienen crímenes que encubren y tapan.
El estado es responsable por cada pibe que no está, por cada familia arruinada.
También se pronuncian para que aparezca Facundo y para que haya justicia por todas las víctimas.