En un artículo anónimo publicado por el New York Times, un supuesto funcionario de alto rango reveló la existencia de la “resistencia” dentro de la administración Trump.
Jueves 6 de septiembre de 2018
En un artículo de opinión que el New York Times publica de forma anónima, un supuesto alto funcionario de la administración del presidente norteamericano Donald Trump describe el funcionamiento de una red de funcionarios, que llama “resistencia interna”, que trabaja para “preservar nuestras instituciones democráticas” y frustrar “los impulsos más equivocados” del presidente.
El prestigioso diario neoyorquino tomó la inusual decisión de publicar una nota anónima bajo, asegurando que el consejo editorial conoce al autor, con la creencia de que de esta manera se aporta una perspectiva importante a sus lectores, según el propio diario afirmó.
El autor denuncia la “falta de moralidad” del presidente y que este no está atado a ningún principio discernible que guíe sus decisiones. Agrega que “en público y en privado, el presidente muestra una preferencia por autócratas y dictadores como Putin y Kim Jong-un y poca apreciación por los lazos que nos unen a nuestros aliados, naciones que piensan como nosotros.”
Como era de esperarse, Trump no tardó el atacar al Times y al autor. ¿TRAICIÓN? escribió en su cuenta de Twitter y continuó dudando de la existencia del autor de lo que denominó un “editorial sin agallas” por ser anónimo. También reclamó que, de existir esta persona, el “fallido New York Times” debería entregarlo de inmediato por razones de seguridad nacional.
TREASON?
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 5 de septiembre de 2018
Consultado por la prensa durante un evento en la Casa Blanca, el presidente destacó los logros económicos de su gestión como prueba de su liderazgo y afirmó que nadie va a estar siquiera cerca de derrotarlo en las elecciones de 2020.
El editorial aparece un día después de que el propio Trump acusara por difamación al periodista Bob Woodward, autor del libro "Fear: Trump in the White House" ("Miedo: Trump en la Casa Blanca"). Varios medios estadounidenses adelantaron parte del contenido del libro donde se retrata a un grupo de asesores que hace malabares para contener los errores de un presidente inestable.
El alto funcionario, que se reconoce como republicano y se referencia en la figura del recientemente fallecido John McCain, escribió que "inicialmente hubo conversaciones en el gabinete sobre invocar la Enmienda 25, que iniciaría un complejo proceso para remover al presidente. Pero nadie quería precipitar una crisis constitucional".
La enmienda citada habilita al vicepresidente y la mayoría de los funcionarios del gabinete, así como también “otro órgano establecido por la ley, como el Congreso” a declarar por escrito que el presidente "está incapacitado para desempeñar las facultades y obligaciones de su cargo". Fue adoptada en 1967 y nunca ha sido usada para remover un presidente.
En un país que pareciera vivir entre escándalos y carpetazos, es muy difícil discernir quién opera para quién y cuáles son sus objetivos. Lo que sí es claro es que la publicación de esta editorial no tiene nada de inocente y que existe una profunda disputa en el Partido Republicano, reflejo de la crisis orgánica de EEUU. De un lado se encuentra el establishment, que no apoya a Trump y lo sigue considerando un “outsider”; del otro está Trump, con un 90% de aprobación entre los votantes de su partido que se traduce en que, de los 37 candidatos que apoyó en las primarias, solo 2 fueron derrotados.