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Red Internacional
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PUERTO RICO. Un fallo del Tribunal Supremo saca a Pierluisi de la Gobernación de Puerto Rico

El nuevo gobernador duró tan solo seis días en su cargo. El Tribunal dictaminó que su asunción fue inconstitucional. Quién lo remplazará.

Miércoles 7 de agosto de 2019 17:19

La enmienda de una ley que permitió el juramento, el pasado viernes, de Pedro Pierluisi como gobernador de la isla es inconstitucional, por lo que este mismo miércoles deberá dejar el cargo.

La decisión la tomó el Tribunal Supremo de forma unánime por los nueves jueces de la corte y su aplicación será efectiva a partir de las 17.00 horas de Puerto Rico, por lo que Pierluisi dejará de ser gobernador a partir de ese momento.

Pedro Pierluisi asumió en remplazo de Ricardo Rosseló, que renunció a su cargo luego de las masivas protestas que reclamaban du salida. La sucesión no era una ecuación fácil de resolver, ya que la línea sucesoria había renunciado producto del escándalo del chat de Telegram que hizo público el desprecio de la cipaya clase dominante por el pueblo trabajador y la diversidad sexual.

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Pierluisi fue Comisionado Residente de la isla en la Cámara de Representantes de Estados Unidos entre 2009 y 2017. Miembro del Partido Nuevo Progresista (PNP), cuyos principales miembros se encuentran envueltos al igual que el gobernador en el escándalo de los chats, hasta días antes de su asunción Pierluisi era abogado del estudio O’Neill & Borges, que asiste a la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) -organismo de control federal creado para garantizar los intereses de Wall Street y el pago de la multimillonaria deuda de la isla- en los procesos de bancarrota del gobierno.

El dictamen emitido este miércoles por el alto tribunal, en respuesta a una demanda interpuesta por el Senado, señala que la Ley 7 de 1952, enmendada en 2005, en la que se basó la juramentación de Pierluisi, es inconstitucional.

Caída la designación de Pierluisi como gobernador, el cargo deberá ser ocupado por la Secretaria de Justicia, quien originalmente seguía en la línea de sucesión. Sin embargo, Wanda Vázquez, manifestó en varias ocasiones, tras la renuncia de Rosselló, que no tenía interés en asumir el cargo.

El diario El Nuevo Día, uno de los principales de la isla, asegura que Vázquez tiene previsto tomar el cargo y proponer como secretaria de Estado a la representante (una diputada sin voto) de Puerto Rico ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Jennifer González, que, en caso de ser refrendada por la Asamblea Legislativa de Puerto Rico, sería la nueva gobernadora.

La decisión del alto tribunal es fruto de una demanda interpuesta por el presidente del Senado, Thomas Rivera, quien consideraba que al no tener Pierluisi el respaldo de ambas cámaras, solo de la Cámara de Representantes, no podía jurar el cargo. Una muestra de que la crisis política en la isla, abierta por las manifestaciones, continúa.

La bronca que explotó las semanas pasadas en las calles y obligó a la salida anticipada de Rosselló sigue latente, mientras los principales partidos políticos de la isla negocian una salida para garantizar que “La junta” siga siendo el verdadero gobierno, con manos libres para ajustar.

En el caso de asumir el cargo, Wanda Vázquez renunciaría y dejaría el campo abierto para que Jennifer González la que tome gobernación. La movida, habría sido acordada con el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, y con el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos Johnny Méndez, según informó el diario El Nuevo Día. Schatz y Méndez, ambos miembros del partido de Rosselló, buscan asegurarse que el control del gobierno de la isla continúe en manos del Partido Nuevo Progresista.

A espalda del masivo reclamo de las calles, buscan imponer un nuevo intento por dar una salida inmediata a la crisis del gobierno, garantizando subordinada a Washington, mientras gestiona la dominación colonial y tiene beneficios por desempeñar esta tarea se dedicó a robarle al pueblo durante la última década para vivir en el lujo y la ostentación. Los escándalos de corrupción alcanzan a ambos partidos e involucran a todo el círculo gobernante.