Elecciones estudiantiles. UCHILE: Debate con las candidaturas de FFHH al senado universitario

En este artículo debate con las candidaturas de las juventudes del gobierno de la facultad de Filosofía y Humanidades, donde Catalina Lufín de la JJCC, y Vicente Salinas de CS se postulan para integrar el Senado. Lo primero a mencionar, es que llama la atención la aparición electoral de “AprueboDignidad” (el Frente Amplio más el Partido Comunista) luego de la ausencia de pronunciamientos ante las principales movilizaciones que han tenido lugar en el campus JGM por mejoras en las condiciones para estudiar luego de volver a la presencialidad, y también contra la precarización laboral que viven las y los funcionarios del campus.

Si bien estuvieron presentes, su apoyo fue testimonial y sin política. Esto demuestra que desprecian las asambleas donde se debate y delibera, esto es porque tienen una visión completamente electoral de entender la democracia y al movimiento estudiantil, solo aparecen y hacen campaña para elecciones, pero no ayudan a fortalecer la movilización que levantamos junto a funcionarias/os. Y es de público conocimiento que la principal tensión que han tenido ha sido hacerle campaña al apruebo en el plebiscito, pero ahora, dicen preocuparse de los problemas de la comunidad universitaria. Con estas candidaturas, el petitorio emanado desde la asamblea de campus JGM cae en el olvido, y ayuda a perpetuar la lejanía del Senado universitario de las urgencias de estudiantes y trabajadorxs.

Los programas de las candidaturas se pueden encontrar fácilmente en los perfiles personales de les candidates, pero adelantamos que no plantean nada nuevo de lo que ya se han propuesto sus partidos antes en la universidad. Se refieren a puntos generales como “democratización y triestamentalidad”, “género, bienestar y medioambiente”, “derechos laborales”, entre otros, pero no hablan de demandas históricas concretas como la educación pública gratuita y con acceso universal, por ejemplo. O que el Estado destine recursos urgentemente para la educación pública para salvarnos de la crisis que vivimos. No es de extrañar que en sus programas hayan dejado de lado las demandas que motorizaron la paralización de más de 2 meses en JGM y la toma que duró 3 semanas, que fue de carácter biestamental. Si bien prometen ser un factor desde el Senado para “avanzar” en mejoras en condiciones laborales, en mejorar los protocolos contra la violencia machista, o en hacer más democrática a la universidad, no dicen cómo lo lograrán. Pareciera que tienen fe ciega en que desde un organismo como el Senado se pueden hacer cambios sustanciales. Lo cual es imposible teniendo en cuenta la composición que mostrábamos más arriba. Y para qué hablar sobre la movilización de base, de la cual no hablan en ningún reglón.

Las juventudes comunistas, convergencia social y el resto de militancia de “apruebo dignidad” en la Universidad de Chile han tenido un objetivo notorio, mantener en calma al movimiento estudiantil para subordinarlo a los planes del MINEDUC y del gobierno de Boric. Por esto se explica que pongan más fuerzas en la campaña hacia el plebiscito que en la movilización que se gestó desde las bases. Además, por otro lado se puede comprobar viendo los programas que se refieren a los cambios constitucionales mientras ignoran las exigencias urgentes de las y los trabajadores como aumento de sueldo a 500.000, paso a planta, voto universal de las autoridades, etc. Prefieren mantener en calma a las facultades para no generar problemas al gobierno y cumplir así los objetivos políticos que se pusieron.

Cambiemos el Senado Universitario por un gobierno triestamental

El Senado fue creado el 2006 como forma de canalizar las demandas de estudiantes y funcionarias/os que durante años pelearon por mayor democracia a la interna de la casa de Bello. Fue el intento de integrar a sectores estudiantiles y de trabajadores a los mecanismos “republicanos” de los que se jacta la universidad, pero que esconde la ineficiencia a la hora ayudar a resolver los graves problemas que tenemos como comunidad. Ya que como dijimos, ⅔ del senado son académicos, conocidos por ser los responsables de mantener el status quo del régimen político antidemocrático de la Universidad de Chile.

Solo lograremos una verdadera democracia universitaria si fortalecemos los espacios de discusión y deliberación de base, como lo son las asambleas de carrera, facultad y/o campus. En unidad de trabajadoras/es, estudiantes y académicas/os (donde la mayoría tienen contratos precarios como honorarios).

No nos tiene que extrañar que las juventudes del gobierno apuesten por reforzar esta institucionalidad infértil que nos presentan las autoridades en vez de fortalecer las asambleas. Ponen sus fuerzas en llenar cargas para adaptarse a las reglas del juego. A diferencia de corrientes políticas que se abstienen de estos debates políticos como el ECP en la UChile, desde VENCER creemos que es importante demostrar las intenciones del reformismo para desvelarles, y más allá de si en esta ocasión nos presentamos o no con candidaturas, creemos que cada trinchera es lugar de combate para fortalecer la discusión política e ideológica y potenciar la organización de estudiantes con trabajadorxs de la educación.

El desafío hoy sigue siendo terminar con el reinado de académicos y conquistar un gobierno triestamental, en base a delegados de todos los estamentos elegidos por facultad. Lo cual solo será fruto de la movilización conjunta de estos sectores a nivel universidad, enfrentándose a autoridades, burócratas sindicales y dirigentes estudiantiles contentos con lo que ya hay.