Última sesión en Diputados. La izquierda denunció la criminalización de la protesta y la represión a los trabajadores. El peronismo de los gobernadores volvió a ser garante de la gobernabilidad. Doble discurso en el kirchnerismo.
Viernes 22 de diciembre de 2017
“18 horas”. Ese fue el estimativo que realizó Emilio Monzó. Fue cerca de las 14 h del jueves. El presidente de la Cámara Baja pidió que cesaran las mociones de privilegio. Hubo un grito desde el centro del recinto y la sesión continuó su curso. El horario más benigno estimaba, pasada las 21 h del mismo día, finalizar cerca de las 6 de la mañana de este viernes.
Denuncias y chicanas
El oficialismo nacional llegó a la última sesión del año en Diputados arrastrando tras de sí la crisis política abierta por la votación de la reforma previsional.
El repudio de trabajadores del BaPRo que había sufrido Martín Lousteau fue uno de los temas iniciales de la sesión. El ex funcionario kirchnerista y macrista dio quórum a Cambiemos para aprobar el ajuste contra los jubilados. La solidaridad con el legislador recorrió a todos los bloques. Aunque nadie podría sorprenderse de que la gente le muestre su descontento.
El debate sobre esta cuestión fue propicio para las chicanas y los cruces. Desde el kirchnerismo se condenó “la violencia” y se “recordaron” las agresiones contra los integrantes de su bloque, apenas días atrás.
Por su parte, el macrista paladar negro Fernando Iglesias se despachó con una reivindicación de la Policía la Ciudad. “Nos defendieron de un posible linchamiento”, afirmó sumándose al coro de guionistas del oficialismo que, por estas horas, inventa todo tipo de cataclismos alrededor de la manifestación del pasado lunes.
También hubo lugar para las frases hechas. El mismo Lousteau, en su intervención, se sumó al coro de los que condenan “la violencia venga de donde venga”. La idea solo sirve para igualar la brutalidad del accionar represivo de las fuerzas estatales con la defensa de los manifestantes frente a la misma. Para el diputado de Evolución parece ser lo mismo el asesinato a tiros por la espalda de Rafael Nahuel que las piedras que recibió la Policía de la Ciudad.
Desde la izquierda, Nicolás del Caño criticó duramente la campaña de demonización lanzada contra la izquierda. “Hemos sido denunciados Myriam Bregman y mi persona por abogados amigos del gobierno”, informó en el recinto.
Rechazando la campaña político-mediática contra la izquierda, Del Caño afirmó “no nos van a acusar de violentos aquellos que pertenecen a un gobierno, cuyo presidente forma parte de una familia que paso de poseer 7 a 47 empresas en la dictadura genocida, mientras asesinaban, secuestraban más de 30 mil compañeras y compañeros y se robaban los niños”.
Represión en Jujuy y gorilismo radical
El radicalismo legó a la historia nacional masacres como las cometidas en la Semana Trágica y en la Patagonia Rebelde. Este jueves, mostrando que ese desprecio contra los trabajadores se perpetúa, la diputada jujeña Alejandra Martínez tildó de “delincuentes” a los trabajadores del Ingenio La Esperanza que el miércoles fueron brutalmente reprimidos por la Policía de Gerardo Morales.
Minutos después, desde el PTS-FIT, Nathalia González Seligra ilustró la actitud del gobierno aliado de Macri en Jujuy.
Al pedir el tratamiento sobre tablas de una resolución contra la represión a los trabajadores, señaló que Morales les ofreció a quienes habían perdido su trabajo que “acepten los despidos y darles una indemnización en azúcar y alcohol, como en la época colonial”. No por brutal deja de tener un tinte bizarro.
Junto a @NicolasdelCano presentamos un proyecto de resolución de repudio a la represión y detención de los trabajadores del Ingenio La Esperanza pic.twitter.com/W2mLHWH46J
— Nathalia Gonzalez (@NathiGonzalezS) 21 de diciembre de 2017
Aliados y millones
El Interbloque Argentina Federal volvió a funcionar como la rueda de auxilio de la gobernabilidad macrista. Como ocurrió el lunes, cuando permitió el quórum para tratar la nefasta reforma previsional, ayer volvió a dar muestra de apoyo.
Por la tarde, el que aparece como su conductor, el salteño Pablo Kosiner, posó junto a Miguel Ángel Pichetto y Diego Bossio. El tuit, difundido desde su cuenta, propone apostar “al diálogo federal con intendentes y gobernadores jóvenes” del PJ. Una muestra de que las internas en el peronismo se cocinan a fuego lento.
Los gobernadores, que funcionan a través de este espacio político, volvieron a ser protagonistas a la hora de garantizar los votos para el Presupuesto 2018 y el Consenso Fiscal. Si este acuerdo habilita fondos a las provincias, en el tire y afloje parece haberse conseguido más.
Según publica el sitio La Política Online, los gobernadores habrían logrado obtener obras públicas por cerca de $ 10.000 millones. Ese dinero sería la llave para terminar de cerrar el acuerdo parlamentario.
Así las cosas, vuelve a quedar al desnudo la limitación del poder político de Cambiemos. Su capacidad de lograr acuerdos y sanción de leyes está atada a un peronismo que, tarde o temprano, empezará a trabajar abiertamente hacia el 2019.
Posando en la oposición
Mención aparte merece la decisión demagógica de una parte del kirchnerismo de presentar su propio dictamen en relación al Pacto Fiscal. Nueva diputados de ese espacio impugnan el acuerdo que fue firmado por los gobernadores de ese espacio político, como la misma Alicia Kirchner, Rosana Bertone y Gildo Insfrán.
Ese acuerdo, que se selló el pasado 23 de noviembre, fue el que habilitó el camino de la reforma previsional. La decisión de los legisladores kirchneristas es, apenas, una pose para aparecer más opositores de lo que son.
Y ya que hablamos del kirchnerismo, vale recordar que Daniel Scioli todavía no explicó públicamente su ausencia a la hora de votar la reforma previsional. Se ignora, obviamente, si eso hubiera sido a favor o en contra. En las últimas horas, sus perfiles en las redes sociales solo fueron actualizados para recordar al dirigente peronista Aldo San Pedro. Pero nada más. Sobre aquello que habla todo el país, silencio total.
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Como para mostrar continuidad, este jueves, cuando la diputada de la izquierda Nathalia González Seligra pidió votar un repudio a la represión en Jujuy, Scioli estaba ausente una vez más.
