La mentira del estado empleador y el dirigente de UPCN Andrés Rodríguez tuvo cuatro patas verdaderamente cortas. Se definió ayer un exiguo aumento como resultado de la cláusula gatillo 2017
Sábado 10 de marzo de 2018 20:34
Tal como nos tiene mal acostumbrados el gobierno nacional definió, junto a la dirigencia gremial amiga de todos los gobiernos, ejecutar la cláusula gatillo dando un miserable aumento de 1,2 % por mes durante cuatro meses. Dicho aumento, además no es retroactivo a enero y se basa en el sueldo percibido en mayo del 2017.
A esta altura los estatales tienen la tentación de llamar traidor al sindicato dirigido por el empresario Andrés Rodríguez, pero luego recuerdan la cantidad de paritarias a la baja formadas por el gremio y sacan la conclusión de que es fiel al gobierno de turno.
Durante el año 2017 UPCN firmó un acuerdo paritario en el cual no solo se otorgaba un aumento por debajo de la inflación, que se vislumbraba para finales de año, sino que además incluía los históricamente rechazados ítems por presentismo y productividad en el trabajo estatal. Para intentar evitar el rechazo absoluto de los y las trabajadoras ante lo que se perfilaba como una “paritaria a la baja” incluyeron la mal llamada “cláusula gatillo”, que aumentaría los salarios en caso de que estos fueran por debajo de la inflación.
Por esto, una vez establecida durante el mes de enero una inflación para el año anterior del 24,8% por el mismo gobierno, las y los trabajadores esperaban que se ejecute la cláusula y de esta manera recuperar algo de la capacidad de consumo perdida tal como ha venido denunciando la Agrupación Marrón.
Te puede interesar: [Video: ¿y la plata de la cláusula gatillo de los estatales?]
Sin embargo, pasaron los meses de enero y febrero, no hubo más que rumores y dirigentes que salían a aclarar que no hacía falta la protesta de los gremios ya que la cláusula en cuestión era automática. Esta afirmación fue desmentida por los mismos hechos cuando el aumento no se produjo y los gremios tuvieron que solicitar una reunión paritaria para destrabarlo. Luego de una primera reunión en donde el estado empleador dijo desconocer el índice de inflación del año pasado y de una frustrada segunda reunión, en el día de ayer el gobierno y la UPCN firmaron el acta donde acuerdan el aumento.
Queda claro que la maniobra del gobierno para incluir una cláusula que nunca iba a cumplir sólo puede darse por la complicidad de su gremio fiel y por la pasividad asombrosa de ATE, que como viene haciendo año tras año, tan solo firma un acta de rechazo.
Esta noticia se suma al ataque que desde principios de año viene perpetrando el estado contra los trabajadores estatales mediante los despidos (entre los cuales hubo trabajadores y trabajadoras de ambos gremios y no afiliados) en los diferentes sectores. Esto ha generado la lucha tenaz de los trabajadores de Fanazul, las enfermeras del Hospital Posadas, las y los trabajadores del INTI, del ministerio de Hacienda, etc. Mientras, la dirigencia del gremio de UPCN compartía los viajes a Europa del tristemente célebre ministro de Trabajo Jorge Triaca.
Es necesaria, indudablemente, la unificación y coordinación de todas las luchas en pos, no solo de revertir los despidos, si no de recuperar el nivel salarial perdido en los últimos años de la mano de las paritarias acordadas entre el gobierno y la cúpula de UPCN. Las manifestaciones de diciembre del año pasado, de febrero de este año y la más reciente y masiva convocatoria del 8M han dejado en claro que la fuerza para llevar adelante esta lucha está, es necesaria la coordinación y la organización de las y los trabajadores.