Tras la figura de "blanqueo laboral" el gobierno y las patronales quieren hacer pasar un oscuro ajuste en las condiciones de trabajo. Ayer, el ministro de Trabajo se reunió con la UIA para negociar los términos de las reformas que se vienen.
Miércoles 4 de octubre de 2017
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca y la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) se reunieron ayer exitosamente para avanzar en los términos de las reformas de ajuste sobre los trabajadores que se planean para después de las elecciones legislativas.
Tras el título más amigable de "blanqueo laboral", la dirigencia empresaria y el gobierno de Cambiemos esconden sus pretensiones de reducción de impuestos y flexibilización de condiciones de trabajo. Dujovne, por otra parte, afirmó en el mismo día de la negociación que "no hay ningún proyecto de flexibilización laboral", ni ajustes, ni cambios en la edad jubilatoria, sólo "acuerdos sectoriales" como los de Vaca Muerta.
Quien conoce un poco lo firmado en Vaca Muerta sabe perfectamente que es sinónimo de precarización y flexibilización. Los dichos de Dujovne se caen por sí mismos, y se contradicen con las acciones de su propio par de la cartera laboral, Jorge Triaca.
A la reunión con el ministro de Trabajo acudieron el titular de la UIA, Miguel Acevedo, y el vicepresidente de la entidad, Daniel Funes de Rioja, así como dirigentes del Comité Ejecutivo, entre ellos Luis Betnaza, de Techint.
Por su parte, el gobierno acudió con Triaca a la cabeza, en compañía de Horacio Pitrau, el reciente nombrado secretario de Trabajo y el jefe de Gabinete del Ministerio, Ernesto Leguizamón.
"El blanqueo laboral es uno de los temas y tiene que ver con la reforma tributaria. Triaca habló de 4,5 millones de trabajadores en negro", indicó Acevedo, haciéndose el desentendido del "negreo" de trabajadores por parte de sus representados.
El directivo señaló que el tema surgió como parte de una agenda de temas que interesan a las empresas, para un diálogo con los sindicatos.
Según dijo Funes de Rioja, "los costos laborales no salariales en Argentina son del 50 % en algunos sectores frente a entre el 15 y el 25 % en la región". "Un blanqueo para que sea sustentable tiene que tener una fiscalidad acorde con los costos internacionales", añadió Funes de Rioja.
¿A qué refieren con la idea del "blanqueo laboral"? Al ya vetusto argumento de que si los empresarios evaden las obligaciones laborales deben ser perdonados y hasta recompensados con rebajas impositivas para "incentivarlos" a cumplir las leyes. No es otra cosa que justificar la explotación y el avasallamiento de los trabajadores porque las empresas sino no serían viables y deben "preservarse las fuentes de trabajo".
Tanto este tema, como la reforma de aspectos de la legislación laboral e incluso del sistema previsional, son tópicos de una agenda amplia que el gobierno y los empresarios pretenden negociar con la CGT, la otra pata necesaria para que "pase" el combo de ajuste luego de las elecciones de legislativas de este mes.
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No faltaron también, por parte de los empresarios, los lamentos por las "demoras" en la aplicación de la regresiva Ley de Riesgos del Trabajo en la mayoría de las provincias (hoy solo vigente en la Ciudad de Buenos Aires y en Córdoba).
Lejos de importar la vida de los trabajadores, nuevamente los dichos de los reunidos ayer muestran lo que verdaderamente miran: la billetera. Al respecto, Acevedo señaló que "hoy el costo de una ART para pyme es del 14 %, mientras que en la región es de 1 %". En tal sentido, Funes de Rioja advirtió que "no se puede hacer política" con la reforma porque según dijo se trata de una reducción de costos para las empresas.
Frente a esta batería de argumentos patronales y regresivos, es importante levantar la voz de a quienes verdaderamente les interesa la vida y las condiciones en que trabajan los millones de obreros del país. El Frente de Izquierda es el único espacio que, tras el lema "nuestra vida vale más que sus ganancias", propone una vía para que los trabajadores enfrenten las reformas laborales, tributarias y jubilatorias que ya está tramando, a puertas cerradas y con los empresarios, el gobierno de los CEO.