El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este jueves que cree que Moscú intervino en la elección de 2016, pero aclaro que no fue el único país que lo hizo.
Jueves 6 de julio de 2017 10:10
Un día antes de reunirse con su par ruso, Vladimir Putin, Trump lanzó esa afirmación contra Moscú desde Polonia, primera escala de segunda gira por Europa en vísperas de la cumbre del G20. También generó dudas sobre los reportes de que 17 agencias de inteligencia descubrieron que Rusia había intervenido en la elección, al señalar que fueron solamente tres o cuatro.
Trump hizo estas declaraciones en la rueda de prensa que ofreció este jueves en Varsovia junto a su homólogo polaco, Andrzej Duda, en la que aseguró que cree que efectivamente Rusia "y otros" países y personas interfirieron o pudieron interferir en el proceso electoral de 2016 en EEUU.
"Creo que fue Rusia. Y posiblemente otras personas y otros países. Nadie lo sabe exactamente", dijo el presidente Trump, luego de acusar a su predecesor, Barack Obama, de haber sabido de la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses y no haber hecho nada porque creía que la candidata de su partido, Hillary Clinton, iba a ganar.
"La razón" por la que Obama no hizo "nada" es "porque pensaba que iba a ganar Clinton", aseguró Trump, que agregó que si el anterior presidente hubiese pensado que él iba a ganar los comicios presidenciales de noviembre, sí que habría actuado. Trump aseguró que Obama fue avisado en agosto pasado por la CIA de las actividades rusas, tuvo tiempo para tomar cartas en el asunto hasta las elecciones, pero "no hizo nada".
Es la primera vez, el presidente estadounidense da credibilidad a la sospecha de que Rusia trató activamente de interferir en el resultado de las elecciones presidenciales tras haber recibido informes de sus servicios de espionaje.
"Pudo haber sido así. Podrían haber sido otros. Esto ha pasado desde hace muchos, muchos años", afirmó Trump con respecto a las interferencias exteriores en los procesos electorales en Estados Unidos, buscando bajar la magnitud de su afirmación sobre la injerencia rusa, pero mostrando que la principal potencia mundial es blanco de ataques, aparentemente sin poder impedirlos.
La cuestión sobre la injerencia rusa en las elecciones ha sido un dolor de cabeza para Trump desde que logro la presidencia. La permanente filtración a la prensa de parte de las agencias de inteligencia sobre las relaciones de sus funcionarios con el Kremlin ya le costo varias bajas en su gabinete, el primero fue el asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, y es una de las muestras de las rivalidades dentro del “estado profundo”.
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Desde Rusia han buscando bajar la posible tensión que puedan generar las declaraciones del mandatario estadounidense. El portavoz del Kremlin Dmitry Peskov, destacó que Moscú lamenta la falta de entendimiento entre las potencias sobre las expectativas de sus relaciones a futuro. "Esa es la razón por la que esperamos la primera reunión entre los presidentes".
Putin y Trump se reunirán el viernes en los márgenes de la cumbre del G-20 en Hamburgo, en su primer encuentro cara a cara.