ASESINATO DE GEORGE FLOYD. Trump decretó toque de queda en todo el país y desplegará “miles de soldados”

En cadena nacional y de manera muy breve, el presidente estadounidense anunció un inmediato toque de queda y el despliegue de “miles de soldados fuertemente armados” para despejar las calles.

En un tono arrogante y provocador, amenazó abiertamente a los cientos de miles que desde la semana pasada se movilizan en repudio al cruel y cobarde asesinato de George Floyd a manos de la policía racista de Minneapolis.

Las inmensas movilizaciones se han convertido en la mayor crisis política desde que Trump asumió el poder, y el magnate ha decidido enfrentarla con mayor represión. “Pido a todos los gobernadores que desplieguen la guardia nacional”, fue una de las frases de su discurso para impulsar todavía más la represión que ya vienen sufriendo los manifestantes.

Para justificar esta salida autoritaria, Trump acusó de “terroristas” a los manifestantes por las roturas de vidrios, saqueos y quema de patrulleros y afirmó que defenderá “la propiedad privada”.

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Lo cierto es que la única propiedad que defiende es la de los grandes magnates como él y de las grandes corporaciones, mientras que la violencia la fomenta él y su gobierno, impulsando el racismo contra las minorías étnicas, la xenofobia contra los inmigrantes, la represión contra los manifestantes. Esto sin contar la violencia que significa dejar morir decenas de miles por no atender la pandemia de coronavirus o permitir que se dispare el desempleo con millones de despidos con toda su secuela de pobreza y miseria.

Este salto represivo al que se juega el gobierno presenta un gran desafío a la movilización. Se vuelve urgente que todas las organizaciones sociales, empezando por los sindicatos, repudien la represión y convoquen a reforzar la movilización en las calles.

En todos los países debemos apoyar activamente el movimiento que se ha desatado en la primera potencia mundial y salir a repudiar el estado de sitio. Porque de cómo se resuelva esta crisis política y social dependerá en gran parte cómo se desarrollará la situación en el resto del mundo.

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