Jueves 5 de febrero de 2015 14:06
Otro pibe que mato la policía. Bronca y odio que se acumula... Mientras desde diferentes sectores (kirchnerismo, Massa, Pro, los medios...) piden por más seguridad, la realidad en la calle es otra. Policía mafiosa y asesina que mata pibes, como fue el caso de Luciano Arruga, uno entre una lista de chicos y chicas que son forzados a robar y sino son torturados y asesinados. Policía cómplice, junto a empresarios y políticos, de las redes de trata, de narcotráfico. La misma fuerza represiva que defienden a las grandes empresas reprimiendo trabajadores. Fuerzas represivas que, con complicidad del Estado, te hacen desaparecer, como a Julio Lopéz. Que asesinan a los hijos e hijas de trabajadores, como Ismael, Walter Bulacio y tantos otros.
Yo soy Isamel Sosa y tantos otros pibes, porque somos de los jóvenes precarizados, perseguidos por la yuta por portación de rostros. Tenemos derechos que nos son vedados por un sistema a quien no le importa las personas y sus necesidades, sino sus negociados.
Somos de esos jóvenes que se levanta para decir ¡Basta! ¡Ni un pibe menos! ¡Basta de gatillo fácil!