Salarios muy bajos, falta de elementos de higiene y seguridad, maltrato de los superiores son sólo algunos de la realidad cotidiana de los trabajadores de una “cooperativa” de limpieza. Hace más de 20 días que vienen peleando con un quite de colaboración.
Domingo 16 de febrero de 2020 10:00
El 20 de enero los trabajadores de la cooperativa de limpieza San Lorenzo Mártir, que brinda servicio en el hospital de Famaillá, comenzaron un paro con quite de colaboración por las terribles condiciones de trabajo que tienen que sobrellevar todos los días. La medida implica cubrir las zonas críticas del hospital para garantizar que las urgencias sean atendidas en condiciones, es decir que cubren los laboratorios, la sala de partos, quirófano, maternidad y la guardia.
Trabajar en el sector de limpieza de un hospital conlleva un trabajo insalubre, lo que demanda todas las condiciones de seguridad e higiene ante los riesgos a los que se exponen los trabajadores. Sin embargo, estas condiciones no solo no se cumplen sino que ni siquiera podríamos decir generosamente que se tratan de “irregularidades”, ya que es parte de la cotidianeidad de los trabajadores.
Falta de trajes y equipamiento de seguridad e higiene
Deben limpiar y manipular residuos patológicos que están en total estado de descomposición sin ninguna protección adecuada, ni elementos de higiene necesarios y los empleados terminan teniendo exposición a focos infecciosos.
“Nosotros tenemos que limpiar los residuos patológicos que están llenos de sangre, moscas y gusanos sin ninguna protección de nada y con los mismos guantes de hace dos semanas”, cuenta un trabajador.
Salarios muy bajos y sin licencia
“Día trabajado, día cobrado”. Ese es el régimen que manejan los superiores de la cooperativa con los empleados, ya que si faltan por cualquier tipo de enfermedad, familiares enfermos u otro tipo de problemas se les descuenta el día. El sueldo supuesto en caso de no tener días perdidos es de $16.500, un salario por demás bajo para este tipo de empleo.
Como consecuencia de este régimen, en las imágenes enviadas por los trabajadores, hay quienes asisten con cuello ortopédico para no perder el día. Ahora con la medida de fuerza los trabajadores tienen que enfrentar los descuentos. “La medida se cumple con el horario y con la permanencia en el puesto de trabajo por eso nos parece pésimo que nos hayan descontado los días de medida”, comenta un trabajador
Extorsión y despidos tras el paro de los trabajadores
El pago del mes de enero para los trabajadores vino con descuentos por los días del quite de colaboración, siendo que las autoridades se habían comprometido a no hacerlo. Una vez continuada la medida de lucha, el municipio mandó a personas que trabajan para ellos a cubrir el personal está de paro y romper la huelga. A estas personas no le dieron capacitación, tampoco vacunación y uniformes, al punto que no sabían ni dónde estaban las canillas de agua.
Luego de esto amenazaron a los empleados con que ya están los telegramas de despidos y que no querían ver a ningún medio de prensa, ni político ni organización de ninguna índole conversando con ellos. También empezaron a circular por las redes sociales que están recibiendo curriculum para la limpieza del hospital.
Una cooperativa fraudulenta
El Gobierno provincial debería hacerse cargo de los trabajadores del sector de limpieza de los hospitales pero en vez de eso la provincia terceriza y contratando una empresa “cooperativa”, una forma para imponer sueldos bajos y condiciones de trabajo deplorables.
Se supone que en una cooperativa todos los trabajadores serian socios y tienen el derecho a participar de las decisiones sobre sus condiciones de trabajo que toma la cooperativa, el derecho al acceso libre de los libros contables y formar parte de definir democráticamente cómo se gasta el dinero.
Pero esto no funciona así. Los empleados figuran como socios sin embargo nunca se hacen asambleas, no tienen acceso a ningún papel de contabilidad y no pueden opinar ni deliberar sobre el rumbo que toma la cooperativa y le descuentan el día, no tienen licencia por nada y cobren sueldos muy bajos de forma arbitraria. Entonces terminan siendo unos empleados de una empresa o el Estado como cualquier otro. Estas falsas cooperativas se utilizan para encubrir abusos y sortear la legislación laboral.
Manzur y Orellana, precarizadores de los estatales
En estos más de 20 días que llevan de medida los trabajadores no se acercó ningún funcionario público ni nadie que atienda sus reclamos.
El día que extorsionaron a los trabajadores, se reunieron el intendente José Orellana, el contador de la cooperativa Roberto Abaca y la encargada de la cooperativa Luisa Inés Ardiles y luego de eso el municipio tomó las medidas de suplantar al personal con trabajadores de ahí.
Si Orellana interviene en este conflicto a través del municipio para acabar con la lucha de los trabajadores ¿Cómo puede decir que cuida el trabajo y la salud de los famaillenses? ¿Puede que “Famaillá crece” cuando tiene a los trabajadores del hospital en las más pésimas condiciones?
Pero todo esto está pasando en medio de la lucha de los trabajadores de la salud, docentes y estatales que vienen haciendo huelgas y movilizándose tras el congelamiento de la cláusula gatillo y del decreto 1/1 firmado por Manzur.
En uno de los puntos de este decreto también se expresa que no se va aumentar el personal de planta del Estado, entonces el gobierno provincial sostiene la precarización laboral de estatales con gente que realiza tareas dentro del estado pero con falsas cooperativas.
Como viene sosteniendo la agrupación docente La Marrón, hay que poner en pie una asamblea provincial de los trabajadores que unifica la lucha de los estatales en defensa del salario y las condiciones laborales, sin distinción entre afiliados o no a los gremios, uniendo efectivos, contratados y tercerizados.