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Red Internacional
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Avellaneda. Un año de lucha en Shell contra los despidos

Este 29 de abril se cumplió un año desde que la empresa Shell despidiera a nueve trabajadores en su refinería de Dock Sud. La mayoría de los despedidos éramos activistas opositores a la conducción del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Avellaneda, en manos del diputado nacional massista Alberto Roberti. Durante todo este año no nos quedamos quietos, los despidos no nos debilitaron sino todo lo contrario: nos han fortalecido.

Gustavo Michel Operador de Shell en Refinería de Dock Sud | Agrupación Naranja Petrolera | MAC | @Michel_gus

Jueves 30 de abril de 2015

  • Subiendo al Puente Pueyrredón el 31M Imagen: LID

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Hace exactamente un año, a mí y a otros 8 compañeros nos decían en la puerta de la refinería que no podíamos entrar y a otros compañeros los arrancaron literalmente de los puestos de trabajo esa madrugada escoltados por personal de seguridad. Estábamos despedidos porque, decían, “no dábamos con el perfil de la compañía”. ¡Después de 6 años de antigüedad nos venían a decir eso! Sin éxito la compañía comandada por Juan José Aranguren intentaba ocultar el arreglo que había hecho con la burocracia sindical, que dejaba correr los despidos. Como en la alimenticia Calsa, la autopartista Lear y otros conflictos del año pasado, la patronal y la burocracia sellaban una alianza en contra de los trabajadores. Esa alianza también se dio entre burócratas cuando salió una solicitada en importantes diarios contra los militantes de izquierda, firmada por Roberti junto al cuestionado dirigente del SMATA Ricardo Pignanelli, donde ni siquiera mencionaban los despidos discriminatorios que se venían dando. A ese frente único que se pretendía invencible los trabajadores comenzamos a socavarlo.

Primero fueron las asambleas adentro, que le arrancamos a la burocracia y que nos permitieron comenzar a hacer una experiencia con un nuevo activismo que nacía al calor de los despidos. Las dudas que podía haber acerca de organizarse quedaban disipadas cuando se midieron las fuerzas con nuestros enemigos y cuando se observaba la enorme solidaridad que los despedidos conseguimos también afuera de la refinería. Fue el inicio de una activa militancia llevando el conflicto a las peleas obreras más candentes, como en LEAR, Calsa, la ex Donnelley o Gestamp. También lo llevamos a la Cámara de Diputados y a la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, donde nuestros compañeros Nicolás del Caño y Christian Castillo por la bancada del PTS en el Frente de Izquierda lograron que se votaran resoluciones de repudio al accionar de esta empresa multinacional, al que también se sumaron personalidades de la cultura, de los derechos humanos y del sindicalismo combativo. Pusimos en pie la comisión solidaria de trabajadores de Shell, Honda y Calsa, que sigue siendo en pequeño una coordinadora de lucha donde se prepararon las acciones de corte del Puente Pueyrredon.

A través de los abogados del CeProDH tres de los despedidos iniciamos un juicio por reinstalación. A la fecha hemos conseguido ya dos reinstalaciones, estando la mía a la espera de la resolución final del juzgado y con una cautelar a favor que la empresa se niega sistemáticamente a cumplir. Pero estos logros no fueron medidas aisladas. Se dieron en el marco de una intensa campaña de solidaridad obrera, adentro y afuera de la refinería. Organizamos festivales para el fondo de lucha, rifas, juntadas de firmas de compañeros del trabajo y la participación en tres cortes del Puente Pueyrredon durante los últimos paros nacionales. Todas estas actividades nos han permitido forjar un nuevo núcleo de activistas dentro de la refinería con los que hemos puesto en pie la Agrupación Naranja. Los trabajadores petroleros de Dock Sud que queremos recuperar el sindicato y los métodos democráticos de la asamblea para pelear por nuestros reclamos estamos más fuertes que hace un año atrás.