La UDI salió duramente contra la diputada RD Maite Orsini, tras que esta última declarara en un programa radial que no estaba segura de que Ricardo Palma Salamanca participó del crimen del fundador del gremialismo Jaime Guzmán.
Martes 22 de enero de 2019
“Yo no estoy convencida (…) Él dice que había una persecución política de los miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y que fue inculpado por el sólo mérito de su confesión y su confesión fue bajo tortura” dijo la parlamentaria frenteamplista en radio duna, poniendo en cuestión el método del juicio y el encarcelamiento del ex frentista en los marcos de un régimen dictatorial vigente en el país.
Ante esto la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe afirma que “Llama la atención que una diputada de izquierda relativice de esta manera el uso de la violencia, ya no solo en la Cámara sino de manera sistemática desde su sector político”.
Los derechos humanos, a pesar de que son una base democrática mínima de vida en sociedad, en el fondo están atravesados por intereses de clase, por lo que el asesinato de unos de los principales dirigentes políticos de la derecha en los 80 como lo fue Jaime Guzmán o el secuestro del hijo de unos de los principales empresarios del país como Cristian Edwards, poseen un peso específico para la Presidenta del gremialismo absolutamente superior que todos los y las asesinadas y torturados durante su dictadura política y militar.
Y esto no es todo, el diputado Renato Garín, evidentemente reaccionando a la presión puesta por portavoces de la udi, aseguró condenar el crimen del gremialista y agregó que “no tiene dudas sobre la participación de ninguno de los condenados.”
Las declaraciones de Juan Antonio Coloma iban en la línea de interpelar al frenteamplismo a rechazar las declaraciones de la diputada Orsini, manifestando que “Es una vergüenza para la democracia y esperamos que su sector rechace estas tristes declaraciones, de lo contrario caen en la complicidad de ellas”.
El parlamentario de RD lo dice muy claramente, “Si existiera algún tipo de prueba ilegal en la causa, hay mecanismos nacionales e internacionales para determinarlo”, demostrando así su total y absoluta confianza en la justicia burguesa, como un “organismo independiente” del estado burgués, cuestión que concretamente no sucede y mucho menos bajo una dictadura fascista y/o en el marco del régimen que esta impuso (constitución de 1980).
Sin duda los dichos de van Rysselberghe o de Coloma, representan no solo el doble estándar en materia de violaciones a los derechos humanos, sino que también demuestran su prepotencia al creer que la vida de sus dirigentes políticos y económicos valen más que la vida de los miles de trabajadores, activistas, dirigentes sindicales y militantes de izquierda perseguidos, torturados, desaparecidos y asesinados por los agentes de su gobierno, porque ahora es muy fácil que salgan a de vez en cuando diciendo que rechazan las violaciones a los derechos humanos del “gobierno militar” como si ellos no tuvieran nada que ver directa e indirectamente con la instauración a sangre y fuego del neoliberalismo en chile.