En el programa de TV “La Jugada” se dio a conocer una “investigación” periodística, denunciando donaciones y condonaciones de impuestos de gobernadores de Hidalgo al Club Pachuca. Es la guerra sucia de Televisa por mantener el control de las ganancias del futbol de cara al mundial 2018.
Raúl Dosta @raul_dosta
Lunes 29 de enero de 2018
Televisa Deportes ha puesto toda su capacidad mediática para golpear a uno de sus principales socios en el negocio del futbol como es el Grupo Pachuca encabezado por el empresario Jesús Martínez y que es poseedor de dos clubes de gran tradición en el futbol mexicano: Pachuca y León.
El programa dominical La Jugada, de gran alcance mediático en el país, fue el escenario elegido para lanzar el ataque contra Martínez relatando la seguidilla de favores recibidos por diferentes gobernadores del estado de Hidalgo para crear el enorme emporio que hoy es Grupo Pachuca.
En corto periodo de tiempo (dos décadas) la familia Martínez se hizo de dos plantillas de jugadores de primera división y una buena cantidad de campeonatos logrados desde que Televisa decidió partir en dos el campeonato de Liga, para obtener dos campeones de liga por año, parte medular del plan de la familia Azcárraga: convertir al América en el hegemón del futbol mexicano y repetir la hazaña del campeonísimo Chivas de Guadalajara. Pero los más ganadores han sido Pachuca y Necaxa desde entonces.
Así, un equipo histórico, fundador del futbol en México, pero que venía de la Segunda División comenzó una carrera ganadora de la mano de Martínez y los gobernantes priístas de turno. El primer respaldo fue del ahora ex director de la Procuraduría General de la República, Jesús Murillo Karam, hoy en el ostracismo político por su encubrimiento de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Su contribución inicial fue venderle a Martínez el equipo, sostenido por el municipio, en poco más de un millón de pesos.
Después vinieron el hoy ex secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, su sucesor en el gobierno estatal, Manuel Ángel Nuñez Soto y hasta el actual Omar Fayad, han contribuido de diversas manera para el bienestar de la familia Martínez, que ahora poseen el Estadio Hidalgo, el Museo Salón de la Fama del Futbol y una Universidad del Fútbol y Ciencias del Deporte, entre otras instalaciones.
¿Por qué la amenaza?
Es de sobra conocido el poder desarrollado por Televisa en los diversos ámbitos del negocio futbolístico: desde el manejo de la Federación Mexicana de Futbol, a través de exfuncionarios de la corporación Televisa, el control de los equipos en función de los horarios televisivos impuestos por Televisa Deportes, a los que se ha adaptado TV Azteca, a cambio de contratos de transmisión. Y, por supuesto el negocio mayor que es el manejo de las selecciones nacionales, desde la Mayor, las sub20, sub17, etc., y la femenil.
De acuerdo con analistas, el trasfondo de esta guerra contra Grupo Pachuca obedece a que Grupo Pachuca encabezó en octubre pasado la oposición a una minoría que se opuso a la propuesta de Televisa de pagarle a la Federación Mexicana de Fútbol la cantidad de 100 millones de dólares por cuatro años de derechos de transmisión de los partidos de la selección nacional.
Jesús Martinez puso al descubierto la trama: había una oferta por 260 millones de una sociedad encabezada por Telemundo y América Móvil, que podría incrementarse aún más en función de las características de su propuesta de contrato. Ocultando la existencia de esta oferta y presionando a diversos equipos, Televisa logró hacer que se votara su propuesta aún a sabiendas de que dejaría de ganar la FMF por lo menos 160 millones.
Emilio Azcárraga Jean, siguiendo la tradición intolerante que ha caracterizado a su empresa en diversos rubros (como el caso de la exclusividad de sus actores, por poner un ejemplo) no se quedaría con la afrenta y asignó a sus huestes la tarea de “investigación periodística”. Bueno tuvo que esperarse unos meses por la poca eficiencia de su personal, que en los últimos años vive crisis tras crisis de identidad (por no haber podido festejar el centenario del Ame con un campeonato, entre otras cosas).
De cara al Rusia 2018
Lo cierto es que efectivamente, como ya ha sido denunciado desde hace años por investigaciones periodísticas serias, como en Proceso, estos malos manejos del erario hidalguense se han venido dando en toda la trayectoria de Jesús Martínez, mostrándose como los gobernadores de turno sólo están para favorecer a los empresarios parásitos de las arcas del Estado.
Pero, la amenaza de desafiliación sobre Grupo Pachuca va más allá de esta situación de favores gubernamentales, si no, los avispados investigadores de Televisa Deportes tendrían que haber llamado a la desafiliación de otros equipos que también han sido beneficiados con el dinero de los contribuyentes de Aguascalientes (Rayos del Necaxa), Chiapas (Jaguares), Puebla (Camoteros) y Veracruz (Tiburones). Ah, y también el equipo de San Luis Potosí, cuando era manejado por… ¡Televisa!
Aunque seria muy difícil encontrar un solo equipo que no haya sido beneficiado de esta manera y así, los que con sus impuestos, sin saberlo, sostienen a empresarios parásitos, deberán exigir el fin de estos robos al erario, así como el fin de muchas atrocidades que se hacen con este popular deporte, como la enorme desigualdad que hay entre los salarios de las "figuras" y las condiciones miserables del reclutamiento de los niños y jóvenes a dichos clubes. Ni hablar de la superexplotación de las mujeres en la nueva liga femenil, que reciben mini salarios a cambio de su esfuerzo, pero ya dan dividendos a los clubes por trasmisión en TV.
El golpe a Grupo Pachuca tiene que ser duro porque Televisa quiere asegurarse anular cualquier oposición o competencia en el manejo del negocio pambolero, ahora viene un negocio importante que es el Campeonato Mundial de Rusia 2018 y se prepara para el reparto de los dividendos que otorga la FIFA en función del desempeño realizado en dicho campeonato y, por supuesto las enormes ganancias por publicidad durante los partidos y los programas especiales que mantendrán a los espectadores pegados al televisor.