El candidato republicano que tanto denigró a México y a los migrantes, estudia viajar el miércoles para entrevistarse con Peña Nieto horas antes de dar su discurso sobre inmigración en Arizona. Según El Universal, la reunión se realizará en privado este miércoles.
Bárbara Funes México D.F | @BrbaraFunes3
Miércoles 31 de agosto de 2016
The Washington Post dio a conocer este martes 30 por la noche que había tratativas entre los organizadores de la campaña de Donald Trump y la diplomacia mexicana. Estaban pendientes de resolver cuestiones de seguridad y de logística.
Peña Nieto había invitado a Trump a que visitara México y los asesores de campaña de Trump dieron el sí durante el fin de semana y tratan de concretar el viaje esta misma semana, según había informado el periódico estadounidense.
Esto es congruente con la tibia y conciliadora posición oficial del gobierno mexicano ante los discursos xenófobos del magnate hoy candidato presidencial del partido republicano.
Asimismo, funcionarios de Presidencia dieron a conocer que el pasado viernes Enrique Peña Nieto invitó a ambos candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton y Donald Trump, en fecha por convenir. Vía twitter, presidencia confirmó que la reunión con el candidato republicano tendrá lugar en privado este miércoles 31 de agosto.
Es evidente que el presidente de México, gane quien gane en las elecciones presidenciales estadounidenses, quiere dejar muy claro que es fiel aplicador de los designios de Washington. El impulso y aprobación de las reformas estructurales es una clara muestra de ello, así como la guerra sin cuartel contra el magisterio que enfrenta la reforma educativa y el despliegue del Plan Frontera Sur para impedir que los migrantes centroamericanos lleguen a Estados Unidos.
Las razones de Trump
La cuestión migrante es uno de los flancos débiles de Trump: tantos insultos, ofensas, discursos xenófobos lo han posicionado muy mal ante el electorado latino, que es un actor con peso propio en los comicios estadounidenses.
La semana que pasó, el magnate anunció que “suavizaría" su postura respecto a las deportaciones masivas, una declaración que no fue del agrado de sus aliados más conservadores. Ahora, en su discurso en Arizona, Trump explicará su postura ante la inmigración “ilegal”.
De acuerdo con colaboradores de Trump, ratificaría su determinación de construir un muro en la frontera para evitar que nuevos migrantes indocumentados entren a territorio estadounidense y de deportar de inmediato a quienes cuenten con estancia legal en el gigante del norte y hayan cometido crímenes.
Respecto a esto último, recordemos que la policía estadounidense tiene “cuotas” que cubrir de arrestos y multas, por lo cual latinos y afroamericanos están expuestos a todo tipo de abusos, y a ir a la cárcel tan sólo por tener un foco dañado en el auto o por pasar un semáforo en rojo. De esa magnitud son los “crímenes” que puede considerar el gobierno estadounidense como causal de deportación.
La incógnita, según la prensa internacional, es cuál será su política hacia la mayoría de los 11 millones de migrantes sin estancia legal que han echado raíces en Estados Unidos y se rigen por las leyes de ese país, en el caso de que gane la presidencia.
Nada bueno habrá para los migrantes, como nada bueno pueden esperar de Hillary Clinton, quien mantuvo una posición antimigrante cuando fue senadora, y continuará la política de Obama: dar un respiro a un sector de los migrantes, con permisos de trabajo temporales, mientras sigue desplegando la militarización de la frontera y la criminalización de otro amplio sector de migrantes.
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Con información de El País, Excelsior, Reuters y La Jornada
