Las agrupaciones del PJ y la UCR, que responden al rector Tecchi y al decano Arrueta convocan hoy a una asamblea general para intentar legitimar su ataque al proceso electoral definido democráticamente en una asamblea el 30 de octubre. Un ataque antidemocrático al servicio de la interna de las autoridades, que pone en peligro el proceso electoral y al centro de estudiantes.
Miércoles 6 de noviembre de 2019 14:48
Este semana la Facultad de Humanidades volvió a ser (mala) noticia a partir de la irregularidades que se vienen presentando de cara a las elecciones de Centro de Estudiantes. A partir de que, las agrupaciones del PJ, Juntos, U21, Fortaleza, Unidad Estudiantil, entre otras, junto a la Franja Morada, desconocieran la junta electoral votada por la asamblea general del 30 de octubre y recurrieran, una vez más al uso de patotas para imponerse.
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No conformes con esto, estas agrupaciones llaman hoy miércoles a una nueva asamblea donde pretenden legitimar esta escandalosa maniobra antidemocrática, pasando incluso por encima de los cuestionados estatutos del CEFHyCS que ellos defienden. Allí pretenden votar nuevamente la junta electoral y fecha de elecciones, desconociendo las resoluciones de la asamblea de memoria y balance del 30 de octubre que ellos mismos convocaron, de la que participaron más de 500 estudiantes.
Pero esta maniobra no es sólo un ataque político contra el mandato del órgano soberano de la asamblea, viola incluso los propios estatutos antidemocráticos del CEFHyCS, vigentes desde 1985 que estas agrupaciones defienden a fuerza de puños incluso, como se vió en la lucha universitaria de 2018, donde en reiteradas oportunidades asambleas generales masivas y de carreras decidieron mandatar a la conducción el inicio de un proceso de reforma del estatuto para democratizar el Centro de Estudiantes.
Según el estatuto vigente, que prevé una única instancia de deliberación y decisión estudiantil al año con la Asamblea de Memoria y Balance que da inicio al proceso electoral y decide la conformación de la Junta Electoral, a partir de ese momento la conducción del Centro se disuelve y la Junta Electoral pasaría a ser un organismo a cargo de desarrollar el proceso electoral hasta que se vote y asuma una nueva conducción. Entonces, si nos atenemos a la letra de estos estatutos, estas agrupaciones no tienen potestad ni legitimidad alguna para convocar a una nueva asamblea general.
Queda claro, entonces, que estas agrupaciones eligen basarse en el estatuto cuando les conviene. Que es totalmente falso el argumento que utilizan para desconocer la asamblea general del 30 porque “no pudieron participar estudiantes de las sedes del interior” amparándose en una nota de firmada por “estudiantes de Tilcara y Humahuaca” sin nombre de un solo estudiante, mientras en las redes sociales estudiantes reales de la sede Tilcara denuncian la falsedad de dicha nota.
“Esta nota no es de los estudiantes de Tilcara, la hicieron los punteros de Juntos”, denunció un estudiante de esa sede a este medio, repudiando la maniobra de estas agrupaciones que sólo generan malestar y confusión para las y los estudiantes.
¿Pero qué hay detrás de todas estas maniobras antidemocráticas? ¿Acaso se trata de diferencias políticas sobre qué rol debe jugar el centro de estudiantes ante el ajuste al presupuesto universitario mientras destinan fortunas al pago de la deuda? ¿O a cómo defender los derechos de las y los estudiantes que cursamos en condiciones cada vez más degradadas? La respuesta es no, lo que los mueve es defender los intereses de un sector de las autoridades universitarias, como el rector y decano, y garantizarles la continuidad de una conducción servil a sus negociados con nuestra universidad en el CEFHyCS.
¿Hasta dónde están dispuestos a llegar estas agrupaciones y las autoridades? Consumar esta asamblea implicaría un serio ataque al Centro de Estudiantes que deberia ser la herramienta de organización estudiantil, llevando a un hecho inédito y de suma gravedad como que existan dos llamados a elecciones, con juntas electorales paralelas. Una locura.
Las y los estudiantes no podemos permitir este ataque de las autoridades que utilizan nuestro Centro de Estudiantes como botín de guerra en sus internas para dirimir sus disputas con el ex decano Ricardo Slavutsky. Una disputa por la gestión de los cargos y recursos de la UNJu que nada tiene que ver con nuestros intereses y necesidades, como la deserción, a la insuficiencia de becas, a que no haya disponibilidad de aulas y horarios para cursar, entre otras cosas..
Además de rechazar este ataque a nuestra herramienta de organización, tenemos el desafío de debatir qué centro de estudiantes necesitamos para enfrentar lo que se viene. Porque Macri ya se va, pero el FMI y la crisis se quedan. Sus planes son claros, en el presupuesto 2020 destinan ocho veces el presupuesto universitario al pago de intereses de la ilegal, ilegítima y fraudulenta deuda externa. Ante esto, necesitamos un centro de estudiantes que impulse la organización del movimiento estudiantil, y no una “caja registradora” y vacía de ideas y participación donde punteros realizan una batalla para negociar dinero y cargos en la universidad.
Desde Oktubre y Pan y Rosas en el Frente de Izquierda Unidad, peleamos por esta perspectiva, por eso rechazamos la maniobra de las agrupaciones de las autoridades.