En conferencia de prensa, académicos y periodistas denunciaron persecución mediática y criminalización de parte de la dirigencia del Partido Sinaloense y el Morena, Sinaloa.
Jueves 20 de mayo de 2021
Desde la semana pasada han aumentado el número y el nivel de las amenazas y ataques que estudiantes, trabajadores en activo y jubilados de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), así como algunos periodistas, han recibido en redes sociales. ¿El común denominador? Todos han llevado a cabo críticas en torno a la alianza que Rubén Rocha Moya, candidato del Morena a la gubernatura de Sinaloa, ha llevado a cabo con el Partido Sinaloense (PAS), instituto político propiedad del cacique universitario que controla a la UAS desde hace 15 años: Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Las críticas realizadas a la coalición en cuestión ponían énfasis en el carácter traicionero y ruin de Rubén Rocha Moya. Y es que en 2018 dicho personaje contendía para un escaño en la Cámara de Senadores y durante los debates del proceso electoral decía: “que la universidad (UAS) ejerza su autonomía universitaria será fundamental… que la universidad y los universitarios ejerzan su libertad política será fundamental… tengan plena seguridad que esto (el uso clientelar de la UAS) se le acabará a Héctor Melesio Cuén cuando lleguemos al gobierno”.
Rocha Moya ganó y, lejos de cumplir con su palabra, se alió con el cacique universitario que prometió combatir. Pero las implicaciones de la alianza van más allá. Tras la elección 2018 el PAS sufrió una estrepitosa derrota que lo dejó al borde de perder el registro; la comunidad universitaria celebraba, jubilosa, la inminente desaparición de ese ignominioso partido. Al menos eso se creía. Rocha no tardó en mostrar su faceta de vil judas: defendió a capa y espada, con ímpetu antidemocrático, una alianza para rescatar el cacicazgo universitario de Cuén. Lo logró. Cuén y su esposa recibirán dos diputaciones pluris y ya han acordado las medidas necesarias para garantizar la continuidad de su dominio familiar sobre la UAS y, obviamente, impunidad transexenal.
Debido a esto las críticas a Rocha no se hicieron esperar. Tampoco las respuestas desproporcionadas. La dirigencia del Morena-Sinaloa ve con beneplácito los ataques que la estructura parainstitucional de sus aliados lleva a cabo contra universitarios democráticos. Esto no es nuevo, dichas prácticas han sido denunciadas desde al menos hace una década. Sin embargo, este método represivo ha tomado especial auge desde 2018.
Te puede interesar: UAS y Notimex: dos casos de violencia ejercida contra trabajadores
Te puede interesar: UAS y Notimex: dos casos de violencia ejercida contra trabajadores
Para el 2019 algunos trabajos periodísticos reportaban que ochenta y tres millones 687 mil pesos del presupuesto universitario habían sido invertidos por rectoría para que portales de internet, semanarios, periódicos, radiodifusoras y canales de televisión abrieran sus espacios y dieran “el tratamiento adecuado a la información administrativa y académica generada por la Universidad Autónoma de Sinaloa”.
La cosa no quedó solo en la compra de publicidad. Dicha operación mediática tiene contemplado el ataque a adversarios políticos de Cuén Ojeda y del rector de la UAS Juan Eulogio Guerra Liera. Los epítetos son fuertes: acusaciones artificiosas encaminadas a la criminalización de integrantes críticos y democráticos de la comunidad universitaria, con el objetivo de generar condiciones que permitan agresiones más fuertes: hay precedentes de académicos UAS que fueron objeto de fuertes campañas de difamación que, en algunos casos, derivó en despidos injustificados y boletinaje laboral a razón de colaboraciones periodística críticas al cuenismo en medios como Revista Contralínea, diario El Noroeste y semanario RíoDoce.
En cuanto a las embestidas contra estudiantes, autoridades universitarias atacaron a alumnas y alumnos de la Facultad de Psicología de la UAS, en Culiacán, que denunciaron a finales de 2018 la forma en que fueron hostigados en redes sociales por directivos debido a que solicitaron equipos de proyección, y que se solucionara problemas de goteras que han tenido en las aulas.
La respuesta de la dirección de Psicología fue desproporcionada: rápidamente se orquestó una intensa campaña de calumnias en redes social contra este grupo de alumnas y alumnos; a hombres se les acusaba burlonamente de ser pacientes psiquiátricos y de ser homosexuales, mientras que a las mujeres se les difamaba mediante insultos con un marcado contenido sexual. Estos procedimientos difamatorios incluso han sido aplicados contra trabajadoras administrativas jubiladas quienes han alzado la voz para denunciar lo que sucede en la UAS.
Te puede interesar:UAS elimina carrera de Sociología porque “ya no está de moda
Te puede interesar:UAS elimina carrera de Sociología porque “ya no está de moda
Al interior del Sindicato Único de Trabajadores de la UAS (SUNTUAS) sección académicos, la cosa no es distinta: José Carlos Aceves Tamayo, secretario de dicha sección, ha implementado prácticas gansteriles en contra de la disidencia política. No es de sorprender, dicho personaje es un férreo pasista, llegando a desempeñarse incluso como profesor de los módulos del diplomado de formación política del nefasto Partido Sinaloense.
Este clima de agudización de agresiones contra estudiantes, trabajadores y periodistas no es algo fortuito: los cuenistas están envalentonados debido al empoderamiento que el morenista Rubén Rocha Moya les ha otorgado con la alianza Morena-PAS. Y la cosa va a empeorar mucho más; el cacique Melesio Cuén ya ha anunciado que producto de esta coalición se va a construir un cogobierno para Sinaloa, encabezado por él y Rocha. Es más, durante esta campaña Melesio Cuén está teniendo un protagonismo insólito, situación que es percibida por trabajadores UAS y morenistas de base desencantados quienes, burlonamente, se refieren a Cuén como “el futuro vicegobernador”.
Sin embargo, no hay que dejarnos engañar: tanto Cuén y Rocha por un lado, como el candidato de la alianza Va Por México, Mario Zamora, por otro, representan graves amenazas en contra de la comunidad universitaria así como de los sectores populares de Sinaloa. La victoria de cualquiera de los bandos resultará adversa para nosotros: entre ellos mismos siempre se arreglan, pues tienen los mismos intereses patronales y burgueses.
En el caso particular de la UAS y el SUNTUAS, tanto en la sección académica como en la administrativa, hay agremiados que tienen un fuerte descontento frente a la situación que impera en la universidad. No obstante hay que ir por la unidad entre trabajadores universitarios sindicalizados y de confianza, pero también con el sector estudiantil UAS; organizándonos y movilizándonos en las calles, de manera independiente a todos los partidos del régimen, haciendo frente de manera unitaria y solidaria a los ataques del cuenismo, y recabando pruebas que den cuenta del uso clientelar de la universidad que, aprovechándose de la precarización laboral, los cuenistas llevan a cabo.