Fueron alumnos que terminaron sus estudios amparados por la Justicia: los “cautelados”, que la Facultad se niega a reconocer, en una muestra más de su carácter restrictivo que deja afuera de la educación pública a miles por año.
Jueves 1ro de diciembre de 2016 16:52
Tras este fallo, las autoridades de Ciencias Médicas tendrán que firmar todos los títulos de esos egresados, considerándolos así finalmente graduados. Sin embargo, la Decana de la Facultad, Ana Lía Errecalde, se resiste hasta las últimas consecuencias y estaría reconociendo la validez de tan sólo la mitad.
El conflicto se remonta al año 2010, cuando la Facultad resolvió arbitrariamente modificar el plan de estudios, exigiendo que para ingresar a la Práctica Final Obligatoria (PFO) se tuviesen todos los finales de la carrera aprobados. Los alumnos denunciaron que esa exigencia no podía aplicarse en forma retroactiva. Tras idas y venidas, con momentos de fuerte organización estudiantil que incluyó una toma de la Facultad de varios días, el Consejo Superior de la UNLP le dio la razón a los alumnos. Sin embargo, las autoridades de la Facultad se mantuvieron inflexibles.
En ese contexto, los estudiantes recurrieron a la Justicia y a través de medidas cautelares pudieron realizar la PFO adeudando finales. Sin embargo, al finalizar todos sus estudios, la Facultad se negó a firmar los títulos y estos tuvieron que ser validados por la Universidad y el Ministerio de Educación. Actualmente, todos esos egresados se encuentran desarrollando su labor médica, perfectamente habilitados por el Colegio de Médicos y el Ministerio de Salud.
¿Médicos para qué?
La citada modificación del plan de estudios puso sobre la mesa el debate acerca de la “excelencia académica” en la que siempre se ampara la Facultad para dejar afuera de las aulas a miles. Es una realidad que el plan de estudios requiere de una revisión urgente, pero poco tiene que ver con hacer rendir a los alumnos más de veinte finales en un año, y recién ahí poder acceder a las prácticas finales, que por su parte no brindan la formación que enuncian, siendo que hay hospitales en los que apenas se cursa y otros en los que los estudiantes se vuelven la mano de obra barata (gratuita) del lugar.
Mientras tanto, materias troncales de la formación médica, como pediatría e infectología, son bimestrales; cátedras con perspectiva de género brillan por su ausencia; se exigen correlatividades sin sentido, y se vuelve muy díficil combinar estudio con trabajo, o cualquier otra actividad, debido a la inflexibilidad de los horarios. Todo esto atenta contra una formación que ponga los conocimientos al servicio de la comunidad, y sea acorde a sus necesidades.
El próximo lunes 5 a las 18 horas se realizará una conferencia de prensa en el hall de la Facultad de Ciencias Médicas, en donde estarán los egresados difundiendo el nuevo fallo de la Corte Suprema, que los avala en el único paso que les queda y la Facultad ya no puede impedir.
