Directivos de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, les dijeron a trabajadores organizados que tienen un atraso de 60 mil expedientes. Además, señalaron que no cuentan con personal suficiente, son el tribunal con más casos en toda Latinoamérica.
Sábado 27 de noviembre de 2021
A raíz de la manifestación a la que convocó la agrupación Queremos Trabajo Digno (QTD) en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje el pasado 27 de noviembre, en la que cerraron la avenida Río de la Loza 68, autoridades les propusieron una reunión en ese mismo momento.
Por parte de los trabajadores -los cuales tienen expedientes abiertos en aquella Junta- ingresaron Antulio Fernández de la Asamblea General de Trabajadores (AGT), Flora Aco y Alejandra Sepúlveda de QTD, así como Víctor Romero, profesor despedido de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
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Los recibieron Julio César Zúñiga, secretario auxiliar del servicio público de conciliación, y Martha Arellano, secretaria general de asuntos individuales. Las y los trabajadores les manifestaron su inconformidad por el atraso de años que llevan sus casos. De QTD y UACM, sus demandas llevan aproximadamente dos años y apenas llevan dos audiencias; en el caso de la AGT tienen laudos ganados desde hace una década y aún no se hacen valer.
Las autoridades expresaron diversas problemáticas en el seno de quien debiera resguardar los derechos laborales, entre ellas la falta de personal para resolver las miles de demandas que llegan mes con mes, les dijeron que son el tribunal que recibe el mayor número en toda Latinoamérica. Comentaron que llevan un retraso de 60 mil casos, si consideramos que al mes de agosto de 2021 el número de expedientes en trámite asciende a 128 mil 34, [1] están rebasados por alrededor del 50 %.
Agregaron que les faltan juzgadores, actuarios para realizar las notificaciones, secretarios, etc. Al final, no les quedó más que resguardarse en la bienintencionada retórica liberal al decir que hacen todo lo posible por avanzar y que tuvieran paciencia. Además, los convocaron a que trataran de no realizar manifestaciones.
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Las corrientes liberales se han negado a reconocer por décadas que este tipo de situaciones son orgánicas, inherentes al capitalismo, que en su devenir beneficia sistemáticamente al capital, a patronales y a los gobiernos en turno. En este caso, el exceso de demandas imposibilita una justicia pronta y expedita, y aunque se contara con personal suficiente para atenderlas todas, el problema es que su voluminosidad expresa una ofensiva laboral de conjunto, ¿por qué hay tantas demandas (cabe hacer notar que la estadística oficial no contabiliza las infinitas situaciones de injusticia laboral en las que los trabajadores no recurren a los tribunales laborales)?
Es por ello que la organización y resistencia de las y los trabajadores, no puede fiarse de las falsas alternativas que dan tribunales y abogados liberales. Se requiere una lucha sin esa confianza, para lograr verdaderamente hacer valer derechos laborales y humanos.
