La gestión de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo propone una “actualización” de los planes de estudio que no sale de los marcos actuales. La izquierda propone una reforma de fondo.
Miércoles 21 de septiembre de 2016
El oscurantismo medieval que predomina en la Facultad de Filosofía y Letras es bien conocido por todos sus estudiantes. Las autoridades y docentes reproducen a diario contenidos e ideas propios del antiguo régimen en las clases: la defensa de la conquista y evangelización española, la reacción en contra de la teoría darwinista de la evolución, el menosprecio por procesos, paradigmas y personajes históricos fundamentales para el desarrollo de nuevos conocimientos, son algunos de los contenidos que padecemos todos los días.
En este marco, se da el proceso de “Actualización e innovación curricular” como llaman las autoridades a la reforma de planes de estudio, quitándole todo carácter de reformar críticamente los contenidos de las materias, basándose en lineamientos bajados por el rectorado y acreditando las carreras ante la CONEAU menemista.A pesar del intento de limitar la participación estudiantil, los estudiantes supimos responder y logramos una igualdad de participantes dentro de los claustros integrantes en las comisiones de reforma.
Frente a esto, el clima con las agrupaciones peronistas que conducen el centro de estudiantes, que lejos están de representar los intereses de quienes queremos una educación científica y crítica, es de desconfianza. En las asambleas se les ha criticado que se quedan a mitad del puente impulsando acciones livianas, desmovilizadoras y hasta conciliadoras por fuera de las herramientas que nos dimos los estudiantes para organizarnos democráticamente, evitan el enfrentamiento con las autoridades y docentes más arcaicos mientras acompañan el proceso.
Los y las estudiantes vemos que esta reforma no tiene los mismos intereses para las autoridades y docentes que para nosotros, sabemos que no podemos esperar un plan de estudios acorde con nuestras necesidades de la voluntad de estos.Hay una lucha política e ideológica contra el conservadurismo y el elitismo de las carreras. Quienes no vean este carácter, fácilmente pueden oscilar entre el conflicto y la conciliación.
Ante esta situación de pasividad en un proceso tan importante como es la conformación de nuevos contenidos disciplinares y pedagógicos, es que necesitamos una organización estudiantil independiente de las autoridades y las agrupaciones que colaboran con estos personajes nefastos, para poder reformar los planes de estudio de acuerdo con nuestras necesidades y objetivos, por la incorporación de corrientes de pensamiento crítico en las cátedras, la inclusión de perspectivas de género en todas las carreras y en las materias pedagógicas, la reglamentación de cátedras paralelas y optativas y sobre todo pelear por formar profesionales bajo una educación laica y científica al servicio del pueblo y los trabajadores.