El cura pedófilo dice que pasa una difícil situación pero tiene “plena confianza en Jesús y María, y apoyarse en nuestro Señor”. La autoridad local de la Iglesia solo le ha prohibido "celebrar misa".

Diego Sacchi @sac_diego
Jueves 9 de agosto de 2018 16:31
Calenzano un pueblo ubicado en la zona de Toscana, Italia, se vio sacudido por una noticia indignante, aunque lamentablemente es un hecho que se repite entre los integrantes de la Iglesia católica. El sacerdote Paolo Glaentzer, de 70 años, fue arrestado al ser sorprendido cuando abusaba de una nena de 10 años en su coche.
Como si el solo hecho del abuso que perpetró el cura no generará suficiente indignación, el sacerdote pedófilo decidió contar su versión dando increíbles e indignantes excusas: "Fue una estupidez. Me hizo una zancadilla el demonio. Una zancadilla fuerte. He cometido un error, lo admito. Ahora pensará nuestro Señor".
El sacerdote que fue arrestado por violencia sexual agravada, pero cumplirá el arresto cómodamente en su casa, en el pueblo de Bagni di Lucca, siguió con sus indignantes declaraciones al hablar con el Corriere Fiorentino: "No me sucedió con otras chicas. Ese lunes 23 de julio hubo un cambio de afecto con esta chica que es mucho más madura que su edad. Y a veces las cosas van de cierta manera...".
Glaentzer fue más allá y admitió que ya había estado otras veces con la niña: "Hay una simpatía recíproca con la chica. Cuando supe que tenía 10 años” y justifica el abuso diciendo “yo le daba 15". Y agrega: "La chica se levantó la remera por su voluntad, yo no le dije que lo hiciera, puede ser que en su casa reciba poco amor de sus padres".
El religioso debió abandonar su iglesia en Sommaia, para ir a cumplir el arresto en su casa. Desde la comodidad de la detención domiciliario, el sacerdote pedófilo dice "tener plena confianza en Jesús y María, y apoyarse en nuestro Señor te da una confianza y una alegría inexplicable, a pesar de todo lo que ha sucedido. Los diarios han exagerado al contar este hecho".
Si la detención domiciliaria parece un castigo leve, la respuesta de las autoridades eclesiásticas es aún peor. El cardenal Giuseppe Betori, arzobispo de Florencia, le informó al sacerdote que su sanción es la prohibición de "celebrar misa".
No sorprende la liviandad de la sanción eclesiástica contra el sacerdote pedófilo. Casos de abusos de menores por parte de miembros de la Iglesia católica salen a la luz en varios países a diario al mismo tiempo que se conoce el encubrimiento por parte de las más altas autoridades incluido el Vaticano.
Como explicó Julian Maradeo en la entrevista realizada en El Círculo Rojo, a propósito de su último libro "La trama detrás de los abusos y delitos sexuales en la Iglesia católica", el Vaticano elaboro un método para silenciar denuncias de abusos. Maradeo explica que existe un sistema de encubrimiento que “tiene dos patas: uno es el traslado geográfico de los curas cada vez que se identificaba un caso de abuso. El otro es, lo que el Cómite de Derechos del Niño de la ONU, denomíno como ley del silencio”. Ese silencio de los casos de abuso operaba “sobre los niños abusados y los curas que se animaban a denunciar los abusos” explica el autor.
ENTREVISTA en El Círculo Rojo a Julián Maradeo sobre “El lado oscuro de la Iglesia Católica”
Son estas mismas autoridades de la Iglesia, responsables en el encubrimiento de los abusos, las que luego presionan para evitar el avance de derechos sociales como se vio en Argentina alrededor del debate sobre el derecho al aborto legal. La votación del proyecto de legalización del aborto en el Senado mostró los nefastos alcances de los tentáculos de la jerarquía eclesiástica en la vida de toda la población.
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Diego Sacchi
Nacido en Buenos Aires en 1977, militante del Partido de Trabajadores Socialistas desde 1994. Periodista, editor en la sección Internacional de La Izquierda Diario y columnista de temas internacionales en el programa de radio El Círculo Rojo.