Más de 50 estudiantes participaron de la charla “Los DD.HH. desde 1976 hasta el macrismo”, con la presencia en el panel de Jorge “Turco” Sobrado, ex detenido-desaparecido, y el abogado Adrián Krmpotic, docente de la universidad.
Domingo 19 de marzo de 2017 00:47
El evento comenzó a difundirse ni bien empezaron las clases el día 13. En tan solo una semana, la Juventud del PTS y las mujeres de Pan y Rosas desplegaron una ardua militancia que incluyó un flyer y un video spot realizado específicamente para esta convocatoria, con amplia repercusión en redes sociales, pasadas por todos los cursos, cerca de 2.000 volantes repartidos, una muestra fotográfica y hasta un cruce con las autoridades kirchneristas por el uso del espacio público, que es de todos.
La charla tuvo el propósito de denunciar en primer lugar que el gobierno de Macri intenta negar que hubo un genocidio instigado por los mismos empresarios que aún hoy son dueños del país y que siguieron amasando fortunas bajo todos los gobierno de esta democracia para los ricos. Empresarios que nunca fueron siquiera sentados en el banquillo de los acusados, incluida la propia familia presidencial que se benefició con la estatización de la deuda privada llevada adelante por el último gobierno de facto, el más antinacional de la historia.
Los panelistas explicaron que Cambiemos intenta borrar de la memoria colectiva a nuestros 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos para reconciliar a la sociedad civil con las fuerzas represivas. Las mismas fuerzas que no van a dudar en utilizar contra los trabajadores, las mujeres y los jóvenes que ya empiezan a movilizarse masivamente por el descontento que genera su política de ajuste, los despidos masivos, los exorbitantes tarifazos y las paritarias por debajo de la inflación, como vemos claramente en el conflicto docente, una pelea testigo para el resto de los gremios.
Jorge Sobrado hizo hincapié en que, mediante una campaña lanzada en los medios hegemónicos de comunicación, se intenta reinstalar la teoría de los dos demonios (uno de extrema izquierda representado por la guerrilla y el otro la extrema derecha) para ocultar el carácter de clase que tuvo el genocidio. Pero recalcó que las cifras hablan por sí mismas: más del 70% de los desaparecidos fueron activistas obreros, miembros de las comisiones gremiales internas, un 20% estudiantes y un 5% profesionales. Aunque se organizaban en distintas organizaciones, con distintas estrategias políticas, todos ellos tenían en común la lucha por un mundo liberado del capitalismo, el norte de la revolución que pusiera fin a las cadenas de la explotación y la opresión.
El Milani de la vergüenza K. El bochorno del intento de censura
Las autoridades de la UNPAZ, que se dicen progresistas y defensoras de los DDHH, este año impulsan actividades que pretenden convertir el 24 de marzo en una fecha sólo para el recuerdo, porque hablar del presente los pondría en un brete. La reciente detención del genocida torturador César Milani, ex jefe del Ejército los últimos años del gobierno Kirchnerista, mató el relato de los “abanderados de los DDHH” que hicieron caso omiso a las denuncias por secuestros, apremios ilegales y desapariciones que denunciaban los familiares y diversos organismos de DDHH. En este sentido, intentaron acallar las voces de los que ni por un minuto cesamos en la denuncia de que los DDHH versión K incluían militares genocidas como Milani. He ahí la razón por la que se opusieron a ser parte del debate al que los llamamos públicamente a participar, he ahí la razón de negarnos el hall de entrada y el aula magna, así como el sonido y las sillas para el evento, que corrió por nuestra cuenta.
Una izquierda que avanza en la UNPAZ
Contra todo este boicot, la charla que se realizó a patio lleno cautivó a decenas de compañeros que se hicieron presentes e intercambiaron opiniones sobre la realidad del país, sobre la generación de los 70, sobre las lecciones de la lucha de clases actual, sobre la impunidad de ayer y de hoy, sobre cómo organizarnos para enfrentar el ajuste, sobre el poder real, sobre juntarnos para marchar este 24 y seguir en contacto para futuras actividades. Se abre la posibilidad de que las ideas de la izquierda se abran paso en la UNPAZ y que decenas de compañeros asuman el desafío de construir un movimiento estudiantil aliado a la clase trabajadora. Levantando bien alto las banderas de la lucha contra la impunidad, para defender la educación pública, empezando por el apoyo a nuestros docentes, es necesario que en la UNPAZ también nos organicemos para cambiar la vida y transformar la realidad.