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Red Internacional
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Mirá el video. Tres mitos sobre la caída del muro de Berlín

Se cumplen 33 años de este hecho que fue un parteaguas de la historia reciente. Con los años se construyeron una serie de mitos que es necesario tirar abajo.

Claudia Ferri

Claudia Ferri @clau.ferriok

Martes 9 de noviembre de 2021 16:39

DERRIBAMOS 3 mitos sobre la caída DEL MURO DE BERLÍN - YouTube

Al fin de la segunda guerra mundial, las potencias mundiales vencedoras ocuparon Alemania ya derrotada y partieron la capital en cuatro zonas de operaciones. Aunque la clave es que se dividieron en dos lados o bandos.

El lado oriental, bajo control de la Unión Soviética, donde fue expropiada la burguesía pero no por un movimiento revolucionario sino controlada por una burocracia dirigida por Stalin. Conocida como la República Democrática Alemana (o RDA). Mientras que el lado occidental fue dividido entre Estados Unidos, Francia e Inglaterra que formaban el bando capitalista y crearon la República Federal Alemana (o RFA).

El muro lo que hizo fue materializar esta división, reemplazando vayas y alambrados. Estuvo en pie 28 años, medía más de tres metros y medio de altura y lo tiraron abajo el 9 de noviembre de 1989. Fue televisado en vivo y directo en gran parte del mundo.

Con su caída se construyeron muchos mitos que tienen una clara intencionalidad ideológica y política.

Primer mito: el muro lo construyeron los comunistas

Se dice que los responsables de su creación fueron solamente los soviéticos pero no es tan así. Si bien es cierto que fueron ellos quienes lo construyeron, en realidad hubo un acuerdo entre ambos para levantarlo. Porque al bando capitalista u occidental no le convenía ni quería que miles de jóvenes del este cruzaran la frontera en “búsqueda de un supuesto progreso”. Muchas personas quisieron cruzarlo y cientos murieron en el intento.

El muro comenzó a construirse el 12 de agosto de 1961 y en todos esos años, Estados Unidos no planteó derribarlo. De hecho, quiénes lo destruyeron fueron las masas de Berlín del este, hartos del régimen empobrecido en el que vivían.

Segundo mito: con la caída del muro hubo una reunificación en Alemania

Se dice que en 1990 Alemania fue reunificada. Literalmente esto significaría la unidad de los dos lugares en igualdad de condiciones. Pero más que una reunificación, lo que hubo fue una anexión de la parte oriental por parte de Alemania occidental. Y esto hizo que se posicione años más tarde como una potencia europea.

Se destruyó muy rápido la economía y la importante capacidad industrial que había desarrollado Alemania oriental. Se privatizaron todas las instituciones estatales y la desocupación aumentó muchísimo. Los berlineses orientales se convirtieron en mano de obra barata de las industrias del oeste. Situación que no se modificó con el paso de los años sino que al día de hoy todavía hay una brecha salarial y social muy grande entre las dos zonas, aunque el muro ya no exista. Esto generó que esa bronca y frustración sean canalizadas por una derecha antiinmigrante y fascista que actualmente tiene peso del lado oriental de la ciudad.

Tercer mito: cayó el muro, por lo tanto, fracasó el Socialismo

Esto además habría dado como resultado que el capitalismo sería el sistema triunfante. Pero vayamos por partes. Cuando cae el muro, los alemanes orientales no querían vivir en su mayoría bajo las reglas capitalistas. Tenían demandas profundas -como en otras partes de la Unión Soviética- por la crisis económica no resuelta, la baja productividad y las malas condiciones de vida que eran notables pero además querían libertades de prensa y de organizaciones, prohibidas bajo el régimen estalinista. Por eso cuando tiran abajo el muro lo primero que hacen es ir a quemar las oficinas de la Stasi, que era la policía secreta oriental.

Además, cuando cayó el muro, la prensa alemana hizo una encuesta y salió que el 71% de quienes vivían en Berlín Oriental querían seguir viviendo allí, pero con democracia y sin las restricciones territoriales que habían separado por décadas de amigos y familiares que vivían del otro lado de la frontera.

Entonces lo que fracasó en Alemania, y en la Unión Soviética en general, no fue el socialismo en sí mismo sino el modelo estalinista de “socialismo en un solo país’’. Fracasó el gobierno burocratizado que se volvió antidemocrático, que cerró sus fronteras buscando una “convivencia equilibrada” con el bloque occidental hasta que éste finalmente terminó traccionándolo. Que incluso eliminó muchísimas de las enormes conquistas de la revolución rusa de 1917, que habían logrado que un país atrasado y pobre pudiera convertirse en una potencia mundial a través de la planificación centralizada de la economía en muy pocos años.

La caída del muro extendió el neoliberalismo a todo el mundo y las consecuencias actuales son claras: se empobreció la clase trabajadora en todo el mundo, creció mucho la desigualdad social (más aún con la pandemia) y ni hablar la crisis ambiental que éste sistema provoca y acelera. ¿Este sería el triunfo capitalista del que hablan sus defensores?


Claudia Ferri

Historiadora, UBA. Columnista de la sección Historia de La Izquierda diario.

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