La provincia transita fuertes temporales de viento e incendios en El Doradillo, próxima a Madryn. La falta de obras de infraestructura nuevamente en evidencia. El alerta continúa: se espera continuidad de fuertes vientos.

Martín Saez Docente | Referente del PTS Chubut | @martinsaez.pts
Domingo 2 de febrero de 2020 22:15
Chubut comenzó febrero de la peor manera. En el día de ayer se desató en el litoral provincial y regiones próximas, una gran tormenta de viento y tierra que prácticamente anegó varias localidades. El alerta meteorológico estuvo notificado por Defensa Civil de Chubut pero fue replicado tibiamente por los medios locales y las distintas dependencias municipales, que no colaboraron para dimensionar la profundidad de los fenómenos que se desatarían en el transcurso del día.
Esto fue hace horas en mis pagos. No sé qué fue, destrozó todo el este de Chubut pic.twitter.com/pQ2g8IKz79
— LaOtraFenix🌸🐾 (@NuevaCriatura_) February 2, 2020
Aunque el alerta fue para toda la provincia, todo el este de Chubut sufrió el mayor golpe: vientos que superaron los 120 kilómetros por hora y el ingreso de una fuerte masa de tierra que avanzó a gran velocidad por la superficie dejando árboles y tendidos eléctricos caídos, viviendas parcialmente derrumbadas, voladura de techos y cortes totales en el suministro eléctrico.
La tormenta complicó aún más las tareas para lidiar con el feroz incendio en el área “El Doradillo” en las proximidades a Puerto Madryn. El mismo sigue combatiéndose. Cambios en dirección de los vientos por la tarde reavivaron los focos de incendio. Al momento de escribir la nota habían 16 casas quemadas. Evacuaron las inmediaciones.
#Madryn, parece la escena de La Momia pic.twitter.com/tnVfzwjkGB
— Seba Torres (@sebamadryn) February 2, 2020
Pese a que esta alerta meteorológica estuvo anunciada por Defensa Civil, las municipalidades poco ayudaron a difundir y dimensionar los vientos que se desataron en horas de la tarde y continuaron promoviendo desde las redes sociales distintas actividades. El Twitter de la Municipalidad de Trelew pasó de invitar a presenciar las nuevas luminarias en la Laguna Chiquichano a anunciar a la población que “se queden en sus domicilios” porque estaba en curso el temporal. La cuenta de la Municipalidad de Rawson, pasó de invitar a las actividades “20 horas de pesca” y “Hora de un verano distinto” a desarrollarse en la costa de Playa Unión a compartir fotos de los desastres causados por un temporal ya anunciado. La Municipalidad de Puerto Madryn, compartió por la mañana una placa con recomendaciones ante los “fuertes vientos” pero el alerta, tampoco se trabajó lo suficiente.
Éxodo playero!! 🌬🌪 pic.twitter.com/YfkyNSJNGr
— Ⓜ️🅰️®️ℹEL🅰️ 🅱️L🅰️N©️🅾️ (@marielablanco10) February 2, 2020
No fue de extrañar que miles se hayan visto sorprendidos por el ingreso a la región de una gran masa de tierra y fuertes vientos que avanzó a gran velocidad por la superficie que abnegó a localidades enteras por varias horas.
En Chubut no es la primera vez
No es la primera vez que las y los chubutenses transitan situaciones que evidencian la poca seriedad para informar (ya sea por parte de los gobiernos municipales y el provincial) así como el problema estructural de obras de infraestructura para las inclemencias climáticas. Ejemplo son las lluvias continuas que se dieron en 2017-2018 que llevaron a una profunda “emergencia hídrica” que se pudo haber evitado si las obras necesarias hubiesen sido realizadas.
En aquellos meses las ciudades chubutenses pasaron semanas sin un suministro continuo de agua potable por la dificultad de las plantas potabilizadoras en realizar la potabilización debido a la gran cantidad de sedimentos que arrastró en su curso el Río Chubut. Viviendas y barrios enteros anegados por el barro y el agua, cortes continuos del suministro eléctrico, escuelas con graves problemas eléctricos y de filtraciones, etc.
Cuando suceden fenómenos climáticos de esta magnitud -y que se pudieron haber contrarrestado- los gobiernos se refieren a que las duras consecuencias son por las “imprevisibilidades del clima” o las “excepcionalidades climáticas” que se constituyen en las excusas perfectas para la desinversión y el vaciamiento. Las mismas en realidad se deben a la falta estructural de obras e inversiones que atraviesa la provincia, gobierno tras gobierno, y que va más allá de la simple “desidia” estatal. Queda en clara evidencia el orden de las prioridades: un Estado que gobierna decididamente para los que más ganan.
A dar vuelta las prioridades, que la plata vaya a salud, educación y obras
Desde PTS en el Frente de Izquierda decimos que es hora de dar vuelta las prioridades con más plata para los presupuestos en salud, educación, trabajo y obras públicas. El gobierno de Mariano Arcioni elaboró un presupuesto 2020 que ajusta aún más a las y los chubutenses, además el mismo fue votado en la Legislatura provincial por todos los partidos. La cuestión de los presupuestos, el vaciamiento y la desinversión no solo es cuestión del actual gobierno de Mariano Arcioni, recordemos que esta política viene de arrastre: Chubut Somos Todos del cual deriva la actual fuerza de Arcioni llamada Chubut al Frente, el kirchnerismo con Buzzi, etc.
El presupuesto provincial debe estar al servicio de la salud, la educación, el trabajo y los salarios, las obras. Esto debe iniciar rechazando el pago de la deuda provincial externa (principal sangría de los recursos y que alimenta la ganancia del gran capital financiero internacional) a la vez que afectando con mayores impuestos a las grandes exportadoras como las petroleras, las pesqueras, Aluar terratenientes, entre otras para la refacción y creación de escuelas, aumento de las partidas escolares, boleto educativo gratuito y becas; más insumos en los hospitales y centros de salud; obras de infraestructura para una provincia que en los últimos años ha visto multiplicada su población como lo serían instalación de servicios básicos (luz, gas, agua y pavimento) a barrios populares así como la creación de nuevas viviendas para combatir la emergencia habitacional actual; la ampliación y mejoramiento de las plantas potabilizadoras y obras correspondientes en el curso medio del Río Chubut para aminorar el impacto de las descargas de los afluentes que inyectan barro y sedimentos a su curso.
A su vez, los concursos de toda obra debe ser público y gestionado por sus trabajadores, científicos de las universidades públicas y usuarios para evitar la corrupción, el desvío de fondos y la sobrefacturación a la cual nos arrastran gobierno tras gobierno los partidos de turno y sus amigos empresarios.
En Chubut, es hora de dar vuelta las prioridades y que la crisis la paguen los políticos y capitalistas que la generaron.