El Frente Amplio (FA) ha dado un giro, para algunos era muy evidente y para otros fue una sorpresa. De la ambigüedad, al voto condicionado y finalmente al llamado abierto a votar por Guillier.
Jueves 14 de diciembre de 2017
Un viraje de tres momentos
El primero: la indefinición, donde habían señales contradictorias, expresadas en figuras que uno podría considerar más cercanas a la Nueva Mayoría. Vlado Mirosevich, una de sus figuras, descartó un llamado explícito a votar por el independiente y aclaró que privilegiarían la continuidad del Frente Amplio. (22/11/2017)
Pasado los días comenzó un viraje claro hacia un segundo momento, el cual poco a poco marcó una diferencia. Distintas figuras del FA salieron con un nuevo discurso, aparecía el llamado a votar contra Piñera, y Guillier debía ganarse a los votantes del FA.
Para esto debía asumir compromisos: terminar con las AFP, condonar la deuda del CAE, aumentar los impuestos a los súper ricos, y también se habló de cambios en el sistema de salud. Sin embargo, Guillier no se comprometió a cambios completamente sustantivos en estos temas, aunque si afinó sus diálogos electorales.
Pese a la nula respuesta de Guillier, ya se abrió un tercer momento, donde el FA dejó de lado sus condicionantes, lo que fue marcado por el llamado a votar por Guillier que ocurrió ayer por parte de Izquierda Autónoma, en voz del senador electo Juan Ignacio Latorre, los diputados Boric y Jackson. Hoy ya es posible encontrar en la declaración de Izquierda Autónoma una visión de autocrítica de sus posiciones, llamando a votarlo como organización.
¿Una maduración del Frente Amplio?
Alguien podría ver en este cambio de posición una maduración del Frente Amplio, una política realista ante el rechazo que concita la figura de Piñera y la derecha. Lo que se deja de lado en esta afirmación, es que tanto la Nueva Mayoría como la derecha en realidad han cogobernado Chile en defensa de los empresarios, son financiados por los mismos casos de corrupción, aunque sin dudarlo son distintos políticamente, pero eso no quita que defienda con distintos métodos, el mismo sistema capitalista e inclusive el mismo modelo neoliberal.
Es que el justo odio hacia la derecha, ha sido utilizado como la gran base electoral de la Nueva Mayoria, quien ha administrado la herencia de la dictadura y profundizado el neoliberalismo. Es la Nueva Mayoria artífice de la desconfianza de quienes decidieron no votarla esta vez. Es quien ha forjado sus propios sepultureros, y desde este punto de vista es el Frente amplio quien le está ayudando a tener una nueva oportunidad para gobernar Chile, bajo la excusa del mal menor.
Es que el combate a la derecha hoy no está en votar por Guillier, si no en construir una alternativa anticapitalista de los trabajadores para terminar con la explotación, con la sobrecarga laboral, con el machismo. Este es el único camino para realmente conquistar los derechos de vivienda, salud y educación, para terminar con las AFP y con tantas miserias.