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Red Internacional
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LOS POLVORINES. Triunfo de la izquierda en la UNGS y derrota del kirchnerismo

El pasado viernes 7 de noviembre concluyeron las elecciones a Centro de estudiantes en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS). El “Frente de Estudiantes de Izquierda” (FEI), encabezado por la Juventud del PTS, junto al PO e Izquierda Socialista (incluyendo al nuevo MAS y al MIR) se quedó con la conducción del organismo estudiantil, por una diferencia importante de casi 9 puntos sobre el frente kirchnerista, FUNyP, obteniendo respectivamente 44,8% (789 votos) y 36,3% (642 votos). En tercer lugar se ubicó el frente de centroizquierda ALUDe (Partido Socialista y Mecha universitaria), con 15,3% (273 votos). El FEI se impuso en todos los ciclos, desde el CAU hasta las tecnicaturas.

Miércoles 12 de noviembre de 2014

En la Universidad Nacional de Universidad de General Sarmiento, retuvo la conducción del centro de Humanidades el “Frente de izquierda” (PTS – PO) mientras el kirchnerismo sin éxito intentó boicotear la elección.

Dos elementos importantes dejaron estas elecciones: por un lado el fuerte retroceso del kirchnerismo, y por otro el fuerte crecimiento de la izquierda trotskista no ya en las universidades “tradicionales” como la UBA, sino en el corazón del conurbano en lo que supieron ser bastiones del peronismo bonaerense de la última década. Se observa una emergente tendencia en la juventud que trabaja y estudia (primera generación de universitarios), a referenciarse en la izquierda.

El último dato de relevancia es que en la zona norte se modifica la relación de fuerzas a favor de la lucha de una vanguardia obrera que emergió en el último tiempo. A estos centros conducidos por la izquierda se suman los de importantes institutos terciarios como el ISFDNº113 en San Martín y el ISFDyTNº15 de Campana además de los centros de Educación y Trabajo Social en Universidad Nacional de Luján sede San Miguel (que tendrán que revalidarse en las próximas semanas). Esto muestra que la izquierda cuenta con legitimidad, autoridad y simpatía de franjas importantes de la juventud para convocarlos a apoyar a los trabajadores como el caso de Lear y a movilizarse por las causas populares.

¿Por qué retrocedió el FUNyP?

El FUNyP venía de dos años de conducción del CEUNGS y de ser un centro aliado a la gestión de la UNGS, antes Rinesi y ahora Diker.
Por un lado este año el giro a derecha que viene operando el gobierno los dejó en “offside”: la votación del código Civil, ahora la reforma que quieren del Código Penal el “patria o buitres” que termina en una entrega, la continuidad de los femicidios y el impedimento del derecho al aborto. Pero sobre todo la pérdida de las banderas de la no represión de la protesta social y la defensa del empleo. Banderas que fueron ensuciadas por la gendarmería “carancho” de Berni que reprimió brutalmente a los obreros de Lear y sus familias, con el aval de Cristina Kirchner y de Capitanich como jefe de gabinete. Así como la represión causó tensión dentro de las filas del gobierno, la lucha emblemática de los trabajadores de la empresa Lear incomodó a decenas de jóvenes que no quieren seguir sosteniendo un modelo que defiende a una multinacional norteamericana que despide con total impunidad y a una burocracia fascista como el SMATA y deciden acercarse a quienes realmente defienden los puestos de trabajo: la izquierda clasista. En este sentido hay un voto que el FUNyP pierde por el giro a la derecha del gobierno.

A su vez, “se achicó la caja”. Es decir, el FUNyP profundizó la idea del centro de gestión y servicios, administrando algunas concesiones a cambio de vaciar el centro de estudiantes y construyendo también la pasividad. Pero esta estrategia fracasó rotundamente. El descuento del boleto de una línea de colectivo el año pasado negociado con la patronal entre otras cosas, había generado simpatía por un lado y expectativas de que delegando es posible mantener lo conquistado e ir por más. Estas expectativas que generó el kirchnerismo, ubicándose como centro de servicios y clientelar, tuvo un gran límite al chocarse con la realidad. Este año no pudieron presentar mayores concesiones.

Con una práctica semi punteril del PJ, este año el FUNyP subestimó a un estudiantado más politizado ofreciéndoles “mantas y mates”, una especie de política clientelar para “ganar” el voto de los estudiantes. Sectores importantes del estudiantado vieron cómo se perdían cada uno de los logros que el kirchnerismo de gestión quería presentar. Administrar un centro de manera burocrática, sin organización y “por arriba”, no permite mantener las conquistas y mucho menos pelear por todas las reivindicaciones, eso ven sectores importantes, que el ajuste aumenta y se vienen tiempos más duros para los trabajadores y el pueblo. Por esto mismo, depositar el voto a la izquierda es un voto a quienes queremos desarrollar la autoorganización, un voto a quienes nos jugamos a organizar un centro de estudiantes participativo, democrático y que no negocie a espaldas de los estudiantes con la gestión o con las empresas privadas.

En tercer lugar, un golpe muy fuerte para el kirchnerismo y la gestión de la universidad fue la escandalosa patoteada en el acto de Tomada, con integrantes de la JP y el SMATA, agrediendo a los trabajadores de Lear , a estudiantes y a Juan Urruty del PTS, Consejero estudiantil, lo cual los desprestigio profundamente en las cursadas junto al apañamiento que tuvieron de las autoridades de la UNGS (que ahora buscaban por todas las vías conseguir votos para el FUNyP). El giro sciolista del kirchnerismo, es decir, su fase pejotista, se traslado a la UNGS con patotas incluidas.

La emergencia de una izquierda de la lucha de clases, orgánica de las universidades y militante.

Pero a su vez, el voto a la izquierda (principalmente al PTS que este año dio importantes luchas políticas al kirchnerismo y es la fuerza más grande de la izquierda en la UNGS) es un voto a quienes luchamos día a día por recuperar esa tradición de un movimiento estudiantil participativo y protagonista de su propio futuro. Lo vieron reflejado en las asambleas que convocamos a lo largo del año, en apoyo a la huelga docente y la pelea por el boleto. Aunque aun no hay radicalización y tendencias a la militancia revolucionaria, el voto a la “izquierda dura” es el voto a quienes peleamos con los trabajadores, enfrentamos al gobierno y su gendarmería y a quienes luchamos contra el régimen universitario denunciando sus privilegios y su gobierno anti democrático.

El PTS en la UNGS, junto a la agrupación de mujeres Pan y Rosas, empieza a sentar una nueva tradición, aun pequeño, pero potencialmente enorme. La conquista de un consejero en los órganos de gobierno, manteniendo la independencia política de las autoridades y funcionarios en la asamblea universitaria y en las elecciones de directores de instituto, impulsando una fuerte campaña para democratizar los órganos de gobierno de la UNGS denunciando los sueldos de las autoridades y el manejo del presupuesto, genero simpatía en sectores amplios del estudiantado, siendo la izquierda “que no se vende” y mantiene sus principios. A su vez, impulsar la comisión interdisciplinaria por Donelley-Mady Graf, en las carreras de ingeniería, mostraban a una corriente orgánica que pelea por un conocimiento al servicio de los trabajadores, al servicio de una fabrica bajo gestión obrera. Al igual que la clase publica por el Cordobazo junto a docentes de la UNGS, obreros de Donelley y una militante setentista del PTS, combatiendo la ideología kirchnerista sobre el Cordobazo en la materia de PSEC y retomando las banderas de un movimiento estudiantil que luche junto a los trabajadores.

La lucha por los derechos de las mujeres impulsado pro Pan y Rosas a lo largo del año, con la charla sobre Marxismo y Feminismo con Andrea D’Atri junto a nuestra presidenta electa Micaela Riveros, con más de 130 personas, y la pelea para viajar al Encuentro Nacional de Mujeres demostró que se puede poner en pie un movimiento de mujeres, y que organizándose de manera independiente de la gestión de la universidad y del gobierno se pudo conquistar el viaje al ENM. Un ejemplo que los estudiantes vieron y que es opuesto a la práctica de servicios clientelar.

Nuestra organización se ha transformado en una fuerza orgánica, en las cursadas, que pelea en la Panamericana con los obreros de Lear, y que hoy apuesta a desarrollar ese movimiento estudiantil autoorganizado, impulsando las asambleas por los comités por carrera y participando en ellas, y haciendo del centro una herramienta, una palanca para el desarrollo de un movimiento estudiantil activo que se movilice por sus reivindicaciones y se una a la clase obrera.

Las perspectivas que se abren

Es una importante conquista. Con este triunfo hoy la vanguardia trabajadora de la zona, los docentes y los estudiantes de otras universidades, terciarios y escuelas tienen un nuevo aliado.

Tenemos muchas tareas por delante. Por ejemplo está planteado intervenir en el proceso de reforma política de la universidad. Ya hemos tenido experiencias de reformas acá que han introducido algunas mejoras para no cambiar de fondo nada. Estos procesos se dieron de tal forma que terminaron desactivando la participación estudiantil como sujeto político.

La estructura de poder en la UNGS nada ha cambiado y ahora con el centro nuestro desafío es poder intervenir con una propuesta de estatutos para la universidad que permita un cogobierno de docentes, no docentes y estudiantes con mayoría estudiantil. Tenemos también por delante realizar convenios con organizaciones de trabajadores como Madygraf, así como una gran pelea por las ideas del marxismo frente a la miseria teórica que impone la academia.
Pero el desafío más ambicioso que tenemos es ser parte de la emergencia del movimiento estudiantil junto a la clase trabajadora como lo ha sido en su momento el Cordobazo. Nos preparamos desde ahora para que el próximo gobierno sea opositor u oficialista, se encuentre con una fuerza social capaz de resistir a la derechización que ya Cristina Kirchner está intentando imponer e ir por todo lo que falta.

Desde las luchas que continuaremos dando desde este centro de estudiantes recuperado, y desde muchos otros lugares nos proponemos construir una izquierda de los trabajadores junto a estudiantes en cada lugar de trabajo, estudio y en los barrios porque las luchas actuales demuestran que necesitamos ser miles para enfrentar los enemigos que tenemos en común. En la UNGS estamos construyendo esa izquierda junto a decenas de nuevos compañeros que nos acompañaron en cada batalla.